La Tietilperazina o Torecan, en su término comercial, es un medicamento utilizado para tratar náuseas y vómitos, tanto de origen agudo como crónico. Actúa sobre el centro del vómito y la zona quimiorreceptora, inhibiendo náuseas y vómitos, y sobre los mecanismos reguladores del equilibrio y del sentido de orientación espacial a nivel central y periférico, disminuyendo el umbral de excitabilidad del laberinto, conforme detalla Vademecum, una web especializada en medicamentos para expertos sanitarios.
Este fármaco se prescribe para casos de náuseas y vómitos por afecciones gastrointestinales y hepáticas, embarazo (solo si está estrictamente indicado y con precaución.), uremia, radioterapia, también para tratar el postoperatorio tras intervenciones quirúrgicas, el traumatismo craneal y la jaqueca, así como para los vértigos consecutivos o la afección del oído interno.
Efectos secundarios del Torecan
El principal efecto secundario es la sensación de sequedad en la boca. Además, la tietilperazina puede producir somnolencia, por lo que podría afectar la capacidad para conducir y manejar máquinas. Los pacientes deben evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta saber cómo toleran el medicamento.
Según detalla la web de la Clínica de la Universidad de Navarra, este medicamento existen comercializado en formas de administración oral (grageas) y rectal (supositorios). Cuando se usa la vía oral debe tomarse junto con alimentos o con un vaso entero de agua o leche para disminuir la irritación del estómago. También indican que, si al utilizar el supositorio se observa que está demasiado blando, este debe guardarse en el frigorífico durante una media hora antes de introducirlo.
Otros medicamos para tratar las náuseas
La metoclopramida también se utiliza para tratar náuseas y vómitos, tanto de origen agudo como crónico. Actúa principalmente como un antagonista de los receptores de dopamina en el sistema nervioso central, lo que aumenta el peristaltismo gastrointestinal y acelera el vaciado gástrico. Aunque es efectiva para estos propósitos, su uso no está exento de efectos secundarios, como todos los fármacos.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la metoclopramida puede causar una variedad de efectos adversos, similares a los del Torecan, que varían en frecuencia e intensidad. Los efectos secundarios más comunes se encuentran la somnolencia y el cansancio. Estos síntomas son generalmente leves y pueden desaparecer con el tiempo a medida que el cuerpo se ajusta al medicamento. Sin embargo, en algunos casos, la somnolencia puede ser lo suficientemente intensa como para afectar la capacidad de realizar actividades que requieren alerta mental, como conducir o manejar maquinaria pesada.
La metoclopramida, al actuar sobre el sistema gastrointestinal, también puede causar efectos en este ámbito, entre los que se incluyen diarrea, náuseas (paradójicamente, dado que el medicamento se usa para tratar náuseas), y en casos raros, estreñimiento. Sin embargo, uno de los efectos secundarios más preocupantes de este fármaco son los efectos neurológicos. Entre estos, destacan los síntomas extrapiramidales, que incluyen distonía aguda, que es una serie de contracciones musculares involuntarias que pueden ser dolorosas y desfigurantes; el parkinsonismo, con síntomas como temblores, rigidez muscular y bradicinesia (movimientos lentos); y discinesia tardía, una condición grave caracterizada por movimientos involuntarios repetitivos, principalmente en la cara y la lengua.