Las tres resurrecciones de Kiefer Sutherland, el hombre al que le rompieron el corazón y sanó

En los 90 protagonizó exitazos como Cuenta Conmigo y Línea Mortal. A punto de casarse con Julia Roberts, ella lo plantó y se fue con otro. Su adicción al alcohol lo alejó del éxito, pero logró reinventarse. Hoy cumple 55 y, enamorado y haciendo música country, siente que volvió a brillar

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El actor Kiefer Sutherland nació el 21 de febrero de 1966. (Foto AFP 162)
El actor Kiefer Sutherland nació el 21 de febrero de 1966. (Foto AFP 162)

A fines de los 80 a más de uno le hubiera gustado nacer siendo Kiefer Sutherland: el actor parecía tenerlas todas. Hijo del reconocido actor Donald Sutherland, no necesitó pagar peaje para entrar al mundo Hollywood. Con solo veinte años protagonizó Cuenta conmigo la película que con el tiempo se convertiría en un clásico y cuatro años después fue parte de Línea mortal donde se enamoró de su compañera Julia Roberts que también se enamoró de él. Buenos trabajos y un amor correspondido ¿qué más pedir? Sin embargo, a fines de los 90 ese hombre que parecía tenerlo todo, se había quedado sin nada. Su adicción al alcohol llevó de la sección espectáculos directo a la sección policiales, su novia no solo lo plantó tres días antes de la boda también le fue infiel con uno de sus mejores amigo y de pronto dejó de sonar el teléfono para convocarlo a grandes películas. Sin pareja, sin trabajo, sin control de su vida para muchos el actor estaba “muerto”, pero Kiefer resucitó y su presente lo demuestra.

La primera vez que muchos pensaron que el actor estaba muerto fue en junio de 1991 cuando pasó de protagonizar “la boda de la década” a “el plantón del siglo”.

Cuando Roberts conoció a Kiefer recién había roto con Liam Neeson, otro actor con el que había compartido sets de grabación. Para Kiefer tampoco era su primera relación. En 1988, conoció a la actriz Camelia Kath, con la que se casó y tuvo a su hija, Sarah Jude. Pero el matrimonio duró algo más que un suspiro: dos años. Sin compromisos, los actores se enamoraron.

"Cuando hice 'Cuenta conmigo' y 'Línea mortal' era muy joven y estaba tan feliz de trabajar que no me daba cuenta que estaba participando en algo importante”, recuerda Kiefer Sutherland
"Cuando hice 'Cuenta conmigo' y 'Línea mortal' era muy joven y estaba tan feliz de trabajar que no me daba cuenta que estaba participando en algo importante”, recuerda Kiefer Sutherland

Apenas la prensa supo que entre ellos había más que una simple amistad laboral, la persecución por tener la foto de los actores juntos no cesó. La joven que encandilaba a todos desde la pantalla grande -no en vano se ganó, con los años, el mote de La Novia de América- se había enamorado de Kiefer, el muchacho de porte recio, modales agradables y mirada sensible. Hubo rumores de peleas e infidelidades mutuas pero parecía que el amor era más fuerte.

Kiefer se mudó a la casa de la actriz en Hollywood Hills y anunció que se casaría en junio de 1991. Las revistas daban cuenta de los preparativos: se celebraría una boda íntima, las damas de honor serían algunas amigas de la novia que lucirían zapatos de Manolo Blahnik hechos justo para la ocasión para que combinaran con los vestidos verdes que usarían y que costaban 425 dólares cada par.

Todo parecía marchar bien aunque algunas señales marcaban que algo andaba mal. Sutherland se alquiló una suerte de departamento “de soltero” en Los Ángeles, algo que levantó sospechas de todo tipo. Aunque seguían mostrándose en público varias veces se los vio solos, pero bueno, quizá era porque toda pareja también necesita un poco de aire.

Julia Roberts "plantó" a Kiefer Sutherland en 1991 a tres días de casarse
Julia Roberts "plantó" a Kiefer Sutherland en 1991 a tres días de casarse

El signo más alarmante ocurrió en febrero. “El actor se registró en un hotel barato en Hollywood. Con los días, él fue visto varias veces en compañía de Amanda Rice, una bailarina a gogó de 24 años que actúa en el club nocturno Crazy Girls bajo el apodo de Raven”, según publicó la revista People.

Había, además, un personaje que según las revistas provocaba discusiones de pareja: el actor Jason Patric. Al parecer, Sutherland no quería que el joven, en aquel momento amigo de ambos, fuera invitado al casamiento, pese a la insistencia de Roberts. El tiempo mostraría que Sutherland no estaba tan equivocado.

