¿Cómo proteger a los niños del sarampión y la rubéola frente a la alerta epidemiológica del Minsa?

Los menores de edad, sobre todo los niños más pequeños, son los más vulnerables a estas enfermedades virales. Cómo prevenir el riesgo de contagio

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El sarampión y la rubéola son dos enfermedades virales que afectan principalmente a los niños más pequeños (Shutterstock)
El sarampión y la rubéola son dos enfermedades virales que afectan principalmente a los niños más pequeños (Shutterstock)

El 26 de enero, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) emitió una alerta sobre el riesgo de casos importados de sarampión-rubéola (SR) y de síndrome de rubéola congénita (SRC). El objetivo de dicha alerta es reforzar la vacunación y la vigilancia epidemiológica en todos los centros de salud del país.

Debido a que el sarampión y la rubéola son dos enfermedades virales que afectan principalmente a menores de edad, sobre todo a los niños más pequeños, es importante aplicar ciertas medidas de prevención para reducir el riesgo de contagio.

¿Qué es el sarampión?

El sarampión se transmite por el aire cuando individuos afectados estornudan, tosen o simplemente respiran cerca de otros (Europa Press)
El sarampión se transmite por el aire cuando individuos afectados estornudan, tosen o simplemente respiran cerca de otros (Europa Press)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sarampión es una de las enfermedades virales más comunes y se caracteriza por ser extremadamente contagiosa. Se transmite por el aire cuando individuos afectados estornudan, tosen o simplemente respiran cerca de otros.

El sarampión representa una amenaza para la salud, especialmente en niños menores de 5 años, ya que tienen más riesgo de contagio y son los más vulnerables a las complicaciones que puede presentar esta enfermedad viral, tal como señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esto se debe a que, a pesar de que el sarampión puede afectar a individuos de cualquier edad, los niños son especialmente susceptibles porque sus sistemas inmunológicos se encuentran aún en desarrollo.

A diferencia de los adultos, el sistema inmunológico de un niño está aprendiendo a reconocer y combatir patógenos debido a que  él no ha estado expuesto a una amplia gama de virus y bacterias, lo que significa que tiene menos inmunidad adquirida a enfermedades específicas como es el caso del sarampión.

Síntomas del sarampión

El rasgo más notorio del sarampión y la rubéola es el sarpullido (Shutterstock)
El rasgo más notorio del sarampión y la rubéola es el sarpullido (Shutterstock)

Los síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus y, de acuerdo a Mayo Clinic, son los siguientes:

  • Fiebre
  • Tos seca
  • Goteo de la nariz
  • Dolor de garganta
  • Ojos inflamados (conjuntivitis)
  • Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en la cara interna de la mejilla
  • Sarpullido caracterizado por manchas grandes y planas que, generalmente, se funden entre sí

¿Cómo prevenir el sarampión?

La vacuna contra el sarampión ha demostrado ser segura y eficaz, debido a que ofrece una protección efectiva contra esta enfermedad viral: no solo previene el desarrollo de la enfermedad en quien recibe la vacuna, sino que también reduce el riesgo de transmisión a terceros.

La vacuna contra el sarampión debe llevarse a cabo en dos dosis para aumentar su nivel de eficacia. El Minsa indica que la primera dosis se aplica a los niños de 12 meses de edad y la segunda, cuando el menor cumple 18 meses.

Las vacunas son las manera más efectivas de prevenir el sarampión y la rubéola (Europa Press)
Las vacunas son las manera más efectivas de prevenir el sarampión y la rubéola (Europa Press)

Aparte de la vacuna, existen otras medidas de prevención contra esta enfermedad viral: por un lado, mantener buenos hábitos de higiene, sobre todo en el lavado de manos. Por otro lado, aislar a la persona que presenta síntomas para evitar el contagio.

¿Qué es la rubéola?

La rubéola es una enfermedad viral aguda y altamente contagiosa que suele afectar más a los niños menores de 5 años y cuya transmisión se produce por vía respiratoria, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El mayor riesgo asociado a esta enfermedad viral se presenta durante la gestación porque el contagio de rubéola en las primeras etapas del embarazo puede resultar en complicaciones severas, como el aborto espontáneo y la muerte fetal. Además, también pueden originarse malformaciones congénitas, en este último caso se le denomina síndrome de rubéola congénita (SRC).

El agente infeccioso responsable de la rubéola se propaga principalmente a través de gotas en el aire liberadas al estornudar o toser por parte de personas infectadas. Se destaca que el ser humano representa el único huésped para este virus, situándose como punto central en la cadena de transmisión de esta enfermedad viral.

Síntomas de la rubéola

En el caso de la rubéola, la vacuna contra esta enfermedad se aplica en dos dosis: una cuando el niño tiene entre 12 y otra a los 4 años de edad (Europa Press)
En el caso de la rubéola, la vacuna contra esta enfermedad se aplica en dos dosis: una cuando el niño tiene entre 12 y otra a los 4 años de edad (Europa Press)

Los síntomas de la rubéola pueden manifestarse entre dos y tres semanas tras el contacto con el virus:

  • Fiebre baja
  • Malestar general
  • Síntomas respiratorios del tracto superior y diarrea

Sin embargo, en cuanto al sarpullido, el área de salud infantil de la Universidad de Standford destaca que comienza en la cara y luego se propaga hacia abajo: al tronco, los brazos y las piernas; pero que, generalmente, desaparece entre el tercer y el quinto día.

¿Cómo prevenir la rubéola?

La vacuna contra la rubéola es la forma más efectiva de prevenir esta enfermedad viral. Generalmente, se aplican dos dosis en combinación con la vacuna del sarampión y las paperas, una cuando el niño tiene entre 12 y otra a los 4 años de edad.

Otras formas de prevenir la rubéola son: asegurarse de que todas las personas que entran en contacto con el niño hayan sido vacunados contra la rubéola. Pero si el niño ya ha sido contagiado es necesario evitar que asista a la escuela durante los siete días posteriores a la aparición del sarpullido.