Ofrecer una experiencia ágil en un solo lugar como diferencial clave en las finanzas

El sistema financiero tradicional utiliza métodos y procedimientos antiguos que consumen mucho tiempo y fallan al momento de evitar fricciones con sus usuarios. Las personas buscan procesos cada vez más rápidos y simples

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Para satisfacer la demanda de velocidad, de eficiencia y de experiencias satisfactorias de usuarios cada vez más exigentes, los proveedores financieros deben integrar nuevas tecnologías en sus servicios
Para satisfacer la demanda de velocidad, de eficiencia y de experiencias satisfactorias de usuarios cada vez más exigentes, los proveedores financieros deben integrar nuevas tecnologías en sus servicios

Según McKinsey, el uso de los métodos de cobro y pago digitales aumentó entre un 20 y un 50% durante los primeros seis meses de covid-19. Y esta tendencia continúa. Otro estudio de la consultora informa que los consumidores exigen procesos más flexibles cuando se trata de banca digital. El 71% prefiere interacciones multicanal y el 25% quiere una experiencia 100% digital con su banco, con asistencia humana remota disponible cuando sea preciso.

La Argentina ocupa el cuarto lugar en lo que respecta a cantidad de fintechs en la región: encabeza la lista Brasil, seguido por México y Colombia (BID-Finnovista, 2022). Por su parte, la penetración cripto en la Argentina es del 12%, la tasa más alta de Latinoamérica (Americas Market Intelligence). En tanto, de acuerdo con Statista (2022, junio), el uso del fintech ha estado en constante crecimiento durante los últimos años en la región, de hecho, se espera que el número de usuarios supere los 380 millones de usuarios para 2025.

Para satisfacer la demanda de velocidad, de eficiencia y de experiencias satisfactorias de usuarios cada vez más exigentes, los proveedores financieros deben integrar nuevas tecnologías en sus servicios. Esto habilita dar la experiencia ágil que los consumidores esperan. Si los gigantes como Amazon permiten que los clientes completen una compra en segundos, abrir una nueva cuenta bancaria no debería requerir una reunión cara a cara.

En esta dirección, los servicios fintech reducen la brecha entre lo que ofrecen los bancos tradicionales y lo que espera el consumidor moderno. Este sector está experimentado un crecimiento masivo. De acuerdo con The Business Research Company, el mercado global fintech se ha valorado en USD 127,66 mil millones en 2018 y se espera que crezca a USD 309,98 mil millones con un crecimiento anual de casi el 25% durante el corriente año.

En América Latina, la celebración en torno a las fintech será aún mayor cuanto más contribuyan a incrementar la competencia y las alternativas de productos y servicios financieros

Mientras tanto, la banca tradicional viene realizando muchos esfuerzos para alcanzar el nivel de satisfacción del cliente que ofrecen las fintech. Sin embargo, a pesar de la creatividad puesta en marcha para acortar la brecha con las fintech (y la fuga de clientes), de acuerdo con la consultora Adila, todavía perviven dos inconvenientes fundamentales: las restricciones horarias y las demoras. En cambio, la liquidez automática que ofrecen las fintechs las 24 horas del día, sumadas las tarjetas prepagas para utilizar en cualquier comercio físico o digital, créditos e inversiones cripto, todo en un solo lugar y con acceso casi inmediato, siguen representando una ventaja considerable.

Incluso, hoy en día los tenedores de criptoactivos tienden a utilizar más de una plataforma fintech porque han madurado y comparan productos de forma constante. Por este motivo, mientras más productos tenga una fintech integrados en un solo lugar, superior será su oferta y su usabilidad, claves para ganar competitividad y brindar acceso no solo a una criptomoneda, sino a un ecosistema cripto completo.

En suma, las fintech ya han hecho mucho en nuestra región en general y en la Argentina en particular, pero se necesita más. En América Latina, la celebración en torno a las fintech será aún mayor cuanto más contribuyan a incrementar la competencia y las alternativas de productos y servicios financieros, especialmente aquellos que se adecuen a las necesidades puntuales de nuestras economías, empresas y ciudadanos.

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