Anita Pauls: "Me ofrecieron ser actriz porno y hoy no me veo... ¡pero nunca se sabe!"

La hija de Mirta Busnelli –que interpreta a una esclava sexual en Argentina, tierra de amor y venganza (eltrece)– habla de su papá, Axel Pauls, de su atípico cumpleaños número treinta y de su curiosa relación con un estadounidense que cree ser su novio y le manda regalos. Además, desinhibida, admite que “la piel de los negros es muy linda”.

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En su infancia Anita practicó acrobacia, gimnasia artística y trapecio.

"La noche de mi cumpleaños número treinta la pasé en un strip club del downtown de Los Angeles, bailando en el caño, ¡y me pareció un planazo! Sonaba hip-hop, trap y rap y me tiraban dólares… Eso sí: no los agarré, porque yo sólo fui a divertirme con mis amigas", cuenta la actriz Anita Pauls (31) con suma naturalidad, antes de tomar un sorbo de mate y comentar: "¡Pensar que hace dos años creía que el pole dance estaba asociado con algo estigmatizado!".

–¿Qué te hizo cambiar de opinión?

–Vi en YouTube videos de chicas haciendo cosas hermosas. Además, me enteré de que trabaja todos los músculos. Pero ahora no hago sólo caño, eh… También tomo clases de twerk.

“Quiero algo real”, dice la actriz de Argentina, tierra de amor y venganza.

–Está claro que te sentís cómoda con tu sensualidad

–Sí, me gusta lo que veo en el espejo, porque me siento sexy y re laburo el cuerpo. Creo que me ayudó ver mujeres con diferentes cuerpos, que se quieren tal como son. Tanto en caño como en twerk estamos todas casi sin ropa y me parece buenísimo, porque es mucho más cómodo. Es más: si pudiese, yo viviría desnuda.

–¿No tenés ningún mambo con tu cuerpo?

–No, ahora no. Pero de chica me miraba al espejo y quería estar más flaca. Creo que el veganismo y hacer deporte me dieron el cuerpo que quería.

La leonina práctica pole dance desde hace poco más de un año.

–¿Cuándo arrancaste este camino?

–Hace cuatro años… Y soy vegetariana desde los dieciséis. Tengo una alimentación variada de verduras, semillas, legumbres, cereales, frutos secos y un montón de cosas riquísimas. Y me cocino yo misma, porque para mí es vital saber qué combustible me meto adentro. Eso sí: con mi mamá (N. de la R.: La actriz Mirta Busnelli, 73) ya me resigné, porque ella no sabe comer y pide delivery. De hecho, estuvo enferma y para mí tendría que haber incluido alimentos alcalinos en su dieta, pero no hubo chance de convencerla.

–En las entrevistas siempre mencionás a tu madre, pero de tu papá (Axel Pauls 1933-2009), no hablás tanto. ¿Cómo era él?

–¡Ay, un padrazo! Vivíamos juntos cuatro veces por semana y yo lo amaba. Me acuerdo que me llevaba al colegio y siempre venía a todas mis funciones de teatro. Incluso, cuando yo estaba con Rosa mística, me llamó para decirme que quería venir, pero se sentía medio mal. Fue tremendo, porque al día siguiente lo internaron y después falleció. Me mataba de amor. Hoy le estoy re agradecida por los cuatro hermanos que me dio (Gastón, Nicolás, Alan y Cristian).

Anita actualmente vive en Buenos Aires, pero el año pasado se radicó varios meses en Estados Unidos..

"Gastón se quiso morir cuando le conté que matcheé en Tinder con un amigo de él. Lo hice por diversión, porque en este momento me tomo esa app como un juego. De hecho, tengo una foto de espaldas, para meter misterio y anonimato, y un apodo", cuenta la protagonista de la obra Cita textual (en la sala Chacarerean), que habla de conquistas online.

–Hoy lo usás para divertirte, pero antes fuiste una buena usuaria…

–(Ríe) Sí, re, y le agradezco todo lo que me dio: muchas citas, amores por el mundo y algunos novios. Bah, tuve uno de Tinder y otro de Bumble. Con el primero, apenas nos vimos –en la plaza Union Square, de Nueva York– ya sentí que lo amaba: al día siguiente le dije de ver una película en su casa.

–¿Estás hablando del morocho que salió publicado recientemente como tu novio?

–No, eso es todo mentira. Yo estaba hablando de éste, de hace dos años, y pusieron fotos de uno que conocí en diciembre por Bumble y que es actor porno.

