Los recientes contratiempos de producción de Boeing han encendido las alarmas en el sector aéreo, sugiriendo un panorama donde los viajeros podrían enfrentarse a un incremento en las tarifas de vuelo y una menor disponibilidad de opciones. Los retrasos afectan directamente a grandes aerolíneas como United Airlines y Southwest Airlines, complicando sus planes de expansión y renovación de flota.
Con casi 4.800 órdenes pendientes para el 737 Max de Boeing, incluyendo significativos pedidos por parte de American Airlines, Delta, Ryanair, y las mencionadas Southwest y United, la cadena de suministro del gigante aeronáutico se encuentra presionada, presagiando un escenario de escasez de aeronaves disponibles para el verano de 2024 en Estados Unidos.
Henry Harteveldt, analista de la industria aérea con Atmosphere Research Group, compartió su visión con CBS MoneyWatch, señalando que “no es que las aerolíneas tengan que recortar vuelos —es que no podrán agregar tantos vuelos nuevos como tenían previsto para el verano”.
El especialista resaltó la naturaleza de pérdida doble de esta situación, afectando tanto a consumidores, por la reducción de opciones, como a las aerolíneas, limitando su capacidad de generación de ingresos mediante la oferta de vuelos adicionales.
La temporada de verano, caracterizada por una alta demanda de viajes, se ve empañada no solo por los retrasos en las entregas, sino también por los crecientes costos del combustible, presionando aún más las tarifas hacia el alza.
Robert Mann, de R.W. Mann & Company, una firma de consultoría en la industria aérea, indicó a CBS que los problemas de producción han llevado a una “situación de desorden en los planes de negocio y capacidad de las aerolíneas para la mayor parte de la segunda mitad del año”. En particular, la más afectada será Southwest, cuya flota se compone exclusivamente de varios aviones Boeing 737 Max.
Los precios de los billetes de avión ya muestran un incremento aproximado del 6%, según datos de febrero de la Airline Reporting Corporation. Al respecto, Mann anticipa que los costos podrían escalar hasta un 10% en algunos escenarios, lo que resultaría en un aumento considerable para los consumidores, especialmente para aquellos que planifican viajes familiares.
A pesar del sombrío panorama, la expansión de aerolíneas de bajo costo, como Breeze, Spirit y Velo, podría ofrecer un alivio parcial a los viajeros, insertando una dinámica competitiva que ayude a equilibrar las tarifas en el mercado.
Este complejo escenario subraya la interconexión entre la producción aeronáutica y la experiencia de vuelo del consumidor, donde los retrasos en la entrega de nuevas aeronaves podrían no solo limitar la expansión de la oferta aérea, sino también elevar significativamente los costos para los viajeros, alterando así los planes de viaje de muchas personas en el proceso.
Mientras tanto, Boeing continúa en el ojo de la tormenta, por las numerosas críticas tras múltiples incidentes donde sus aviones han preocupado a los clientes por la falta de seguridad y averías reportadas.