Las más de 700 islas que conforman el Caribe son el destino perfecto para los amantes de las playas que quieran conocer el agua, la arena y los arrecifes de coral en su estado más perfecto.
Pero lo cierto es que el turismo es mucho más que relax y atardeceres de ensueño: detrás de eso hay economías enteras que dependen de que los cruceros y aviones lleguen repletos de turistas durante todas las temporadas, por lo que los especialistas la denominan "la región más turismo-dependiente del mundo".
Según la Organización Mundial del Turismo, el Caribe se encuentra en el duodécimo puesto de mayor ingreso por viajes externos e internos en el mundo, con unos sorprendentes 17.900 millones de dólares.
La inversión en el área también viene mostrando un crecimiento sostenido en los últimos 10 años y se predice que seguirá aumentando en la próxima década. En 2017, esta fue de casi 7 mil millones de dólares.
La meca de los cruceros
Otro dato sorprendente: el Caribe es el principal destino global para cruceros de lujo y por lejos. Según un informe de CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Crucero), el 35,4% del total de estos gigantescos buques tienen como destino esas aguas. El Mediterráneo es el segundo preferido, con el 15,8% del total.
Los principales consumidores de este tipo de experiencia son los estadounidenses, y las Bahamas (18%) Cozumel (14%) las Islas Vírgenes Americanas (9%) y St Maarten (8%) son los principales destinos de los barcos de lujo que navegan por el Caribe.
Según otro reporte de CLIA, la demanda y las consultas por cruceros al Caribe aumentaron notablemente en los últimos años, incluso después del impacto de huracanes que hicieron estragos en la zona, algo que muchos turistas aprovechan para buscar descuentos y tarifas más accesibles.