Navidad 2023: ¿por qué se arma el árbol navideño, cuál es su origen y su significado?

La celebración de la Navidad es una de las épocas más anheladas del año, en especial por los niños, quienes esperan con emoción la llegada de esta fecha. Una de las costumbres más arraigadas y que refuerza la unión familiar en esta temporada es la instalación y decoración del árbol de Navidad. El árbol, que tiene un significado profundo como símbolo de vida y el amor de Dios, es decorado de manera personalizada según las preferencias de cada familia, lo que plantea interrogantes sobre su origen y la razón de ser de esta práctica.

Ya sea optando por árboles artificiales o naturales, como los pinos o abetos, las familias los adornan con estrellas, luces, guirnaldas, ángeles y figuras de Papá Noel, entre otros accesorios navideños. Se trata de una tradición que no solo embellece los hogares sino que también juega un papel central en la ceremonia de intercambio de regalos, pues es bajo el árbol donde típicamente se colocan los presentes para ser abiertos tras la cena navideña.

El árbol de Navidad, así, se convierte en un punto de encuentro familiar en Nochebuena. El intercambio de regalos a su alrededor y la expectativa de abrirlos constituyen momentos cumbre de la festividad, particularmente para los niños. Este acto subraya los valores de generosidad y afecto, fortaleciendo los vínculos familiares en estas fechas tan especiales.

La tradición del árbol de Navidad tiene raíces en varias costumbres de antiguas civilizaciones, previas al cristianismo. En Europa, los celtas marcaban el solsticio de invierno adornando robles con frutas y velas, lo que representaba el concepto de vida inmortal. Durante el festival romano de Saturnalia, se acostumbraba a decorar árboles con elementos similares.

En el siglo XVI, en Alemania, nace la tradición de decorar árboles pequeños con manzanas, nueces y papel. Este hábito se extendió por toda Europa y posteriormente llegó a América del Norte gracias a los inmigrantes alemanes. Fue en el siglo XIX cuando la práctica del árbol de Navidad se popularizó significativamente en el Reino Unido, influenciada por el príncipe Alberto, de origen alemán.

Para finales del siglo XIX y comienzos del XX, el árbol de Navidad ya era un elemento importante en las festividades de los hogares occidentales. Con el paso de los años, se fueron sumando innovaciones como las luces eléctricas y los adornos de vidrio, consolidando la tradición de reunirse alrededor del árbol para el intercambio de regalos.

El armado del árbol de Navidad es una costumbre profundamente arraigada en los hogares de todo el mundo. Aunque la fecha de su instalación puede variar de acuerdo con las tradiciones locales o familiares, en el ámbito católico se tiene como referencia el 8 de diciembre

Esta práctica fue respaldada por el Papa Pío XII en 1954, alineándola con la conmemoración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. La Iglesia Católica marca este día como el inicio del periodo navideño, que finaliza con la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Sin embargo, es habitual que las familias escojan momentos distintos para el montaje del árbol, ajustando esta tradición a sus costumbres personales.

Desde ese momento, el árbol de Navidad es un infaltable en los hogares en el mes de diciembre y además de la decoración, se convierte en el lugar donde se dejarán los regalos para todos los integrantes de la familia.

Los adornos de Navidad, llenos de luz y color, no son simplemente elementos decorativos que embellecen nuestros hogares durante la temporada festiva; más bien, encierran un profundo simbolismo que trasciende lo estético. Cada adorno, desde las brillantes bolas hasta las relucientes estrellas, lleva consigo una historia única que refleja la esencia de la celebración navideña.

• Luces y velas: Representan la luz de Cristo que ilumina al mundo en la oscuridad del invierno. En el contexto más amplio, simbolizan la esperanza y la buena voluntad durante un periodo de oscuridad.
• Estrella: Colocada generalmente en la cima del árbol, simboliza la Estrella de Belén que guió a los Reyes Magos hasta el lugar de nacimiento de Jesús.
• Bolas o esferas: Antiguamente representaban las manzanas del árbol del Paraíso y, con el tiempo, pasaron a simbolizar los frutos del árbol de la vida, además de la redondez de la Tierra.

• Colores: Los colores también tienen su simbolismo, donde el rojo representa la sangre de Cristo, el verde la vida eterna y la naturaleza, y el dorado la luz y la riqueza.
• Coronas de Adviento: Con cuatro velas representando las semanas del Adviento, simbolizan la preparación y cuenta regresiva para el nacimiento de Cristo.
• El Belén o pesebre: Representa la escena del nacimiento de Jesucristo y es uno de los principales símbolos cristianos de la Navidad.
• Guirnaldas: Simbolizan la eternidad y la continuidad de la vida, al no tener principio ni fin.
• Campanas: Anuncian la llegada de Jesús y la propagación de la buena nueva.