El expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), quien debe entregarse a las autoridades estadounidenses para efectuar su extradición, pisará territorio peruano entre el martes 25 y miércoles 26 de abril, confirmó su abogado Roberto Su.
El letrado estimó que el exmandatario estará en una prisión de ese país durante unos cuatros días, hasta que sea dispuesto a la Justicia peruana para responder por cargos de corrupción.
Su precisó que, ante la orden de un juez, Toledo ya entregó su pasaporte para continuar con el procedimiento. La exprimera dama, Eliane Karp, debe hacer lo propio, aunque el documento será devuelto una vez que su esposo quede bajo arresto.
“Sabemos que, llegando al aeropuerto de Perú, será puesto a disposición del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) mientras una comisión tome decisiones que correspondan para personas que tienen la investidura de jefe de Estado”, añadió la defensa.
“Mi salud es muy mala. Tomo 14 pastillas diarias, tengo hipertensión y sufro por los remanentes del cáncer. Solo respeten eso, no han probado nada y ya me quieren meter en la cárcel”, dijo en una entrevista concedida a EFE horas antes de entregarse como paso previo a ser extraditado.
“Le pido a la justicia peruana que no me mate en la cárcel, déjenme luchar con argumentos”, añadió al “romper el silencio” mediático que ha mantenido los últimos siete años.
El caso que porta el nombre de esta constructora brasileña se engloba dentro de la trama conocida como Lava Jato y ha sido el mayor escándalo de corrupción de la historia en Latinoamérica.
Odebrecht salpicó también a los expresidentes Alan García (1985-1990 y 2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016), Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como a la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000).
“El narco nunca había campado tan a sus anchas como ahora. La vida en Perú hoy no vale nada”, expresó para hacer hincapié en que, en este contexto, siente “miedo” del sistema penitenciario peruano.
“Yo no soy un fugitivo como Fujimori. Yo me mudé al lugar (Bahía de San Francisco) donde me formé (...). Tampoco me escaparía ahora, eso sería reconocer mi culpabilidad”, concluyó.