Las comidas y cenas de Navidad, el caldo de cultivo perfecto para las discusiones sobre política: cómo sobrevivir en una familia polarizada

Evitar los debates sobre temas conflictivos a veces no es posible, más aún en un momento en el que la sociedad española experimenta una división ideológica creciente

En las reuniones familiares durante las Navidades se pueden producir desacuerdos o discusiones por temas controvertidos como la política. (Freepik)

Las Navidades son un momento para compartir, para reencontrarse y para celebrar. En unas fechas marcadas por las reuniones familiares es frecuente que la alegría y la nostalgia se instalen como acompañantes habituales: recuerdos de lo que ha pasado durante el año, noticias inesperadas, homenajes a quienes ya no están... Sin embargo, durante las cenas y comidas navideñas las conversaciones también pueden discurrir por caminos que llevan al enfado y la incomodidad.

Y es que la política no necesita invitación para sentarse en la mesa en Navidad. Nos encontramos en un contexto nacional marcado por una polarización creciente: el descontento con la mayoría de grupos políticos y la gran cantidad de casos de presunta corrupción y acoso sexual que han marcado este año, así como la falta de consenso parlamentario, están llevando a los españoles a una —mayor— falta de confianza en los partidos.

En este sentido, solo es necesario pronunciar la palabra “Gobierno”, “Presidente” o “políticos” para que la discusión esté servida. Una broma malentendida —o de mal gusto—, un meme que se envía a través de un grupo de Whatsapp o una noticia que se lee en redes sociales pueden prender la mecha. El resto pueden ser silencios, indirectas o debates sin fin.

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Es una imagen que no resultará desconocida para casi nadie y que, de nuevo, este 2025 se repetirá en muchas casas, frente al marisco y los canapés. Los datos, sin embargo, reflejan que los españoles no discuten de manera sistemática por la política. Así lo revelaba en julio de 2023 el Eurobarómetro estándar —el último en el que se preguntó sobre esta cuestión—: un 43 % de los adultos de nuestro país, según el estudio, reconocían no hablar o discutir nunca con familiares o amigos sobre temas de política nacional. El 16 % indicaba que lo hacía frecuentemente y el 41 %, de vez en cuando.

En muchas familias se evita hablar de política durante las Navidades para que no se produzcan discusiones. (Freepik)

De hecho, España se convertía con estos datos en el país de la Unión Europea con la proporción más alta de personas que no discuten nunca sobre política en su círculo cercano, seguido de Francia (35 %), Irlanda (33 %) y Portugal (32 %). Las cifras más bajas en este sentido se encontraban en Alemania (8 %), Países Bajos (10 %) y Suecia (10 %).

El resultado se puede interpretar de dos formas distintas. En primer lugar, el intento de evitar discusiones, por lo que se vetan de forma explícita o tácita ciertos temas de conversación. En segundo lugar, una falta de interés en estos asuntos. El reciente avance de la Encuesta sobre tendencias sociales realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que a un 20,6 % de los españoles les interesan poco o nada las cuestiones políticas. Con una cifra de 57,6 % en cuanto a los que respondieron “mucho” o “bastante”, parece ser que la explicación de la falta de discusiones sobre política en muchos círculos se encuentra más cerca de la primera interpretación.

La política en la comida de Navidad: un comensal que genera tensiones

Estudios más recientes que el Eurobarómetro de julio de 2023 apoyan la idea de que los españoles prefieren obviar ciertos temas controvertidos durante las comidas y cenas de Navidad para evitar discusiones. Es el caso del Atlas de la polarización en España, publicado este mes de diciembre por la organización More in Common. Tras 2.500 entrevistas, la investigación afirma que seis de cada diez españoles evitan hablar de política precisamente por este motivo.

Esto no provoca, sin embargo, que no salgan a relucir los debates en algunas ocasiones. El mismo estudio revela que una de cada cinco personas presenció o participó el año pasado en discusiones fuertes sobre política en las cenas o comidas de Nochebuena y Nochevieja. Además, el 14 % (alrededor de cinco millones) han llegado a romper relaciones familiares o de amistad en el último año por motivos políticos y un 15 % asegura haber abandonado grupos de Whatsapp por diferencias ideológicas.

Una de cada cinco personas presenció o participó el año pasado en discusiones políticas durante las Navidades. (Freepik)

Cómo evitar que la mesa de Navidad se convierta en una batalla campal

“Para muchas personas, las reuniones familiares significan un esfuerzo constante por adaptarse, agradar o evitar confrontaciones”, explican desde Clínicas Origen, expertos en psicología y psiquiatría. “Lo que debería ser un momento de descanso se transforma en sobrecarga: conversaciones incómodas, críticas veladas o tensiones no resueltas del pasado emergen de forma inesperada, dejando a algunos con sensación de agotamiento emocional y ansiedad anticipatoria”.

La solución que parece más lógica para evitar que se produzcan discusiones familiares por motivos políticos en estas fechas festivas es, precisamente, no hablar de estos temas. Sin embargo, para que esto se produzca debe haber un trabajo por parte de todos los integrantes de la mesa. En este sentido, los expertos de Self Psicólogos recomiendan establecer límites de forma saludable: “En muchos casos, los conflictos familiares surgen cuando los límites personales no son respetados. Ya sea que se trate de opiniones políticas, temas delicados o la invasión del espacio personal, aprender a poner límites es esencial”.

Así, “antes de reunirte con familiares, reflexiona sobre los temas que te gustaría evitar o las situaciones que te hacen sentir incómodo”. Cuando se expliquen estas necesidades debe hacerse desde la asertividad y la empatía: “La comunicación es clave para evitar malentendidos y conflictos”, añaden desde Unobravo, la plataforma de psicólogos en línea.

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Sin embargo, hay veces en las que no sirve ni la anticipación, ni la asertividad ni los intentos de comunicarse de forma calmada, pues no todo el mundo está dispuesto a respetar los límites o a dejar a un lado los temas controvertidos. En este sentido, el trabajo debe nacer de forma interna, aceptando que hay cosas que no se pueden cambiar “para evitar frustraciones innecesarias”. “Enfócate en lo que puedes controlar: tu propia reacción y tus emociones”, explica Self Psicólogos en su página web.

Esto no significa que solo quede la resignación, pues hay ciertas estrategias que se pueden llevarse a cabo para no sentirse abrumado en estos momentos de tensión. Por ejemplo, apoyándose en con quien se tiene una mayor afinidad, según destacan desde Unobravo: “Buscar ayuda puede ser una excelente manera de cuidar de tu bienestar mental y emocional en estos días”.

Además, el autocuidado es fundamental, con momentos de desconexión y descanso para que las “vacaciones de Navidad no sirvan para estresarte todavía más”. Coinciden en esto los expertos de Self Psicólogos: “Regresar a la situación con una mente tranquila y renovada te permitirá manejar mejor cualquier conflicto“.

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