Tip del día: “síndrome del trabajador quemado”, mejor que “burnout”

Las erratas pueden dar la imagen de ser una persona poco preparada

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En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre será benéfico en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que una persona posee; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en fusión con la RAE, emite en su página web y de manera constante diversas recomendaciones con el objetivo de velar por el buen uso del idioma español.

Uso correcto

Las expresiones síndrome de desgaste profesional o, más coloquialmente, del trabajador quemado son alternativas en español al anglicismo burnout.

En los medios de comunicación pueden verse frases como «Síndrome de Burnout, ¿qué es y cómo se puede prevenir?», «El burnout es oficialmente una enfermedad de trabajo reconocida por la OMS» o «El agotamiento o burnout ya es oficialmente un diagnóstico médico legítimo».

De acuerdo con el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina, síndrome de desgaste profesionales la traducción apropiada de esta voz inglesa que literalmente equivaldría al sustantivo quemado.

El diccionario académico recoge, entre las muchas acepciones del verbo quemar, la de ‘dejar a alguien en condiciones poco adecuadas para seguir ejerciendo una actividad o desempeñando un cargo’ y lo ejemplifica con «Ese puesto quema mucho» y «Se quemará si sigue dedicando tantas horas al trabajo».

En esta misma obra, este sentido del verbo quemar, extensible a su participio quemado, figura con la marca de coloquial, por lo que en ese mismo registro son también válidas las traducciones síndrome del profesional quemado, del trabajador quemado o, simplemente, del quemado,que ya cuentan con cierto uso en la prensa.

Por tanto, en los ejemplos anteriores hubiera sido más apropiado optar por «Síndrome del trabajador quemado, ¿qué es y cómo se puede prevenir?», «El síndrome de desgaste profesional es oficialmente una enfermedad de trabajo reconocida por la OMS» y «El agotamiento o síndrome del quemado ya es oficialmente un diagnóstico médico legítimo».

Asimismo, se recuerda que, si se opta por emplear la voz inglesa, esta necesita resalte —letra cursiva o comillas—. Además, al tratarse de un sustantivo común, se escribe con minúscula inicial. Los principales diccionarios de lengua inglesa lo recogen en una sola palabra, sin espacio ni guion: burnout y no Burnout, burn out, burn-out, etc.

¿Cuál es el papel de la RAE?

(RAE)
(RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.

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