Las familias respaldan la decisión "meditada" las monjas, pero admiten "preocupación"

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Belorado (Burgos), 15 may (EFE).- Las Clarisas de Belorado (Burgos), que el lunes anunciaron que abandonaban la Iglesia católica, están respaldadas por sus familias en el interior del monasterio, donde se encuentra también Pablo de Rojas Sánchez-Franco, el falso obispo excomulgado en 2019 fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, bajo cuya tutela se han puesto las monjas.

La explanada de acceso al convento, que tiene la verja echada con un cartel de 'propiedad privada, prohibida la entrada', ha sido tomada por los periodistas, a los que se encuentran los familiares de las religiosas cuando salen a dar una vuelta, y que se ven abordados con preguntas.

Julio Mateo, el padre de Sión, la monja que protagoniza el vídeo que han difundido las clarisas a través de Instagram, en el que aseguran que darán explicaciones pero que “no van a dejar la Iglesia”, ha contado cómo se vive la situación en la comunidad religiosa.

Mateo ha asegurado que las religiosas están tranquilas, y acompañadas de sus familias, negando algunas informaciones que parten del Arzobispado de Burgos, que afirman que no pueden contactar con ellas. En su caso, lleva en el monasterio toda la semana, ha indicado.

También ha apuntado que, a pesar de que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, afirma haber intentado sin éxito contactar con el convento, a él las hermanas le dicen que no es así.

Mateo ha reconocido que hay preocupación, tanto entre las familias como entre las monjas, por su salida de la Iglesia católica, y entrada a la tutela de la Pía Unión, pero ha asegurado que la decisión “es muy meditada” y es el “remate final” a una reflexión que llevan haciendo durante mucho tiempo.

“Son conscientes del tsunami que se ha producido”, ha reconocido, pero tanto su hija como el resto de las religiosas “lo veían venir”, por eso ahora están convencidas de la decisión que ha tomado la comunidad en su conjunto, porque la madre abadesa “no impone nada. Es una democracia absoluta”, ha insistido.

Sin embargo, no todas las monjas están de acuerdo, pues una de ellas, de las más mayores, se marchó este martes por la tarde al monasterio - también de las clarisas- de Castil de Lences (Burgos), en una decisión libre y voluntaria, según ha explicado a los medios José Ceacero, supuesto sacerdote de la Pía Unión, que ha acompañado a las religiosas en todo el proceso.

Ceacero, como el padre de Sión, ha insistido en que se encuentran bien, contentas y felices, “como una piña”, además de desbordadas, porque están recibiendo un gran número de pedidos en su obrador desde que saltó la noticia, lo que se suma al trabajo diario.

El supuesto sacerdote, que se ha erigido en portavoz de las religiosas y ha dedicado buena parte de la mañana a atender a los medios, considera que el Arzobispado de Burgos, que ha afirmado estar trabajando para revertir la situación, está “haciendo el paripé y lo sabe perfectamente”, pues la comunidad no va a dar marcha atrás.

“La monjas le han plantado cara y no han sido sumisas. Ni se han callado, ni han cedido. Y el señor Iceta está muy nervioso porque está en juego su birreta cardenalicia”, porque Bergoglio (en alusión al Papa Francisco) no se le va a dar “a un supuesto arzobispo al que le plantan cara unas monjitas y le sacan los colores. Los colores se los vamos a sacar a él”.

También ha acusado al arzobispo de Burgos de ser un “mentiroso compulsivo”, ha asegurado que sor Isabel de la Trinidad no ha judicializado la anulación de la compraventa del monasterio de Orduña -como indicó Iceta el pasado lunes-, y ha negado que se trataba de un negocio inmobiliario pues “ahí se pierde dinero”.

Así se ha referido Ceacero al origen del desencuentro, que es la intención de las Clarisas de Belorado de comprar el monasterio de Orduña, valorado en 1,2 millones, para lo cual iban a vender el de Derio, una venta que, afirman las religiosas, han parado desde Burgos y Bilbao.

pcr/aam/oli

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