Shitstem, la rapera argentina que cautivó a Boric: “Canto sobre depresión y feminismo porque son parte de mi vida”

La joven de 20 años, revelación de la escena urbana local, habló con Infobae sobre cómo fue cantar para el presidente chileno, por qué eligió pausar el lanzamiento de música nueva y su compromiso con las luchas sociales. “Las mujeres que hacen rap están invisibilizadas”, aseguró.

Compartir
Compartir articulo
Shitstem, de tan solo 20 años, es una de las nuevas voces de la escena de rap en Argentina.
Shitstem, de tan solo 20 años, es una de las nuevas voces de la escena de rap en Argentina.

“¿Cuánto cabe en un metro cincuenta?”, se interroga Juana Passeri en “Huyan”, uno de sus temas más potentes. La pregunta es pertinente, porque cada vez que rapea Shitstem, el nombre que eligió Juana para su alter ego artístico -ella no se considera rapera- va al hueso.

Juana tiene 20 años. Nació en Mar del Plata, una ciudad que considera bellísima por su arquitectura, pero es para “pasar la juventud y vejez, todo lo que pasa en el medio, no”. Hace muy poco se vino a vivir a Capital Federal, y está impresionada por la cantidad de propuestas que tiene. Se ríe, piensa lo que dice, pero también se la nota muy tranquila, sin apresurarse por lo que se viene.

Su corta edad y estatura contrastan con la contundencia de sus presentaciones, que responden a la firmeza con la que se planta en el escenario. En noviembre de 2019, Shitstem cerró el festival de la 5ta Marcha de la Gorra en Mar del Plata, estuvo en el escenario en la Marcha del Orgullo local, en el ciclo “Nosotras movemos al mundo” del CCK, en el homenaje a María Elena Walsh y en un acto por el aniversario de la guerra de Malvinas.

Hace unos días, a propósito de la visita del flamante presidente de Chile Gabriel Boric a la Argentina, Shitstem fue invitada a participar del concierto de la Hermandad argentino chilena, donde interpretó el tema “Mi nombre lo dice”, una rola tanguera que le tira a la indiferencia y a la falta de memoria. La rapera logró cautivar a los allí presentes, incluido a un visiblemente enfervorizado Boric, cuya melomanía está ampliamente documentada en sus redes sociales.

La música es también el contexto natural de Juana. Se crió en el estudio de grabación de Facundo Passeri, su papá, quien la acompaña en casi todos los temas. Escuchó siempre de todo, aunque el rap le llamó la atención en especial, incluso antes de entender qué valor tenía como género. La mini tomboy seguía de cerca la movida de los varones tirando rimas en plazas, el boom de El Quinto Escalón (la histórica competencia de freestyle que funcionaba en el barrio porteño de Caballito), a sus propios amigos improvisando, pero pensaba que eso no era para ella, aunque metió fichas a la teoría. Trocó el viaje de egresados por unos días en New York con sus padres. Juana necesitaba ver en carne propia todas esas ideas que había leído hasta saberlo de memoria. Y algo hizo click.

-¿Cuándo y cómo empezaste a rapear?

-Escribo desde muy chica, pero cuentos o historias, no las pensaba como canciones. La primera vez que me junté con quienes ahora forman mi grupo de amigos estábamos caminando por la costa y me alejé y empecé a escribir con el celu. Cuando se dieron cuenta me pidieron que se los lea. No lo hice rapeando porque me daba mucha vergüenza, pero me escucharon y me dijeron que era hermoso. Tiempo después mi papá encontró un cuaderno con letras y me incentivó a grabar algo. Así hicimos mi primera canción “Arte innato”, donde también participan mis tíos musicales, por así decirlo. En ese momento me di cuenta que tenía un apoyo alrededor para hacer lo que quería, que me motivaban.

-En el video de “Luro y Mitre” aparecen algunos nombres de artistas mujeres, como Taichu o Saramalacara. ¿Cómo ves la escena? ¿Creés que está creciendo?

-A ellas las menciono porque me gusta mucho lo que hace la RIPGANG. Me parece un colectivo de amigos que hace cosas muy piolas, autogestivas. Y las tres chicas tienen estilos muy distintos. Yo a toda chica que vea que rapea la empiezo a seguir, tenga un tema o mil, no importa. Si bien falta mucho creo que la situación está cambiando, porque chicas en el rap hubo siempre, el tema es que se las invisibiliza.

La interpretación de Shitsem de la canción "Mi nombre lo dice", ante los presidentes Alberto Fernández y Gabriel Boric.

-¿Cómo fue participar en un recital con tantas figuras importantes y los presidentes de Argentina y Chile entre la audiencia?