A pesar de todos estos roces y conflictos, los planes para la fiesta no se detenían. Los novios encargaron una torta de boda muy especial con “forma de pavo relleno casi como una broma, porque Sutherland quería servir ese plato, pero la actriz prefería otro tipo de comida para la gran noche.

La fecha estipulada era el 8 de junio de 1991, pero tres días antes de la gran boda, Roberts huyó a Irlanda, acompañada por… Jason Patric. Aunque intentaron disimular que estaban juntos, un recepcionista del hotel donde se alojaron habló con los medios. No se sabe si lo hizo por indiscreto o por solidaridad con Kiefer.

A tres días de la fecha estipulada para la boda, la estrella de Hollywood huyó junto al actor Jason Patric
A tres días de la fecha estipulada para la boda, la estrella de Hollywood huyó junto al actor Jason Patric

El novio abandonado hizo silencio. Recién dos décadas después se refirió a lo que pasó. “Éramos jóvenes y estábamos muy enamorados. Teníamos muy claro que casarnos era una gran idea, pero todo el revuelo que causábamos acabó entrometiéndose en nuestro camino”, dijo y elogió la “valentía” de su ex novia al tomar aquella decisión. Lo que se dice un verdadero caballero.

Que te haya ido mal en el amor no significa que no vuelvas a enamorarte. Entre 1996 y 2004, el actor estuvo casado con Kelly Winn. No tuvieron hijos. En 2017, con 50 años, se enamoró de Cindy Vela, de 38. La texana que fue Miss Latina en el año 2000 también es una gran saxofonista, algo que encantó al actor que ama la música. Desde entonces están juntos pero sin papeles y sobre todo, sin prensa. Porque si algo aprendió Kiefer es que un corazón roto se puede sanar pero un archivo periodístico no se puede borrar.

La segunda vez que muchos pensaron que el actor estaba muerto fue en 2007 cuando fue detenido por conducir ebrio y pasó 48 días en la cárcel. El alcohol recreativo era parte de su vida, pero cuando Roberts lo dejó y la prensa comenzó a perseguirlo, la copa recreativa pasó a ser la botella adictiva. En 1993 fue arrestado por “conducción descuidada”. En el 2004 salió de una fiesta y al hacer con su auto una maniobra no permitida fue detenido por la policía. Como no era su primer arresto se lo condenó a cinco años de libertad condicional más 50 horas de servicio comunitario y asistir a un programa de rehabilitación.

A fines de 2009, Kiefer Sutherland fue a un bar y gastó $ 700 en tragos incluyendo “una ronda para todos”. El actor de “24” confesó que de joven fue adicto a la cocaína, pero pudo dejarla sola.
A fines de 2009, Kiefer Sutherland fue a un bar y gastó $ 700 en tragos incluyendo “una ronda para todos”. El actor de “24” confesó que de joven fue adicto a la cocaína, pero pudo dejarla sola.

Pese a estas detenciones, el actor siguió con su adicción al alcohol y en 2007 otra vez fue detenido.

De sus casi cincuenta días en prisión recuerda que le dejaron conservar el celular porque, como era famoso, “no querían que me pasara nada”. También contó que se sentía un “poco estúpido” por el motivo que estaba preso. Intentó aprovechar la detención para ponerse en forma: “Traté de hacer una lagartija en mi celda pero no importaba en que ángulo estuviera. Siempre terminaba con mi cabeza adentro del inodoro”. Entre sus tareas le asignaron doblar la ropa en la lavandería y repartir el almuerzo a otros detenidos. Uno le contó que había intentado matar a cuatro personas.

Ya liberado, parecía que había aprendido la lección pero meses después protagonizó otro incidente. En la gala en el Museo Metropolitano de Nueva York le dio un cabezazo al diseñador de modas Jack McCullough. Según el diseñador el actor estaba pasado de copas. Otra versión es que salió en defensa de la actriz Brooke Shields, que había sido empujada por McCullough y que cuando éste se negó a pedirle disculpas, el actor, molesto, lo golpeó.

Kiefer Sutherland decía que "Donald Trump lo tendría muy difícil para tener a Jack Bauer de su lado. Este detective siempre ha sido fiel a su país".
Kiefer Sutherland decía que "Donald Trump lo tendría muy difícil para tener a Jack Bauer de su lado. Este detective siempre ha sido fiel a su país".

Lejos del modelo “redimido” que tanto le gusta a Hollywood, Kiefer reconoce que mantiene una relación tumultuosa con el alcohol y se hace cargo.

“Una de las cosas que me encanta hacer es salir con mis amigos, contar historias y tomar un montón de copas. Habiendo dicho esto, también puedo mirar hacia atrás en mi vida y reconocer que las únicas cosas malas que han pasado fueron porque me gusta ir a bares y tomar algo con mis amigos”. Y con sinceridad reconoce: “Mentiría si dijera que no hubo momentos en los que sentí que dejé que se me escapara. Así que ha sido una especie de tira y afloja a lo largo de mi vida”.

