La celebración de la ‘yunza’, también conocida en algunas regiones como ‘cortamonte’ o ‘umisha’, se ha mantenido a lo largo del tiempo como uno de los eventos más coloridos y significativos del Perú, especialmente en las zonas de la sierra y la selva.
Esta festividad, que tiene sus raíces en tradiciones ancestrales, es una vívida manifestación de alegría, música, danza y un despliegue de colores, que captura la esencia de la cultura peruana y la exalta ante los ojos del mundo.
El fin del verano
Desde hace cientos de años, la ‘yunza’ ha sido una fiesta esperada que se lleva a cabo preferiblemente al término del verano, momento en el que el cambio de estación se hace presente con un ambiente más cálido y húmedo, ideal para festejar. En este contexto, el pueblo se congrega, anticipando con entusiasmo la serie de actividades que se desarrollarán.
Este antiguo ritual ha evolucionado, adaptándose y fusionándose con otras culturas, resaltado por hallazgos que indican su práctica incluso en la cultura Moche, centrada alrededor del concepto del ‘árbol de la vida’, llamado ‘Mallki’.
¿Qué dice la RAE?
Según la Real Academia Española, la ‘yunza’ es definida como una festividad de carnaval que gira en torno al acto de trasplantar y adornar un árbol con regalos y coloridas cintas, que posteriormente es derribado al ritmo de la música y la danza.
Las variaciones regionales de la ‘yunza’ enriquecen la tradición, adaptándola a las costumbres y preferencias locales. Así, mientras que en la selva es conocida como ‘umisha’ y en la costa como ‘cortamonte’, en la sierra se le llama ‘sacha cuchuy’, término quechua que significa ‘cortar árbol’.
Estos nombres reflejan no solo la diversidad lingüística del país, sino también la capacidad de sus habitantes para integrar y reinterpretar sus tradiciones.
Lo que necesito para una yunza
Para celebrar una ‘yunza’ es necesario insertar regalos en el interior del árbol, alrededor del cual se danza al son de la música, mientras se va cortando el tronco hasta que este cae, permitiendo así a los participantes recoger los obsequios.
Con el objetivo de promover la sostenibilidad y cuidado medioambiental, algunas comunidades han comenzado a incorporar actividades de reforestación como parte de la ‘yunza’, como un tributo a sus raíces ancestrales que siempre han valorado la naturaleza y su protección.
Tradición viva
Pese a que en Lima, la presencia de la ‘yunza’ ha disminuido, principalmente debido a cambios socioculturales y a la gran migración andina a la capital en décadas pasadas, en las regiones andinas y selváticas del Perú, la tradición de la ‘yunza’ se mantiene más viva que nunca.
Esto demuestra no solo la fortaleza de esta práctica cultural, sino también su importancia como elemento de cohesión social y expresión de identidad.
Al celebrar la ‘yunza’, se honra no solo una tradición de siglos, sino que también se fortalece el tejido social y cultural del país, recordando a las presentes y futuras generaciones la importancia de mantener vivas sus raíces y tradiciones.