Anita realiza una postura de pole dance en el caño de la emblemática disco Cocodrilo que tiene un restó en el que las mamás de los chicos que se atienden en el Hospital de Niños almuerzan sin cargo.

–¡Tenés que compartir ya esta historia! ¿Lo decía en el perfil?

–No exactamente, pero tenía fotos que no eran normales. En su descripción decía algo relacionado con la vergüenza. Cuando lo conocí, le pregunté si trabajaba de eso y me dijo que sí. Y nada… Como era Navidad y lo habían invitado a una cena en la casa de un capo de la industria porno que tiene un sitio de sexo interracial llamado Black, ¡fuimos! Ahí estuvimos con capos, actrices y actores… Pero todo bastante tranquilo, eh, no es que había una orgía. Ése es sólo su trabajo. Algunos incluso vestían de manera conservadora y estaban con sus parejas. Eso sí, cuando me venían a saludar los hombres, Ken Steele –así se llama– se puso muy posesivo y les decía que yo era su novia. Uno me quiso dar su tarjeta y él no me dejó agarrarla.

Los viernes a las 21 protagoniza #Citatextual, velada real sobre la conquista virtual, la obra que produce Guillermo Pfening y dirige Marihna Villalobos en el teatro Chacarerean.

–¿Tuviste alguna propuesta?

–Sí, unos productores me preguntaron si yo era actriz porno. Cuando les respondí que no, me dijeron: "¿Qué estás esperando?". Les retruqué: "Una buena oferta". Ahí me propusieron juntarnos, pero como me había salido lo de Pol-ka (Argentina, tierra de amor y venganza, eltrece) y lo del teatro, me volví a Buenos Aires… Me hubiera divertido investigar más.

Anita deja sus ojos claros al descubierto en un sector de la emblemática disco Cocodrilo.

–¿Hasta dónde hubieras investigado?

–Hasta poder tomar una decisión con algo concreto, porque la industria porno es tan grande que podés hacer hasta videos de comedia sensuales. Habría llegado a fondo: a mí me gusta la aventura. Por eso también viajo tanto… En otros lados me permito ser una versión diferente de mí misma sin sentirme observada. Igual, por ahora soy una actriz normal, regular, y tengo un trabajo que disfruto. ¿Más definiciones? Bueno, hoy no me veo… ¡pero nunca se sabe!

De lunes a jueves interpreta a una esclava sexual en Argentina, tierra de amor y venganza (eltrece)

–¿En qué quedó tu historia con Ken Steele?

–Según él, estamos de novios. De hecho, me tiene en su bio de Instagram, sube fotos mías y me manda regalos: un collar de Tiffany & Co, una pulsera de Pandora, un vino, un ramo de rosas… ¡y yo no me voy a cerrar a la abundancia! Pero, si soy sincera, tengo novios en varias partes del mundo: Los Ángeles, Nueva York, Londres, África…

–¿No te da mucho trabajo atenderlos a todos?

–¡No lo hago! A éste le di la pauta de que no somos novios, pero él me dijo "te amo" y yo le contesté "gracias"… ¡Imaginate! Yo siento que ahora estoy re sola, pero tengo ganas de conectar con alguien y formar un vínculo. Quiero algo real.

“Me gusta lo que veo en el espejo, porque me siento sexy y re laburo el cuerpo. Si pudiese, viviría desnuda”, confiesa Pauls.

–Muchos chicos con los que saliste son de ascendencia afroamericana. ¿Tenés un feeling especial?

–Y, sí. Hay una frase: "Once you go black, you never go back" (una vez que vas al negro, ya nunca volvés). La piel de los negros brilla mucho y es sedosa. Y tienen unos cuerpos… Si lo pienso mucho, muero de ganas de volver allá.

–¿Acá tenés compromisos laborales hasta fin de año?

–Sí, pero lo puedo manejar. Lo que pase con el resto de mi año todavía puede ser una aventura.

Por Kari Araujo.
Fotos: Fabián Uset, Pol-ka y Cecilia Profetico.
Producción: Audrey Liceaga.
Make up: @agusguerreiro, para @frumboliestudio.
Pelo: Bertran Hair by Katia Márquez Prado.
Agradecimientos: Disco y Resto Cocodrilo,
City Nails & Spa, Sofia Suica Shoes (@ss_coleccion),
@pompavana y @heidi.clair.

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