Si le preguntan si fantasea con dejar el alcohol afirma: “Disfruto demasiado de esos momentos. Así que lo que hago es trabajar duro para poder tenerlos sabiendo cuándo detenerme. Es una elección que hice y vivo con esa elección”.

 "Cuando la prensa se entrometía en mi vida privada en los años 80 y 90, me resultaba muy incómodo y me protegía todo lo que podía" recuerda Kiefer Sutherland (Foto REUTERS/Simon Dawson)
"Cuando la prensa se entrometía en mi vida privada en los años 80 y 90, me resultaba muy incómodo y me protegía todo lo que podía" recuerda Kiefer Sutherland (Foto REUTERS/Simon Dawson)

La tercera muerte que atravesó el actor fue la de su carrera. En los 90 le llovían las buenas propuestas. Fue parte de Cuestión de honor junto a Tom Cruise y Jack Nicholson. Brilló en Los tres mosqueteros y Tiempo de matar junto a Sandra Bullock y Samuel L. Jackson, pero entonces llegó su historia de amor/desamor con Julia Roberts y trascendieron sus descontroles con el alcohol y su teléfono dejó de sonar y él tampoco se preocupó por llamar.

Parecía que su carrera estaba acabada o con destino a encabezar las listas de “Promesas que quedaron en promesas” cuando le llegó la posibilidad de interpretar un gran papel: el de Jack Bauer. El problema es que no era en la pantalla grande sino en la chica, la tele. Dudó en aceptar porque “los actores de cine no hacen televisión”, pero finalmente aceptó.

En el rol del agente de la unidad antiterrorista, Sutherland volvió al centro de escena. Grabó 192 capítulos a lo largo de 8 temporadas. La serie empezó a tener fanáticos, entre ellos a Donald, el padre de Kiefer. Cierta vez lo invitó a cenar y Kiefer le comentó la escena que había grabado. Esto hizo que su padre se enojara porque le “spoileaba” la serie.

"Me hice actor por culpa de mi madre, no por mi padre, Donald Sutherland, como casi todo el mundo cree", asegura Kiefer  (George Pimentel/WireImage)
"Me hice actor por culpa de mi madre, no por mi padre, Donald Sutherland, como casi todo el mundo cree", asegura Kiefer (George Pimentel/WireImage)

Hoy Kiefer se dedica a disfrutar de la vida, para pagar cuentas le alcanza y sobra. Solo como protagonista y productor de la última temporada de 24 embolsó 13 millones de dólares. Le gusta pasar tiempo con su hija y su nieto y mirar partidos de hockey sobre hielo. Fanático de las guitarras posee una colección de Gibson que envidia más de uno. “Después de que los músicos profesionales se marchan del estudio, ya de noche, es cuando entro, enciendo una luz, y me paso horas tocando, porque me encanta”.

Hace tres años se animó a mostrarse como músico y realizó varios conciertos donde presentó Down in a hole, un álbum de country donde es vocalista, guitarrista y además compositor de varias letras. Si le cuestionan su nueva faceta da una auténtica respuesta de cómo es él y nunca dejó de ser: “Me importa una mierda lo que pienses. Es lo único que le puedo decir a aquel que crea que lo que hago con mi banda es solo un capricho y que no hay talento ni esfuerzo detrás”. Asegura que “ir de gira con mi banda mitiga la soledad, aunque es menos glamouroso que Hollywood. Porque como ciudad Los Ángeles será bonita, pero puede llegar a ser un lugar muy complicado y aislarte por completo”.

“Hablar de penas que es imposible ahogar en alcohol es algo que sí nos describe a Jack Bauer y a mí. Él y yo somos tipos muy diferentes, pero creo que el desgarro de mis canciones nos une”, le dijo a la revista Esquire.

Al terminar cada temporada, Jack Bauer afirmaba que “había sido el día más largo de su vida”. A los 55, Kiefer afirma “Yo he tenido una ‘noche más larga que mi vida’”. Y es cierto las oscuridades lo rondaron y más de una vez lo atraparon, pero él no está muerto porque como dice el dicho “no esta muerto quien pelea” y él es un gran peleador.

“Soy uno de los tipos más afortunados del mundo porque he tenido la oportunidad de hacer lo que me gusta y vivir de ello”, dice Kiefer Sutherland (Foto REUTERS/Aude Guerrucci)
“Soy uno de los tipos más afortunados del mundo porque he tenido la oportunidad de hacer lo que me gusta y vivir de ello”, dice Kiefer Sutherland (Foto REUTERS/Aude Guerrucci)

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