Natalia Vargas Terán siempre supo que podía llegar lejos. Tenía la constancia, la disciplina y la pasión necesarias para alcanzar grandes alturas, justo como lo hacían los cohetes propulsados por agua que lanzaba en las clases que dirigía. Su nombre no es casualidad: proviene de natalis, que significa “nacimiento”, un símbolo de nuevos comienzos, tal como ella impulsa el nacimiento de nuevas ideas y descubrimientos en la ciencia.
De la misma manera en que las estrellas se forman en los rincones más lejanos del cosmos, la adolescente anhela que su labor siembre las semillas para una nueva generación de científicos y exploradores espaciales.
A pesar de su corta edad, está convencida de que puede influir en los jóvenes y motivar a las mujeres a perseguir sus sueños en un campo que históricamente ha sido dominado por hombres. Sin embargo, esto está cambiando, ya que mujeres talentosas han demostrado su capacidad para contribuir a la ciencia y, por ende, a la humanidad, a través de sus investigaciones e innovaciones.
Numerosos ejemplos destacan a mujeres que, a través de proyectos científicos e investigaciones en ciencia y tecnología, han logrado reconocimiento y premios por sus méritos. Un claro reflejo de este reconocimiento es el Women in Tech Awards, que anualmente celebra y resalta el talento femenino en áreas como informática, ingeniería, ciencia y matemáticas. Esta organización se dedica a premiar y valorar sus contribuciones excepcionales en estos campos.
En su tercera edición, dos peruanas, Melissa Amado y Natalia Vargas, recibieron los premios “Más disruptivo” y “Adolescente aspirante”, respectivamente. Infobae Perú conversó con una de ellas, quien expresó gran entusiasmo por sus logros. No obstante, para alcanzar su meta, tuvo que superar algunas dificultades.
Natalia Vargas, la peruana que nació para la ciencia
En agosto de 2024, Natalia Vargas fue premiada por Women in Tech Awards. Este acontecimiento llenó de alegría a sus familiares, amigos y profesores, quienes se enteraron que fue reconocida con el premio “Aspiring teen” o “Adolescente aspirante”, el cual celebra a las mujeres de entre 13 y 19 años por sus proyectos innovadores, habilidades tecnológicas y su capacidad para inspirar a los jóvenes.
Infobae Perú conversó con la adolescente, quien se mostró entusiasta y contenta durante gran parte de la entrevista. Sin embargo, este estado de ánimo no siempre la acompañó cuando tuvo que separarse de sus padres para enfrentar nuevos retos académicos en el colegio Sagrados Corazones Recoleta.
“En mi último año de secundaria, debía despertarme a las 5 de la mañana para llegar puntual, ya que vivía a 32 kilómetros de mi colegio. En el primer semestre, me esforcé mucho, pero hubo un momento en que comencé a llorar sin parar. Lloré porque sentía que no me iba a alcanzar el tiempo para estudiar y descansar. Luego, hablé con mis padres sobre la posibilidad de mudarme cerca de mi institución educativa; ellos aceptaron. Viví cuatro meses alejada de ellos, durante los cuales tuve que cocinar y movilizarme sola. Creo que ese tipo de experiencias te ayuda a desarrollar madurez”, contó Natalia, visiblemente conmovida.
La reciente galardonada ha dejado atrás la tristeza, ya que ahora cuenta con múltiples razones para sonreír. Una de ellas es el premio que recibió como resultado de su dedicación. Antes de que Women in Tech Awards le concediera este reconocimiento, la organización ya estaba al tanto de que Natalia estaba muy comprometida con proyectos y actividades que benefician a la ciencia.
Por ejemplo, se enteró que la peruana lidera “Misión Kosmos”, el primer campamento espacial latinoamericano que reúne a más de 20 voluntarios de diversas disciplinas académicas. Este innovador programa está diseñado para enseñar ciencias espaciales, incluyendo medicina aeroespacial, exploración lunar y tecnología satelital. Además, el campamento ofrece oportunidades para desarrollar habilidades prácticas en ciencia y tecnología mediante proyectos hands-on, como la construcción y el lanzamiento de cohetes propulsados por agua.
En su primera edición presencial, “Misión Kosmos” ha impactado a más de 40 estudiantes y ha establecido más de ocho alianzas nacionales e internacionales. Entre los apoyos destacados se encuentran organizaciones como el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) y la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial. Es preciso señalar que el campamento contribuye a la formación de la próxima generación de científicos y exploradores espaciales.
Sobre el proyecto que dirige, la joven que próximamente estudiará en el extranjero comentó lo siguiente: “Al principio, mi proyecto no estaba claro. Quería organizar un taller de cohetería, pero no sabía cómo combinar una serie de actividades relacionadas con el aprendizaje de la astronomía de manera que tuviera sentido y cumpliera un objetivo concreto. No se trataba solo de decirles a los chicos que tenían la oportunidad de aprender estos conocimientos, sino también de ofrecerles la posibilidad de desarrollarse como científicos”, señaló.
La peruana ha demostrado un firme compromiso con la educación y la divulgación científica a través de sus actividades de mentoría y enseñanza. Ha impartido más de 20 clases gratuitas en línea sobre ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) a unos 50 niños y adolescentes del país, brindándoles la oportunidad de explorar el fascinante mundo de la ciencia desde una edad temprana.
Sus investigaciones le han abierto puertas a nuevas oportunidades. Según contó, tuvo el privilegio de capacitarse como astronauta, una experiencia que la llevó a presentar sus descubrimientos a miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA). Sobre el hallazgo de la joven investigadora, es importante dar a conocer en qué consistía. “Mi artículo aborda cómo las ondas armónicas pueden contribuir a la mejora de la salud de los astronautas. También examiné métodos para prevenir el estrés en los astronautas”, explicó.
En la actualidad, nuestra connacional disfruta de una beca proporcionada por University Placement. Este programa está diseñado para apoyar a estudiantes que, a pesar de su excelencia académica, provienen de entornos sociales vulnerables, facilitándoles la postulación a programas universitarios en Estados Unidos.
Natalia sabe que pronto se separará de sus padres por un tiempo prolongado. Es consciente de que este sacrificio es necesario para seguir creciendo académicamente. Sin embargo, como mencionó en algún momento de la entrevista, se siente preparada emocionalmente, ya que ha enfrentado dificultades previas al vivir sola durante su último año de secundaria. En el extranjero, le gustaría cursar un doble grado en Física e Ingeniería Aeroespacial.
“Generalmente, se tiene la idea de que un proyecto puede fallar, y eso es completamente normal. Al principio, cuando lideré “Misión Kosmos”, sentía mucho miedo. A veces, lo valioso del aprendizaje radica en cometer errores y reconocer que esas lecciones adquiridas te serán útiles en el futuro”, concluyó.