En España, la edad legal de jubilación ordinaria en 2025 se sitúa en 66 años y 8 meses, salvo para quienes hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses, que pueden hacerlo a los 65 años sin penalización. La jubilación a los 64 años solo es posible de forma anticipada, ya sea voluntaria o forzosa, y con una reducción en la pensión. En este contexto, al aproximarse al final de la vida laboral, surge una cuestión clave: ¿cuántos años de vida esperan a partir de esa edad, y cuántos de ellos se vivirán sin limitaciones físicas?
Según los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a los 65 años los hombres españoles pueden esperar vivir 10,7 años sin discapacidad o limitaciones graves en su día a día. En el caso de las mujeres, la cifra es de 10,3 años. Estas estimaciones corresponden al año 2021, último con datos completos disponibles, y hacen referencia a los denominados ‘años de vida saludable’, es decir, aquellos que se viven sin complicaciones severas en la actividad cotidiana.
Más años de vida, pero no siempre con buena salud
La esperanza de vida total al cumplir los 65 años también muestra diferencias entre sexos. Las mujeres alcanzan una media de 24,3 años más, frente a los 20,2 años de los hombres. Sin embargo, ese tiempo adicional no se traduce en una mayor proporción de años vividos con buena salud. Según el INE, los varones disfrutan del 56,5% de su vida restante sin discapacidad tras los 65 años, mientras que en las mujeres ese porcentaje es del 44,7%.
Esta diferencia se relaciona con lo que algunos expertos denominan la “paradoja de la morbilidad femenina”: la población femenina sobrevive más años, pero soportan una mayor carga de enfermedades o limitaciones funcionales. Factores como la prevalencia de dolencias crónicas no mortales, una menor práctica de actividad física y patrones de diagnóstico más intensivos explican parte de esta desigualdad, que también se observa en otros países europeos.
Evolución desde 2008 y efecto de la pandemia
Pese a que no existe una respuesta 100% precisa, la perspectiva de longevidad en buena salud ha mejorado de forma sostenida en España desde 2008. Ese año, los hombres podían esperar vivir el 47,7% de los años restantes a partir de los 65 sin discapacidad, y las mujeres, el 44,7%. En 2021, esos porcentajes aumentaron hasta el 56,5% en hombres y el 50,8% en mujeres, de acuerdo con las estimaciones del INE y el Ministerio de Sanidad. Estas cifras reflejan avances en salud pública, prevención y tratamiento de enfermedades crónicas.
La pandemia de COVID-19 alteró esta tendencia. Según el INE, la esperanza de vida sin discapacidad se mantuvo estable en 2020, creció de forma significativa en 2021 y cayó con la misma intensidad en 2022, volviendo a niveles similares a los previos al inicio de la crisis sanitaria. Este patrón, que también se observó en otros indicadores demográficos, muestra el impacto desigual de la pandemia sobre la salud funcional de la población mayor en España.