Con el auge de las nuevas tecnologías, los clientes tienen al alcance de la mano una herramienta poderosísima para valorar cómo ha sido su experiencia en cada establecimiento que visitan. Esta técnica, que se ha incrementado en los últimos años, resulta especialmente útil para los consumidores indecisos, que no se decantan por ningún restaurante y acuden a estas reseñas para conocer cuál es la calidad de la comida, los precios o el trato en el servicio.
Sin embargo, también se producen situaciones incómodas o injustas cuando el cliente, que cree tener la razón, emite un juicio que no se corresponde con la realidad. En estas ocasiones, muchas veces el dueño del establecimiento opta por responder a la reseña, desmintiendo el relato del cliente o utilizando el mismo tono que ellos han empleado.
Desde faltas de respecto hasta comentarios fuera de lugar, son muchos los contenidos que publica Jesús Soriano, conocido Soy Camarero en internet, a través de sus redes sociales. En los últimos meses se ha alzado como uno de los portavoces del sector de la hostelería, pues defiende los derechos de los camareros, difunde las ofertas de trabajo en las que se promocionan condiciones deficientes o critica ciertas actitudes de los empleadores. También son numerosas en su cuenta las reseñas de estos restaurantes, que en muchas ocasiones están cargadas de comicidad o indignación.
En una de sus publicaciones más recientes, Soy Camarero ha compartido con sus seguidores el comentario que un cliente indignado con la actitud de una camarera dejó en Google Maps. Sin embargo, había un problema: se había equivocado de establecimiento. El propietario del local en el que había dejado la incorrecta reseña no dudó en responder.
“Es usted un maleducado”
“Patético servicio, una mal llamada camarera que te ignora y prefiere recoger mesas vacías que atender a clientes”, comienza la reseña del cliente indignado. “No aguanto este tipo de niñatos. Hay muchos bares, les auguro un mal futuro, el tiempo lo dirá. Hasta siempre”. Acorde a sus palabras, el consumidor puntúa con una única estrella su experiencia en el establecimiento equivocado.
El propietario que recibe la negativa valoración, en primer lugar, intentó hacerle entender que se trataba de un error: “Buenas, Luis. Es un poco extraño lo que dice porque no tenemos en la plantilla ninguna camarera. Por ahora, solo camareros. Además, hoy domingo estamos cerrados. ¿Seguro que está poniendo la reseña en el sitio adecuado?”.
No se quedó ahí, ya que también quiso romper una lanza a favor de su compañera de profesión, por lo que criticó el comentario que había emitido contra ella: “Aún así, por la camarera del otro local al que se refiere, es usted un maleducado”. Sin conocer realmente cómo había sido la situación, el propietario, teniendo en cuenta las palabras que el cliente había vertido, quiso intentar justificar la situación, buscando posibles razones a su manera de trabajar: “A saber si era su primer día o si estaba sola ante gente como usted. Vergüenza tendría que darle poner una reseña así, porque dice más de usted que de la camarera”, una respuesta que ha sido aplaudida por muchos de los seguidores de Jesús Soriano.