“La Noy”, el poeta que iluminó desde el under porteño hasta los carnavales brasileros

Amigo íntimo de artistas como Alejandra Pizarnik, Paco Jamandreu, Mercedes Sosa y Pedro Lemebel, Fernando Noy es uno de los pocos escritores que quedan de una generación signada y cercenada por la última dictadura argentina. “Dentellada”, libro de culto que fue inconseguible por tres décadas hasta su reciente reedición, es una perfecta puerta de entrada a la obra de uno de los poetas más importantes de la literatura queer argentina.

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Fernando Noy es uno de los poetas más importantes de su generación. Icono del under porteño de los años '80, es uno de los pocos que hoy en día mantiene viva una escena (y una esencia) que definió el devenir artístico de las décadas siguientes.
Fernando Noy es uno de los poetas más importantes de su generación. Icono del under porteño de los años '80, es uno de los pocos que hoy en día mantiene viva una escena (y una esencia) que definió el devenir artístico de las décadas siguientes.

Hay vidas que son, en sí mismas, una obra. Vidas que se extienden, luminosas y efervescentes, como un poema que se escribe sin la rigidez de un punto final. Vidas tan intensas que rebalsan, burbujeantes, y chorrean su vitalidad sobre todo aquello con lo que se topan.

La de Fernando Noy es una vida atravesada por la poesía. Amigo íntimo de artistas de la talla de Alejandra Pizarnik, Paco Jamandreu, Marosa di Giorgio, Batato Berea, Mercedes Sosa y Pedro Lemebel, floreció durante el hipismo de los años ‘60 y ‘70 y fue una de las figuras clave del under porteño de los ‘80.

Hoy, a sus 71 años, “la Noy”, como se conoce a este poeta, performer, actor, vedette, cuentista y dramaturgo argentino, es uno de los pocos protagonistas de aquellos años que todavía mantienen viva una escena -una esencia- que resultó fundamental para el desarrollo artístico de las décadas posteriores a la última dictadura y su mutilación cultural a base de exiliar, secuestrar, torturar y asesinar artistas que consideraban peligrosos.

Es, más que un sobreviviente, una especie de mezcla entre “Funes el memorioso” y El libro gordo de Petete: una colorida enciclopedia de recuerdos y anécdotas de una vida bien vivida, una que se amalgamó, gracias al engrudo mágico del arte, con la de otros espíritus semejantes. Con su incólumne “memoria de elefanta”, “la Noy” no solo es capaz de recitar de memoria y a la perfección tanto sus poemas como los de sus célebres amistades, sino que además es una fuente inagotable de chismes y curiosidades de muchos de los artistas latinoamericanos más importantes de su generación.

Además de poeta, dramaturgo, cuentista, performer, actor, reina de carnavales y vedette, Noy fue íntimo amigo de muchas de las más importantes figuras de la cultura de los años '70 y '80, como Alejandra Pizarnik, Batato Berea, Mercedes Sosa y Pedro Lemebel.
Además de poeta, dramaturgo, cuentista, performer, actor, reina de carnavales y vedette, Noy fue íntimo amigo de muchas de las más importantes figuras de la cultura de los años '70 y '80, como Alejandra Pizarnik, Batato Berea, Mercedes Sosa y Pedro Lemebel.

En Brasil, donde se exilió durante la dictadura al igual otras “locas” como Manuel Puig o Néstor Perlongher, fue reina travesti de carnavales, se codeó con Caetano Veloso y la recientemente fallecida Gal Costa (a quienes ayudó a volver a ese país de sus respectivos exilios luego del regreso de la democracia) y vivió en una residencia abandonada por los Rolling Stones y Janis Joplin.

Donde sea que uno se detenga en su biografía (sus libros Peregrinaciones profanas e Historias del under son dos excelentes opciones para zambullirse en su ecléctica y gozosamente alborotada vida), abundan hechos que, de tan llamativos, podrían opacar con su luz encandilante la propia obra de “la Noy”, si esta no se irguiera con la potencia que la caracteriza.

Aunque, para muchos, tal vez su nombre no resuene como el de algunas de sus amistades que, luego de sus muertes, trascendieron y se sedimentaron como hitos y mitos de la literatura, el arte y la cultura, su obra habla por sí misma. Con más de diez libros publicados -entre los que se incluyen poemarios como El poder de nombrar, relatos como Sofoco, obras teatrales como Perlas quemadas y hasta una biografía de su amigo y colaborador Batato Berea-, es, sin duda, uno de los máximos exponentes de la fértil y diversa literatura queer argentina o, para usar términos más cercanos a los de “la Noy” y su interpretación del género libre de rigideces y literalidades, esa literatura por y para “locas”.

