La influencer Violeta Mangriñán ha dado un paso importante en su vida personal y profesional: instalarse con su familia en su primera vivienda en Madrid. Tras abandonar su hogar en Valencia, la creadora de contenido ha optado por una de las urbanizaciones más exclusivas de Majadahonda, al noroeste de la capital, donde ha levantado una casa que no solo sirve como refugio, sino también como reflejo de su identidad y universo estético.
Bautizada con el nombre de Villa Canela en honor a su perrita, esta nueva residencia es el resultado de un proceso creativo y personal en el que han participado el arquitecto Antonio Rabadán y el carpintero de autor Clemente Olmos. El resultado: una casa moderna, cálida y con toques atrevidos que resumen el espíritu de su propietaria.
La zona principal de la vivienda, el salón comedor, es una mezcla armoniosa de tradición y modernidad. La combinación de materiales —como la madera de nogal, el roble, la piedra y la cerámica— da forma a un espacio acogedor y sofisticado. La estancia se divide en dos ambientes: una zona pensada para el trabajo o la lectura, con una gran mesa central y estanterías llenas de objetos personales; y otra zona más distendida, con un sofá verde fabricado a medida y una mesa baja segura para sus hijas, Gala y Gia.
El color verde, emblema del proyecto personal de Violeta (Maison Matcha), está presente en distintos rincones de la casa, creando una narrativa visual coherente. En este espacio también se aprecian guiños emotivos, como un cuadro de los Cayos Cochinos —donde conoció a su pareja, Fabio, en Supervivientes— y una fotografía en recuerdo de su abuela.
Uno de los espacios más valorados por Violeta es la cocina, equipada con una imponente isla de piedra natural y abierta al jardín. El diseño es funcional y contemporáneo, pero no renuncia al confort ni a la estética. La influencer ha confesado que abrir las puertas correderas y contemplar el exterior es uno de sus placeres cotidianos.
El dormitorio: verde, íntimo y con alma
La habitación principal, con baño en suite, sigue la línea cromática y emocional del resto de la casa. La cama tapizada en verde y el papel pintado a juego generan una atmósfera de calma. Sobre el cabecero, varios elementos personalizados recuerdan momentos clave de su historia con Fabio, como los sacos que utilizaron en el programa donde se conocieron.
Pensando en su faceta profesional, la influencer ha creado un estudio de grabación dentro de su dormitorio, perfectamente conectado a una terraza privada. Este espacio le permite producir contenido digital sin salir de casa, manteniendo la estética cuidada que caracteriza su trabajo en redes sociales.
El vestidor de Villa Canela es, probablemente, una de las estancias más personales de la casa. Realizado a medida, incluye baldas abiertas, zonas específicas para bolsos y zapatos, y un sillón verde matcha que funciona como pieza central. Violeta lo ha descrito como “el más bonito que hubiera podido soñar”.
Baños que fusionan elegancia y bienestar
La influencer ha reformado varios cuartos de baño para adaptarlos a su estilo. Uno de ellos destaca por su “ducha matcha” en mármol verde, acompañada de una bañera blanca de diseño curvo. En el baño principal, los materiales nobles como el nogal y el porcelánico continúan la línea cálida y sofisticada del resto del hogar.
El exterior no se queda atrás. La parcela de más de 1.000 metros cuadrados incluye una piscina infinita diseñada a medida, ideal para el verano madrileño. También hay espacio para un pequeño huerto, donde Violeta planea cultivar fresas, y se han instalado medidas de seguridad tanto para las niñas como para la tranquilidad del hogar: videovigilancia 24 horas y barandillas de cristal en las escaleras.