Alerta en Piura: Río Bigote alcanza umbral rojo y pone en peligro a cinco centros poblados

Las recientes lluvias que azotaron la región norte del Perú han desatado una serie de eventos que pusieron en alerta a las autoridades y a la población. El río Bigote, en Piura, superó su umbral hidrológico, generando preocupación en cinco centros poblados de esta zona del país. Calles inundadas y sistemas de drenaje colapsados fueron algunas de las consecuencias de estas fuertes lluvias, que no solo golpearon a la capital provincial, sino también a diversos distritos aledaños como Chulucanas, Ayabaca, Sapillique, Castilla y Canchaque.

El desbordamiento del río Bigote, uno de los principales cuerpos de agua de la región, alcanzó cifras alarmantes. A las 10:00 de la noche del miércoles 21 de febrero, este río alcanzó los 389.47 metros cúbicos por segundo, según el aviso hidrológico N.º 532 del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Esta situación pone en riesgo a comunidades como Barrios, Barrios Alto, Cardal, Miguel Pampa y Bado de Garsas, que podrían enfrentar inundaciones y otros peligros derivados del aumento del caudal.

Ante esta coyuntura, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) insta a las autoridades locales a mantener activos sus planes de contingencia, fortalecer los sistemas de alerta temprana y garantizar la organización de la población para enfrentar posibles evacuaciones. Es fundamental un monitoreo constante de los ríos y una rápida respuesta ante cualquier emergencia que pueda surgir.

En caso de presentarse alguna emergencia por inundación, es preferible alejarse de los cables de energía eléctrica o torres de alta tensión, evitar cruzar por los ríos que hayan aumentado su caudal y mantenerse atentos a las recomendaciones de las autoridades locales.

El Indeci, a través del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), monitorea permanente y constantemente los peligros, las emergencias y desastres ocurridos a nivel nacional en coordinación con las autoridades regionales y locales.

El premier Alberto Otárola se pronunció sobre la situación, destacando los esfuerzos del gobierno en materia de prevención y seguridad ciudadana. Sin embargo, la realidad en las zonas afectadas muestra una situación distinta, con ciudadanos aislados y comunidades en riesgo debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por las lluvias.

El Ministerio de Defensa desplegó militares para brindar apoyo en las zonas más afectadas, realizando labores de despeje de carreteras y ayudando en las tareas de rescate y asistencia a la población. La coordinación entre las autoridades regionales, locales y el gobierno central es clave para enfrentar esta emergencia y mitigar sus impactos en la población.

• Pérdida de vidas humanas: los huaicos pueden ser muy peligrosos y causarían la muerte de personas que se encuentren en el camino del alud.
• Daños a la propiedad: este fenómeno provocaría la destrucción de viviendas, infraestructuras, animales y cultivos, lo que puede tener un impacto económico significativo en las comunidades afectadas.
• Interrupción de servicios básicos: viéndose afectados los servicios básicos como carreteras, puentes, redes eléctricas y de comunicaciones, lo que puede dejar a las comunidades aisladas y sin acceso a servicios esenciales.
• Contaminación del agua: a su paso, arrastra desechos, materiales tóxicos y otros contaminantes hacia ríos y cuerpos de agua cercanos, lo que puede afectar la calidad del agua y la salud de las personas y los animales que la consumen.
• Afectaciones a la salud: los huaicos pueden generar enfermedades e infecciones, ya que el agua y los lodos arrastrados pueden contener bacterias y otros microorganismos.