Con tal película, que muchos podrán decir "ya la vi", pasa algo similar con el FMI, parece el retorno del rey o la reina. El famoso artículo V hace de las suyas en la región.
Primero, una razón particular por la cual esto debería funcionar es que Christine Lagarde tiene otras aspiraciones que permanecer en la silla del FMI representando los intereses de las empresas estadounidenses y europeas; aspiraciones como acceder al Banco Central Europeo. Por lo tanto, ¿por qué haría esta apuesta de financiamiento hacia la economía argentina si creyera que no va a funcionar? Se pasó de un acuerdo por 50 mil millones de dólares a 57.100 millones de dólares, en otro escenario, un nuevo presidente del banco central estudioso de los defaults soberanos, según la UTDT, ¿será una señal de lo que viene? ¿Por eso precisamos a los mejores?
Segunda razón para que esto tenga que funcionar tiene que ver con una cuestión geopolítica en la región sudamericana. Con este acuerdo renegociado, uno podría ponerse a describir el simbolismo del anuncio y el lugar donde se realizó. La pregunta es si alcanzarán estos 57.100 millones de dólares hasta diciembre de 2019 y así poder entregar el país con niveles de deuda sobre el PBI bajos, como sucedió en el 2015. Lo que sí sabemos es que lo único que tuvo que hacer para conseguir esa ampliación del acuerdo fue decir que denunciaría a Venezuela ante la Corte Penal Internacional por las violaciones a los derechos humanos en la sesión de la ONU. Por 7100 millones de dólares somos el Chocobar de la región que ya gastó sus políticas económicas —balas— y ahora no sabe dónde comprar nuevas. En esta incursión acompañan Colombia, Chile, Perú y Paraguay.
Ahora pasemos al contexto, se fue Toto Caputo sin pedir permiso y Sandleris cree que el problema inflacionario es una cuestión monetaria. No cambió nada y, como dijo Forbes, esto es el Titanic Buenos Aires.
Sobre la propuesta de bandas cambiarias se verá en el tiempo su efecto, pero el problema no es ese, sino la demanda de dólares en un contexto recesivo, donde las personas ahorran en dólares ante el nivel inflacionario actual. Encima les ofrecen un cronograma de depreciación. ¿Una especie de tablita Martínez de Hoz? Pero en los tiempos del Instagram o, como diría Mondino, la economista de la City, es una "tablanda", depreciación anunciada entre bandas, mes a mes, que solo favorece a los exportadores, que, cuando el tipo de cambio llegue a 60 pesos por dólar, habrán logrado reducir el derecho de exportación a niveles antes de la modificación de retención de cuatro pesos por dólar.
En lo que resta del 2018 y el 2019 se deben pagar unos cincuenta mil millones de dólares en capital e intereses y, si sumamos el déficit comercial, la fuga de capitales y el giro de utilidades y dividendos, los números no cierran. Las balas que utilizaron el Ejecutivo y el mejor equipo de los últimos 50 años que iba a resolver los problemas de hace 70 años fueron: libre compra de dólares, libre movilidades de capitales, desregulación del comercio exterior y libre liquidación de divisas por los exportadores cuando lo decidan. Estas cuatro balas desangraron a la economía nacional en recursos que se fueron y se están yendo. Entonces, ¿para qué sirve firmar un acuerdo que te condiciona ahora y a futuro, porque el mercado ya no te financia, para que sigan desangrándose los recursos hacia el exterior e incrementar el endeudamiento?
Las razones por las cuales llegar a la recta final "diciembre 2019" tendrá sus momentos. Desde que asumió este Gobierno el acumulado por el saldo comercial dio un déficit comercial de 12.507 millones de dólares, con déficit comercial en los primeros siete meses de 2018 de 5800 millones de dólares. El giro de utilidades y dividendos de 2016 a 2018 (enero a julio) suma unos 6156 millones de dólares. En el mismo período el ingreso de capitales (productivos más especulativos, sin tener en cuenta los egresos) sumó 32.044 millones de dólares según Estudios Sectoriales Económicos del Centro Cultural de la Cooperación; de ese total el 80% son especulativos. La corrida cambiaria comenzó cuando esta masa de dinero comenzó a salir; a partir de abril del corriente se fueron unos 3.500 millones de dólares, el 10%, o sea que puede haber otra corrida por parte de estos fondos. Entonces, ¿se resolvió la cuestión de fondo? No, pero sumemos otro dato que es la fuga de capitales que en los primeros ocho meses acumula una salida de 22.050 millones de dólares, el equivalente a todo el 2017. ¿Este fuerte desangre de recursos está contemplado en el acuerdo del FMI con los intereses que hay pagar?
Sin embargo, no queremos dejar afuera un detalle de este retorno del FMI a la Argentina poniendo un ejemplo, Haití, país donde el FMI recomendó, bajo el SMP (acuerdo), que la política fiscal se enfocara en movilizar los ingresos presupuestarios nacionales para dejar espacio a los necesarios incrementos en la inversión pública, especialmente con respecto a la reconstrucción de los efectos del huracán Matthew y las inversiones en salud, educación y servicios sociales. Esto se logrará en parte mediante la eliminación de subsidios excesivos, incluidos los subsidios a la venta minorista de combustibles. Fundamentalmente, estas acciones irán acompañadas de medidas de mitigación para proteger a los más vulnerables. El SMP también reconoce que para proporcionar los recursos para aumentar la inversión pública y aumentar el crecimiento económico en el mediano plazo, es vital poner fin a las grandes pérdidas derivadas de las operaciones de la empresa pública de electricidad EDH, que en los últimos años han sido responsable de aproximadamente la mitad del déficit del sector público.
Por estas últimas razones vemos muy difícil que el acuerdo con el FMI solucione los problemas de la economía en este contexto.