Salvador Illa, el "runner" del PSC que busca pasar página del procés

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Marc Corominas

Barcelona, 17 mar (EFE).- Salvador Illa se ha convertido en el líder incontestable del PSC, un "runner" o corredor de fondo que bajo su metódica dirección busca estar más cerca que nunca de destronar al independentismo y que así su partido vuelva, quince años más tarde, al Palau de la Generalitat y pase página del procés.

En el plácido XV Congreso del PSC, Savador Illa Roca (La Roca del Vallès, 1966) ha exhibido su liderazgo absoluto e incuestionado del partido -ha sido nombrado por aclamación-, del que asumió las riendas en diciembre de 2021, y ha tomado impulso para afrontar las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo.

Tras desembarcar en la primera línea de la política catalana bajo el denominado "efecto Illa" -por su impacto mediático como ministro de Sanidad durante la pandemia-, como líder del partido y jefe de la oposición en Cataluña ha imprimido un "estilo Illa", basado en la apuesta por el diálogo y el pacto.

Extremadamente madrugador, su despertador suena a las 5 de la mañana. A las 5:20 horas, siempre que puede, sale a correr para despejar la mente. A las 6:45 le recogen en casa y antes de las 8 ya está en el despacho con un té verde en la mano. Un ritmo que él aguanta aparentemente sin problemas, y al que sus colaboradores se han tenido que acostumbrar a seguir.

Aunque durante años fue un fumador empedernido, antes de asumir la cartera de ministro de Sanidad dejó el tabaco y poco después empezó a hacer "running", una afición que no ha limitado a salidas por su municipio, La Roca del Vallès (Barcelona), sino que le ha llevado a competir en maratones. Ya lleva tres, el último fue la semana pasada en Barcelona, donde logró una nada despreciable marca de 3 horas y 40 minutos, su récord personal.

Su figura como corredor de fondo también la ha aplicado en su acción como jefe de la oposición en Cataluña, que ha centrado en construir una alternativa al Govern de Pere Aragonès tendiendo la mano para aprobar leyes de calado como la del catalán en la escuela o los últimos presupuestos, y logrando así romper la política de bloques instaurada con el procés.

De creencias religiosas, afronta la nueva etapa "bendecido" por el Papa Francisco, al que visitó la semana pasada, en una cita que agitó los nervios de acero característicos de Illa, que vivió un "momento muy especial" al conocer el pontífice.

Conocedores de su fe, el día que Aragonès anunció el adelanto electoral, la sectorial de militantes católicos del PSC le hicieron llegar una imagen de San Pancracio, puesto que la fecha de las elecciones, el 12 de mayo, coincide con ese santoral.

"Es el santo que se invoca cuando se quiere reclamar prosperidad, es un buen augurio. Será un buen día para Cataluña y para España", señaló el día siguiente al adelanto electoral el mismo Illa, que ha colocado la imagen de San Pancracio en su despacho.

Después de muchos años siendo el "señor Lobo" del PSC, como solucionador de problemas del partido -igual que Harvey Keitel en "Pulp Fiction"- por sus responsabilidades como secretario de Organización, ahora Illa es la gran esperanza blanca del socialismo catalán para volver a la Generalitat.

El PSC ha encontrado en Salvador Illa el líder que hacía tiempo que buscaba, admiten fuentes del partido, que confían en repetir y ampliar la victoria en las elecciones catalanas de 2021 y, ahora sí, lograr las alianzas necesarias para poder gobernar.

Nacido en el seno de una familia trabajadora de La Roca del Vallès (Barcelona), Illa destaca por ser una persona tranquila, de trato cortés y extremadamente organizada.

Sus colaboradores también destacan su energía incombustible. Como si temiera aburrirse, busca siempre tener su agenda ocupada y llenar los huecos con visitas por el territorio, reuniones o llamadas, que a menudo tienen lugar mientras va en coche, donde prefiere hablar con otras personas que escuchar música porque no es un gran melómano.

Licenciado en Filosofía por la UB y MBA por la escuela de negocios IESE, tiene también una larga experiencia de gestión como concejal y alcalde de La Roca del Vallès, ciudad que gobernó durante diez años y donde dio sus primeros pasos en política de la mano de Romà Planas, quien fue delegado especial del expresidente Tarradellas y exalcalde del municipio. EFE

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