Alonso, Suzuka y un adelantamiento para acabar con el imperio de Schumacher: “Si lo llego a pensar bien, no le adelanto ahí”

El asturiano regresa al circuito en el que protagonizó su pasada más icónica, al heptacampeón del mundo y en una curva imposible para adelantar. “No tenía nada que perder y ya estaba un poco enfadado”, aseguró

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Alonso adelanta a Schumacher en Suzuka (REUTERS).
Alonso adelanta a Schumacher en Suzuka (REUTERS).

Los 5.807 metros del circuito de Suzuka, el favorito de Alonso, esconden un trazado de curvas rápidas cuya máxima expresión desemboca en la 130R. Una curva a izquierdas en el último sector del circuito que se toma a más de 300 km/h y está considerada como una de las más difíciles del calendario de la Fórmula 1. En ese punto, desafiando a las leyes de la física, Fernando Alonso realizó en 2005 probablemente el adelantamiento más icónico de su carrera. Por tiempo y forma. Corría con la liberación de quien se había convertido carreras antes en campeón del mundo y ante su derrotado rival, Michael Schumacher.

“Se atizaron mucho, se azuzaron en las ruedas de prensa, pero siempre que se encontraban en privado, existía muchísimo respeto entre ellos. Lo que sucedió aquel domingo en Suzuka es un magnífico ejemplo. Demuestra tanto la determinación de Fernando como la grandeza de Michael”. Quien habla es Luis García Abad, representante de Fernando Alonso, el piloto que aquel 9 de octubre de 2005, con apenas 24 años, completó una maniobra hasta entonces considerada imposible. Según la telemetría de Renault, el R25 de Alonso alcanzó los 331 km/h en ese giro a izquierdas. “Fue un momento especial. Un cambio de jerarquía dentro de la Fórmula 1″, subraya el agente.

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Alonso adelanta a Schumacher en Suzuka (REUTERS).
Alonso adelanta a Schumacher en Suzuka (REUTERS).

“Es un sitio donde tradicionalmente no se puede adelantar”

La curva, bautizada así por los grados de su radio, había sido reformada con un vértice extra tras el brutal accidente de Allan McNish con Toyota en 2002. Esto no impresionó a Alonso, compañero de garaje del escocés en su primer curso en Renault. “Aquellos coches tenían mucho más apoyo aerodinámico, aunque sin la ayuda actual del DRS, existían muchas dificultades para ganar la posición. O forzabas el error del adversario o te tirabas donde no te esperaban. Es un sitio donde tradicionalmente no se puede adelantar”, resume García Abad.

Aquél fue uno de los momentos más increíbles que se vivieron en el circuito de Suzuka. Alonso pasó por algunas vicisitudes antes, cuando tras superar a Christian Klien por segunda vez -en la primera se saltó una chicane y le cedió el paso- le comunicaron por radio desde su box que le dejara pasar de nuevo porque así lo exigían los comisarios de la Federación Internacional (FIA). “Fue una situación para olvidar porque, justo cuando me superaba, por la radio me dijeron que la FIA había rectificado y que no era necesario”, explicó Alonso. “Allí perdió seis segundos para esperarle y luego otros siete para adelantarle de nuevo. Así se lo he hecho saber a la FIA. Nos han perjudicado mucho”, agregó Flavio Briatore, el director del equipo Renault.

Así que cuando Alonso alcanzó a Michael Schumacher en la vuelta 16ª y éste le aguantó cuatro cerrándole todas las puertas, el asturiano comenzaba ya a estar caliente. Le había mostrado el morro de su bólido en varias ocasiones, pero el alemán siempre había tapado muy bien los huecos. Entonces llegó el momento mágico, en un lugar en el que nadie lo esperaba: justamente antes de entrar en la curva 130R y por la parte exterior, viéndose obligado a afrontar el giro con una trazada complicada. Pensándolo bien, no le adelantaría allí otra vez”, reconoció Alonso.

“Pero había intentado pasarle dos o tres veces en la primera curva y no me salió bien porque él tenía demasiada tracción en la chicane. Tuve que buscar un lugar nuevo, poco habitual, donde nadie espera que le adelantes. Al menos, yo no lo esperaría. Obviamente, quería pasarle por el interior. Pero, cuando se cerró, le ataqué por fuera, un lugar en el que no hay mucho agarre. No tenía nada que perder y ya estaba un poco enfadado con la estrategia del equipo, que me obligaba a pasar a mis rivales varias veces porque ellos me superaban en los boxes”.

De nuevo en Suzuka

19 años después de aquello, Fernando ha obrado otro pequeño milagro al colocar su AMR24 entre los cinco primeros. Saldrá quinto, por detrás de Sainz, al que no supera por milésimas. El asturiano mantiene los pies en el suelo. “Suelo pensar que es un poco irreal lo que hacemos el sábado y el domingo volvemos un poco a la normalidad. Pero estamos haciendo cronos extremadamente buenas y voy a quedarme con eso, no voy a pensar en negativo de cara a la carrera; voy a disfrutar lo de hoy. Estamos haciendo un trabajo muy bueno los sábados”, explica. El asturiano estrenó en los últimos libres el fondo plano recién llegado de Silverstone.

Sus tandas largas fueron algo más positivas, así que para la carrera se espera un punto más del AMR24. “Es difícil de cuantificar, por la noche tendremos todos los datos y podremos valorar la mejora. Ayer tuve el paquete antiguo, hoy el nuevo y ahora cuando miren todos los datos podrán decir en qué curvas tendremos más o menos carga. Pero bueno, me he sentido bien y competitivo, la crono también lo demuestra así. No estoy preocupado por que no sea una mejora, que es siempre un interrogante cuando traes un paquete”, asegura.