El cuerpo encontrado el pasado 9 de junio en la planta de tratamiento de agua potable La Atarjea ha sido identificado como Fabiola Alejandra Caicedo Piña, una joven venezolana de 19 años. Según se informó, el cadáver presentada signos de mutilación, y varias partes del cuerpo están desaparecidas.
Los restos fueron hallados en las rejillas de las bocatomas que filtran los residuos del río Rímac, durante un recorrido rutinario. Tras el hallazgo, se activaron los protocolos de emergencia y se notificó a las autoridades. Efectivos de la Unidad de Operaciones Especiales de Auxilio y Rescate, junto con personal del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) y representantes del Ministerio Público, realizaron las labores de recuperación de los restos.
Según informó Latina, los investigadores detectaron tatuajes en el torso de la víctima, y uno en su espalda con la inscripción ‘Paula Sophia’ y una fecha, lo que ayudó a las autoridades a identificar a la joven.
Familiar de la víctima confirmó identidad
Según informó el programa de noticias 24 Horas, el tatuaje esultó ser un elemento clave en el proceso de identificación, lo que llevó a que, el día de hoy, un familiar de Fabiola se acercara a la Dirincri para confirmar su identidad.
En un inicio, el l caso fue manejado por el área de homicidios de la Dirincri, pero con la identificación de la víctima, la investigación fue transferida al área de trata de personas. Además, la PNP señaló que este caso podría estar relacionado con un antecedente reciente: el asesinato de Rubí, una trabajadora sexual transexual asesinada en febrero de 2023, cuyo crimen también está vinculado al tráfico de persona.
Cuerpo fue encontraro el 9 de junio
El pasado 9 de junio, un macabro hallazgo de restos humanos fue descubierto en la planta de tratamiento de agua potable La Atarjea de Sedapal, ubicada en el distrito de El Agustino, en Lima. Los restos fueron encontrados atrapados en las rejillas de los filtros de captación de agua, adonde habrían llegado luego de ser arrojados al río Rímac. El hallazgo ha generado gran conmoción y preocupación entre los vecinos y trabajadores del área, quienes se vieron sorprendidos por la brutalidad del hecho.
El descubrimiento se produjo mientras trabajadores de Sedapal realizaban sus labores rutinarias en la zona de las bocatomas, el punto donde se desvía el agua del río Rímac para el proceso de potabilización. Al detectar los fragmentos humanos atorados en las rejillas, los empleados alertaron de inmediato a la Policía Nacional. En respuesta, un equipo de peritos y agentes de la Unidad de Criminalística se desplazó al lugar, mientras que el personal fiscal también acudió a la planta para coordinar las diligencias correspondientes.
Luego de varias horas de trabajo, las autoridades retiraron los fragmentos del cuerpo y los trasladaron a la morgue central para realizar la necropsia. Aunque hasta el momento no se ha logrado establecer la identidad de la víctima, se sabe que el cadáver presentaba varios tatuajes en el torso, lo que podría facilitar su identificación. Las investigaciones continúan, mientras la comunidad permanece atónita ante el horroroso hallazgo.
Conmoción por el hallazgo
Las primeras hipótesis de los investigadores apuntan a que los restos humanos hallados en la planta de Sedapal habrían recorrido un tramo considerable del río Rímac antes de llegar a las instalaciones. Este factor complica las labores de los expertos para determinar el lugar exacto donde se cometió el crimen y el momento en que el cuerpo fue arrojado al agua.
El macabro hallazgo ha generado gran preocupación y temor entre los vecinos de El Agustino, quienes se mostraron consternados ante lo sucedido. “Es algo fuera de serie, un caos lo que está pasando aquí. Hay mucha inseguridad y esto lo confirma”, comentó uno de los residentes de la zona en declaraciones a Buenos Días Perú. Otra vecina expresó su inquietud por la seguridad de sus hijos, quienes a diario cruzan la zona para llegar a la universidad o regresar a casa, incrementando el temor en la comunidad.