Un adolescente de apenas 15 años fue asesinado de siete disparos frente a una bodega en el sector Kumamoto, distrito de Ventanilla, al norte de Lima, la noche del martes 9 de junio. El crimen quedó registrado por cámaras de seguridad cercanas, en las que se observa cómo dos sujetos encapuchados se acercan caminando, identifican a la víctima y le disparan a corta distancia. El menor se encontraba conversando con un amigo en la esquina, cerca de la tienda. Testigos que presenciaron el ataque huyeron corriendo, intentando evitar ser alcanzados por los proyectiles.
Los atacantes, tras disparar, huyeron a pie de la zona. No se observó que subieran a algún vehículo cercano, aunque la policía investiga si algún cómplice pudo haberlos auxiliado en calles aledañas. En el lugar del crimen, peritos recogieron al menos siete casquillos de bala.
Investigación policial y temor vecinal
La policía mantiene abierta la investigación para determinar los móviles del asesinato. Aún no se esclarece la razón por la que el menor fue atacado con tanta violencia. Los familiares del adolescente, que residen en la zona, serán interrogados en las próximas horas. En el barrio permea el temor entre los vecinos, que describen el crimen como un hecho que ha conmocionado a esta parte de Ventanilla.
Fuentes policiales no descartan que el asesinato esté vinculado a la creciente actividad de bandas criminales en la zona. La declaración de testigos y el análisis de las cámaras de seguridad resultan clave para identificar a los responsables y establecer si el adolescente fue víctima de algún ajuste de cuentas o si existe otra motivación detrás del ataque.
Aumento de muertes violentas y sicariato en Perú
Crímenes como el ocurrido en Ventanilla reflejan la tendencia al alza de la violencia homicida en el Perú. Según los registros del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), los homicidios por armas de fuego y las muertes catalogadas como consecuencia de sicariato han mostrado un aumento sostenido en los últimos años.
En distritos del Callao y Lima Norte, donde se ubica Ventanilla, la presencia de bandas organizadas y el uso de menores para actividades ilícitas han desatado preocupación entre las autoridades. El Ministerio del Interior ha declarado en reiteradas ocasiones que la lucha contra el sicariato y los homicidios por encargo es una de las prioridades en la política de seguridad ciudadana. No obstante, la impunidad y la falta de denuncias contribuyen a que los responsables de estos delitos no sean identificados de inmediato.
A nivel nacional, el Sinadef reportó más de 2,000 muertes violentas durante el último año, de las cuales una fracción significativa involucra a personas jóvenes, incluidos menores de edad. Expertos advierten que el control territorial de mafias dedicadas al cobro de extorsiones, tráfico de drogas y otras actividades delictivas repercute directamente en la frecuencia de asesinatos por encargo, afectando a todas las capas sociales, incluso a los adolescentes.
El asesinato del adolescente de 15 años en Ventanilla profundiza el sentimiento de inseguridad en el distrito. Los vecinos exigen mayor presencia policial, patrullaje continuo y acciones urgentes del Estado para proteger a la juventud.