Pedro Sánchez tenía buenas y malas noticias cuando arrancó el acuerdo a Junts para lograr ser investido. Carles Puigdemont, valga el tópico, tiene la sartén por el mango y apenas unos días con el Gobierno en marcha ya han comenzado las amenazas. El expresident fugado se impacienta y presiona: “Si no hay avances suficientes”, está dispuesto a ofrecer los votos de su partido al PP para derrocar a Sánchez en una moción de censura. Es una información del prestigioso medio Politico, que celebraba este martes una gala para desvelar las/sus ‘28 personalidades más influyentes’ en Europa de cara a 2024, con Puigdemont entre ellos.
Y apenas minutos después de saltar esta noticia se conocía otra: PSOE y Junts celebrarán su primera reunión en Ginebra este sábado, 2 de diciembre. En el encuentro habrá un tercero, que no será otro que un verificador tal y como los independentistas pretendían y los socialistas concedieron.
Según Político, Puigdemont habló en la gala con el presidente del PP europeo, Manfred Weber, a quien desveló sus intenciones si tiene la sensación o la certeza de que Sánchez está evitando abordar los asuntos a los que se comprometió a cambio de su continuidad en el Palacio de la Moncloa. Claro que, si esto ocurriera, PP y Junts deberían ponerse de acuerdo para proponer un presidente del Gobierno alternativo en esa moción. “El PP debe dar un paso hacia nosotros. No pueden seguir tratándome como a un terrorista”, ha manifestado el expresident al citado medio. Defiende que su único delito fue colocar unas urnas.
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Feijóo: “No es posible”
También minutos después de saltar esta noticia, Alberto Núñez Feijóo, parte implicada o, cuando menos, aludida en esta historia, se encontraba rodeado de periodistas en el Congreso de los Diputados, minutos previos a la solemne apertura de la XV Legislatura, aguardando al rey. Y le han/hemos preguntado. Y ha respondido: “No podría aceptar sus condiciones -las de Puigdemont- porque son ilegales y atentan contra la Constitución y la igualdad de los españoles. (...) No es posible”, ha zanjado el líder nacional del PP.
En los pasillos de la cámara se encontraba por mismo motivo Santiago Abascal, que se ha quejado de que España “esté en manos de golpistas” y mostrado convencido de que Sánchez “va a hacer absolutamente todo lo posible para mantenerse en el poder”, por lo que no hará falta ninguna moción. “No tiene otro objetivo porque no tiene ningún escrúpulo y está dispuesto a entregar absolutamente todo”.
Ya avisó Toni Comín, otro de los promotores del referéndum ilegal prófugos, exconseller, que “el PSOE -declaraciones al diario Ara- debe estar preparado para tener muchos disgustos” en las sucesivas votaciones en el Congreso, sin aclarar si acaso su partido vota por convicción o por conveniencia en cada uno de los muy distintos asuntos de calado que debate y somete a escrutinio el poder legislativo. “No hay ninguna obligación de aprobarle nada -a Sánchez-, ni presupuestos, ni decretos, ni leyes si en estos meses no se avanza”, sostuvo Comín desde Bélgica.
En sus palabras a Politico, Puigdemont habla por último del concepto lawfare, tan mencionado estos días, que refiere a una justicia que prevarica y decide por intereses políticos. “El término es como la cabeza de caballo en ‘El Padrino’, una alerta de que vamos en serio”, dice el europarlamentario, reconocido como “disruptivo” en la ceremonia a la que acudía.