-Siempre que voy a ese tipo de eventos salgo con el corazón lleno. Quedé muy conforme con mi presentación. Con Flor Buggiani [su manager y quien también canta] tratamos de darle una vuelta a lo que hacemos, que no fuese una pista y ya. Ese día además fuimos con las chicas de Ruda, un colectivo autogestivo de mujeres para mujeres. Me acompañó DJ Giza que hace scratching y hace que todo sea más lindo. A veces también convoco a Protesta, que hacen ropa con cierto contenido. En “Nosotras movemos el mundo” me puse un chaleco con unas bermudas hechas con telas de fábricas recuperadas y las caras impresas en la tela tenían los rostros de los trabajadores y trabajadoras de esa fábrica.

Protestas, ansiedad y rimas

La militancia que mamó de chica, cuando acompañaba a su mamá a las manifestaciones, la hizo tomar conciencia desde muy temprano sobre la realidad que la rodeaba, en especial las injusticias del orden local. Shitstem rapea a favor de la educación pública, sobre las desigualdades (“Esto es autogestión, no es empresa de familia”), el feminismo y todo aquello que le parezca que haya que señalar. Protesta, denuncia y mucho pero mucho flow. En lo combativo también se cuelan problemáticas que trascienden lo geográfico, como en HWGA, la canción que escribió sobre salud mental, algo cada vez más común y que aparece a edades más tempranas.

Sin saber lo premonitorio del caso, a Juana siempre la guiaron los libros. Sin referentes ni consejos familiares, cuando necesitaba algún tipo de contención, se acercaba a una librería y pedía recomendaciones. Lo hizo en su adolescencia para mitigar los efectos del bullying, volvió para informarse sobre ansiedad y una vez más, y con el factor azar mediante (estaba yendo a cambiar un regalo) preguntó sobre textos de hip-hop. Ese título (“Generación Hip-Hop. De la guerra de pandillas y el grafiti al gangsta rap”, de Jeff Chang) funcionó como un catalizador de algo que estaba a punto de explotar.

Shitstem fue la sensación del recital organizado por el gobierno argentino en el CCK por la visita del presidente chileno Gabriel Boric.
Shitstem fue la sensación del recital organizado por el gobierno argentino en el CCK por la visita del presidente chileno Gabriel Boric.

-Hay un debate constante sobre la veracidad de las letras en el hip-hop. ¿Qué pensás de quienes cantan cosas que no viven? ¿Harías algo así?

-Me sentiría muy incómoda. Ya me pasa de cantar cosas que escribí hace unos años y ahora pienso distinto. Así que por mi parte, no. Creo que si un artista canta sobre algo y después tiene que demostrarlo y es otra historia, él se va a perjudicar. Por otro lado, algunos buscan construir un personaje, eso ya tiene que ver con el arte y cómo lo interpreta cada uno. Yo sigo siendo Shitstem, pero Shitstem tiene más fuerza que Juana, por ejemplo, yo siento eso.

-Si hacemos un repaso por los artistas mainstream argentinos, casi todos flexean sobre lo mismo, lo cual puede ser un poco cansador. Llama mucho la atención que vos hayas sacado un tema sobre salud mental. Debe haber sido complejo el proceso, tanto de composición como el momento en que lo subiste.

-Fue muy difícil. Pero a mí me gusta contar quién soy y pensé que ya había cantado sobre las luchas sociales, feminismo. Tener ansiedad y depresión también es parte de mí y me parece importante que tomemos conciencia. Después recibí muchos mensajes de gente que está en la misma, que me agradeció por poner en palabras lo que le estaba pasando.

Lo que viene

Shitstem considera que no tiene “mentalidad de featuring”, las veces que cantó con alguien más fue invitada, pero por ahora no se anima a proponer. Y aunque haya algo de moda, piensa que las colaboraciones en la música son las que hicieron posible que la Argentina hoy esté posicionada donde está, porque una canción entre dos o más artistas también implica el linkeo de los productores en el estudio, de dos equipos, de dos representantes, etc. Por ahora no especula de esa manera, su viaje es más introspectivo, y allí entra la posibilidad de crear un disco.

Shitstem contó a Infobae que se dedicará a perfeccionar sus conocimientos de grabación antes de lanzar nueva música.
Shitstem contó a Infobae que se dedicará a perfeccionar sus conocimientos de grabación antes de lanzar nueva música.

-¿Va a ser un EP o algo más largo?

-No lo sé. Hacer un disco es un re proyecto, con muchas instancias. No quiero que esta época del “todo ahora” me consuma. De hecho hace mucho que no saco una canción y eso me está perturbando, pero trato de que no me consuma. Ahora estoy tratando de perfeccionar cómo grabo, por ejemplo. Pero quiero que sea una pieza de la que esté orgullosa.

-Por último, me gustaría que nombres a artistas que estés escuchando y que tal vez sea un descubrimiento para otro.

-Estoy escuchando mucho rap de chicas de España. Tribade, que son dos chicas lesbianas, Santa Salut, Sofía Gabanna, Elane, que además de ser rapera también es lesbiana y eso está buenísimo, Anier y Las ninyas del Corro. Y de acá la Soui Uno [con quien Shitstem compartirá escenario en el evento Nación Urbana] y Ana Tijoux.

SEGUIR LEYENDO