"La Noy" es autor de más de una decena de libros, como "Sofoco", "Historias del under" y "Peregrinaciones profanas".
"La Noy" es autor de más de una decena de libros, como "Sofoco", "Historias del under" y "Peregrinaciones profanas".

Uno de los títulos que mejor sirven como puerta de entrada a su obra es Dentellada, un poemario que se editó en 1990 y que se transformó rápidamente en un libro de culto que, por casi tres décadas, resultó inconseguible hasta su rescate por parte de la editorial LGBT+ Saraza, que lo reeditó en 2019.

Las menos de cien páginas de este poemario le bastan a “la Noy” para crear un universo en el que el lenguaje, delicado, delirante y delicioso, es el andamiaje de una trampa perfecta a la que el lector, una vez posadas en ella sus manos, no atinará a sacarlas incluso cuando el libro frunza el hocico y, feroz, muestre los dientes antes de esbozar el mordisco que, indefectiblemente, dejará sus marcas.

La de la Noy es una “lengua atragantada de deseo”, y en estos poemas la hace trabajar, retorcerse y relajarse como lo que es: un músculo. Pero, así como un mago nunca revela sus trucos, “la Noy” siempre tiene un as bajo la manga, un detalle que omite, no tanto para mantener ocultos sus mecanismos invisibles, sino con el fin de darle al lector un espacio en el que su voz pueda hacer eco.

Como escribe en “Desde el tapiz”, uno de los últimos poemas de Dentellada: “Todo tiene otro nombre nutritivo en secreto / Mas / no he de ser yo / quien venga a delatarlo”.

“Dentellada”, de Fernando Noy

infobae

Tiempo perdido

Sospecho por el diamante

demasiado tallado de tu prosa

Refuto a todos los próceres

Desde ayer a hoy nací mil veces

El agendar disperso

Las tentaciones de esta medianoche

Expuestos al propio resplandor

Quién nos viera

Dar las gracias

Gracias cielo

cielo antro

cielo sombrío

cielo no nombrado

gracias

por el sudor bebido

sobre el cuerpo poseso

cielo grato

en cemento armado

y gracias cielo

cielo casto

cielo no blindado

cielo propio cielo

vasta bóveda viva de lo azul

nube emulada

gracias al cielo novedoso

del sesgo entre tus dedos

y gracias

a esta gracia

de dar gracias

a los cielos

Fronteras

Soy del país de los que no ofrendan sacrificios

y sin embargo

canto desde el corazón de Mi Señor

del que he bebido toda su sangre

por completo

Soy de la raza de lo que no se marchita

Ni prefiero las rosas como ejemplo

Parezco inmaculado y lo llegaré a ser

Todo a su debido tiempo

Con licencia del tiempo

Efectos especiales

Saludos a lo lejos

Ningún panfleto abandonado

Francotiradores con máscaras

de turistas afganos

disparan desde proscenio

contratados por la empresa

que filma el fin del mundo

Ansina anfombra funesta

Galas de tetra brik

Fernando Noy fue uno de los amigos más cercanos de Alejandra Pizarnik en los últimos años de vida de la poeta argentina.
Fernando Noy fue uno de los amigos más cercanos de Alejandra Pizarnik en los últimos años de vida de la poeta argentina.

Señales

Llamadme

que nunca acudiré

pero tal vez escuche

y reviva

y me haga eco

en vuestro propio aliento

calcinado

Gracia del destino

La peculiaridad más siniestra del fantasma es ese poder

haberse ido o llegado sin decirlo

No nos dan la llave de lo umbrío

No logramos saber a ciencia cierta

cuándo vienen o parten

Porque ellos

Los que cantaron antes

Los de siempre y por siempre

Aparecen apenas el tiempo del don de haberlos visto

como gracia del destino

desde un alma aterida de espanto

aferrada a un único amuleto

es decir

a su propio

y desnudo

cuerpo iluminado

Claves

Colgar agua

Tender fuego

Clavar aire

Sexto dedo nuevo

Hasta ahora

Voy a partir

Vamos a alzar las copas

De salivas untadas

Y me quedo

Quién es Fernando Noy

♦ Nació en Río Negro, Argentina, en 1951.

♦ Es artista, poeta, performer, actriz y vedette.

♦ Escribió libros como El poder de nombrar, Dentellada, Sofoco, Te lo juro por Batato e Historias del under, entre otros.

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