Un avión privado modelo Cessna Citationn II se estrelló en la madrugada del jueves en el vecindario militar de Murphy Canyon, en San Diego (Estados Unidos), dejando al menos dos muertos y varios heridos, además de daños generales en viviendas, vehículos y calles. El accidente tuvo lugar a las 4:00 de la mañana y transformó una zona residencial en un campo de escombros de más de 400 metros.
Impacto contra cables eléctricos
Según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), el avión impactó primero contra los cables eléctricos a unos tres kilómetros del Aeropuerto Ejecutivo Montgomery-Gibbs, antes de estrellarse contra varias viviendas. “Hay fragmentos de la aeronave bajo los cables eléctricos”, afirmó Eliott Simpson, investigador principal de la NTSB, en rueda de prensa.
Una de las posibles causas, según el departamento de Bomberos, es la abundante niebla. “Apenas se podía ver delante de uno”, indicó Dan Eddy, subjefe de bomberos. El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que el sistema automatizado de observación meteorológica del aeropuerto no funcionaba desde hacía más de un día.
Durante la aproximación para el aterrizaje, el piloto solicitó información meteorológica a los controladores aéreos, pero no pudo obtener información. “El Montgomery ASOS está fuera de servicio”, se le informó en una grabación difundida por LiveATC.net
A cambio, recibió condiciones del cercano aeródromo de Miramar: visibilidad de 800 metros y nubes a 60 metros de altura. “Bueno, no suena muy bien, pero lo intentaremos”, respondió el piloto.
Seis ocupantes, múltiples fallecidos
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que seis personas viajaban a bordo. Hasta el momento, se han contabilizado al menos tres pasajeros fallecidos, sin contabilizar los ocupantes de las casas afectadas.
Además, el impacto provocó un derrame de combustible que incendió al menos diez viviendas y calcinó numerosos vehículos estacionados en la calle. “Tenemos combustible de avión por todas partes”, señaló Dan Eddy. “Cuando impactó contra la calle, al consumirse el combustible, se llevó por delante todos los vehículos”.
Las autoridades desplegaron más de 50 agentes de policía para evacuar a unos 100 residentes, muchos de los cuales fueron trasladados a un centro de evacuación habilitado en la Escuela Primaria Miller, que junto con la Escuela Hancock permanece cerrada.
Scott Wahl, jefe de la Policía de San Diego, describió la escena como “horrible”. “No puedo describir con palabras la escena, pero con el combustible de avión derramándose por las calles y todo en llamas a la vez, fue horrible”, declaró.
Un vecindario afectado
Murphy Canyon es una de las comunidades de viviendas militares más grandes del mundo. El capitán Robert Heely, comandante de la Base Naval de San Diego, subrayó el impacto que el accidente tuvo en sus vecinos. “Sin duda, muchas familias se han visto afectadas”, indicó a CNN.
Por su parte, la Sociedad Protectora de Animales de San Diego acogió al menos a 12 mascotas afectadas, incluyendo perros cubiertos de combustible, que posteriormente fueron descontaminados por el equipo médico del refugio.
Investigación en curso
La NTBS peinará la zona hasta el viernes. Planea recuperar la aeronave este sábado y estima en poder sacar el informe preliminar en dos semanas, mientras que el informe final podría tardar entre 12 y 18 meses.
La grabadora de datos de vuelo y posiblemente la de voces en cabina serán elementos clave en la investigación. Además, las autoridades instan a la población a evitar la zona del accidente mientras continúan las labores de recuperación.
Este es el tercer accidente aéreo importante en el área de San Diego en los últimos años. En 2021, un avión bimotor se estrelló en Santee, causando dos muertes; y en 2008, un avión militar cayó sobre una vivienda en University City, provocando la muerte de cuatro personas.