Como todos los años y en la más absoluta privacidad, Mirtha Legrand (92) volvió a ofrecer una misa por su hijo Daniel Andrés Tinayre, quien murió el 20 de abril de 1999 a los 50 años, en el departamento de la Avenida del Libertador donde ella aún vive.
Fue el viernes 20 de abril a las 19 en la basílica San Antonio de Padua, de Villa Devoto. La ceremonia la ofició el padre Fabrizio Maranzana. Bajo una lluvia torrencial y conmovida hasta las lágrimas, la Chiqui estuvo rodeada de amigos íntimos.
Alguna vez, la diva de los almuerzos contó que su vida cambió para siempre después de desmayarse durante las grabaciones de la película El retrato. Así se enteró de que estaba embarazada de Danielito, nacido el 31 de octubre de 1948 y bautizado con el mismo nombre que su padre, con quien se llevaba muy bien.
Hoy tendría 69 años. A diferencia del resto de su familia, siempre se mantuvo alejado del espectáculo. Fue un prestigioso médico veterinario y trabajó en una clínica del barrio de Palermo hasta que le detectaron cáncer.
Años después de su muerte, ella confesó haber sentido culpa por no pasar más tiempo junto a él: "Luego que me faltó Danielito me di cuenta de que, si volviera a nacer, no haría de nuevo esta vida". Según le contó a la revista GENTE en 1972, sus hijos le reclamaban: "Mamá, nos hubiese gustado que estuvieras más con nosotros". Ella trataba de hacerles entender que "gracias al trabajo de sus padres, ellos tenían un buen bienestar económico; aunque el amor es el amor".
El pasado viernes, diecinueve años después, muchos de los recuerdos más lindos que compartió con Danielito sobrevolaron la misa y la charla posterior con sus amigos en la mesa del café La Plaza, de Villa Devoto. "Mi hijo siempre tendrá todo mi amor y mi emocionado recuerdo. Yo sé que Danielito está en el cielo, porque era un ángel", dijo Mirtha emocionada, antes de partir de regreso a su casa.
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