El escritor Hanif Kureishi y su diario en Twitter, tras su accidente en Roma

Carlo Kureishi, hijo del escritor británico, se ha dedicado a publicar la experiencia de su padre tras perder la movilidad de su cuerpo

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Hanif Kureishi
Hanif Kureishi

El día de San Esteban marcó un antes y un después en la vida del escritor británico Hanif Kureishi. Aquel 26 de diciembre, en víspera de finalizar el año 2022, él y su esposa, Isabella D’Amico, paseaban por Roma, de repente él se desplomó cerca a la Piazza del Popolo. Tan solo unos minutos antes habían mantenido una larga caminata atravesando los jardines de la Villa Borghese, justo después el autor de “El buda de los suburbios”, se dobló y cayó mal.

El escritor, de 68 años de edad, al caer se torció el cuello e inmediatamente perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, lo rodeaba un abundante charco de sangre y le preocupó no poderse mover. Ahora, a casi un mes de este accidente, continúa hospitalizado, sin poder realizar sus actividades por sí solo, y ha compartido en sus redes sociales para sus lectores una serie de reflexiones bajo el título de “No puedo coger un bolígrafo”.

Hanif Kureishi es mundialmente conocido por sus ensayos y novelas en las que aborda temas como la paternidad, el deseo, la inmigración y la cultura popular británica. A partir de su inmovilidad motriz, todo lo que dice, lo escribe su hijo Carlo Kureishi en Twitter, red social que se ha convertido en un diario donde hace un recuento de sus miedos y vivencias, como lo solía hacer en las páginas de sus libros.

Hanif Kureishi vía Twitter
Hanif Kureishi vía Twitter
“Se me ocurrió que no había coordinación entre lo que quedaba de mi mente y lo que quedaba de mi cuerpo. Estaba divorciado de mí mismo. Creía que me estaba muriendo. Creía que me quedaban tres bocanadas de aire”, Hanif Kureishi vía Twitter.

Entre los múltiples tweets, el autor, a través de su hijo, se ha convertido en narrador de su desgracia y en voz de las personas que se encuentran en su condición. Gracias a su cuenta, sus fanáticos se informan de su estado de salud y le envían sus mejores deseos. A pesar de su condición, Kureishi no ha perdido su humor ácido, escribiendo frases del tipo: Lo único bueno que puedo decir de la parálisis es que no tienes que moverte para cagar o mear”.

Para su recuperación, Kureishi fue instalado en el Hospital Agostino Gemelli de Roma, y Carlo explicó que recién lo han trasladado a la unidad de parálisis de la Fondazione Santa Lucia, a las afueras, cerca de Appia Antic. Su primogénito se encarga cada mañana de conversar con su padre vía telefónica, y él le explica lo que ha hecho, visto o pensado, así como qué escribir en su cuenta de Twitter y todo lo que ha imaginado a partir de su experiencia para futuros personajes.

Hanif Kureishi vía Twitter.
Hanif Kureishi vía Twitter.
Como siempre quise ser un sujeto en un experimento médico, estoy muy entusiasmado. En estos tiempos de mierda pero a veces alentadores, Tu querido amigo escritor, hanif x. Hanif Kureishi vía Twitter.

Ahora, Carlo Kureishi, como comunicador de su padre, ha declarado que su familia esperaba que la noticia del accidente circulara uno o dos días por la prensa, pero que nunca se imaginaron que la noticia y el estado de su padre se mantenga en boca de todos, como ha sido hasta ahora, gracias a la decisión del autor por relatar su experiencia en Twitter, donde se ha convertido en todo un fenómeno y admite que, tal vez lo que atraviesa su padre podría llegar a reflejarse en su próximo libro.

Cinco años atrás, Hanif Kureishi publicaba su última novela, “Nada de nada”, en la que narraba la tragedia de un personaje beckettiano. Waldo, un hombre sentenciado a una silla de ruedas que se complica la vida en su mente, lo único que puede mover, imaginando y espiando el adulterio de su joven esposa; el escritor quiso explorar en esta novela la decadencia de un personaje alejado del éxito, junto a una pareja 20 años más joven.

"El buda de los suburbios"
"El buda de los suburbios"

El escritor, de madre inglesa y padre paquistaní, creció bajo la educación del panorama británico, pero también sufrió a causa del racismo, y cuando se convirtió en escritor eso lo inspiró para reflejar en su prosa todo tipo de rechazo e injusticias. Con apenas 30 años, firmó el guion de ‘Mi hermosa lavandería’, producción que llevó al cine Stephen Frears y la cual fue nominada al Oscar como mejor guion.

Esa producción le dio la oportunidad de convertirse en una de las voces de cambio y exponer desde el humor, el mundo LGBT y el Londres Punk y asiático de la era dominada por Margaret Thatcher. Más tarde, cuando publicóEl buda de los suburbios” (Anagrama), expuso el racismo que había sufrido y luego la novela se convirtió en una serie de la BBC, que contó en la banda sonora con la participación de David Bowie.

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