La salud mental se ha convertido en la principal preocupación sanitaria de la población española, según el Monitor Global de la Salud Mental de Ipsos. Los problemas psicológicos y el bienestar emocional se sitúan como el principal problema de salud para seis de cada diez españoles, consolidando una tendencia creciente desde el 2021.
Los españoles sitúan la salud mental por encima del cáncer, que preocupa al 51% de la población. Así, el 62% de la ciudadanía identifica la salud mental como principal problema sanitario, casi 20 puntos más que la media global de los 30 países analizados en el estudio. Les siguen el estrés (36%), la obesidad (29%) y el tabaquismo (19%).
Según los autores del informe, la pandemia fue el punto de inflexión en esta clasificación, pues “actuó como un acelerador en la percepción y conciencia ciudadana sobre el bienestar mental, pasando de ser un problema de salud que preocupaba a un 23% en 2018 a un 62% en 2025″. De hecho, un 61% de las personas en España reconocen haberse sentido tan estresadas que su vida diaria se vio afectada de manera significativa una o varias veces en el último año y un 47% asegura haber llegado a un punto en el que no podían hacer frente a las cosas debido al estrés, mientras que un 37% sufrió episodios de depresión prolongada. Pese a ello, un 43% declara no haber hecho nada para abordar su malestar.
Mujeres y jóvenes, más centrados en la salud mental
La apreciación es diferente entre generaciones. Son los más jóvenes los que muestran mayor inquietud por la salud mental, en concreto un 67% de los millenial y un 63% de los ‘Z’. Para ellos, el cáncer se ubica en segunda y cuarta posición, respectivamente, destacando el estrés (41 y 35%) y el tabaquismo (18 y 32%) como grandes problemas de salud. Mientras, la generación del Baby Boom pone el cáncer por delante (63%), seguido de la salud mental (57%), la obesidad (34%) y el estrés (24%).
La preocupación por la salud mental también es mayor entre las mujeres (67%), que entre los hombres (56%). Ellos se centran en mayor medida en problemas como el tabaquismo (23%) y la obesidad (33%), mientras que ellas muestran más inquietud ante el cáncer (56%) y el estrés (43%).
Las diferencias estadísticas parecen relacionadas con la experiencia personal: las mujeres sufrieron en mayor medida problemas de estrés en su vida diaria (37%), al igual que los jóvenes (un 40% entre los Millennial y un 36% entre los Z). La Generación Z destaca con los indicadores más elevados: son quienes más se han visto obligados a faltar al trabajo debido al estrés (17%) y también quienes más han considerado la autolesión o el suicidio (12%).
El sistema sanitario no da importancia a la salud mental
Pese a la gran importancia que otorgan los españoles al bienestar emocional, el 48% de la población opina que los servicios sanitarios lo sigue tratando como un asunto periférico. El informe revela que ocho de cada diez personas en España valoran la salud física y la mental como igual de importantes para ellas, siete puntos más que el año anterior, mientras que cerca de la mitad de la ciudadanía piensa que el sistema sanitario prioriza la salud física.
Esta percepción es especialmente acusada entre las mujeres (53%), con 10 puntos porcentuales de diferencia frente a los hombres. La generación Z se muestra optimista, pues entiende que la atención a la salud mental tiene ahora más espacio en la agenda sanitaria (14%), mientras que los Baby Boomers consideran que reciben un trato equilibrado (44%).