Las imágenes de la trigésima octava y última jornada

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Madrid, 4 jun. Las imágenes de la trigésima octava jornada de LaLiga Santander.

EL DRAMA DE PUCELA

El desconsuelo invadió el terreno de juego del estadio Nuevo Jose Zorrilla que contempló la vuelta del Valladolid a la segunda División. Las gradas del estadio y los jugadores vallisoletanos cayeron en la desolación después de que el equipo fuera incapaz de ganar al Getafe, que fue la imagen de la felicidad al amarrar la permanencia.

Nadie se movió al final del estadio pucelano, mientras suspiraba por un triunfo del Espanyol ante el Almería que no llegó. Lágrimas y desolación en el Valladolid que se marcha de Primera. No hubo milagro.

EL ESPANYOL-ALMERÍA, PRIMER MINUTO SIN JUGAR.

El partido entre el Espanyol y el Almería tuvo un arranque inusual. Los jugadores del cuadro local del choque disputado en el RCDE Stadium se negaron a jugar el primer minuto del encuentro como protesta por las decisiones arbitrales en la temporada. Los futbolistas del Almería respetaron la protesta de sus adversarios y no disputaron el balón hasta que pasó ese tiempo.

El Espanyol, descendido a Segunda, decidió no mover el balón durante 53 segundos durante los que hubo masivamente pitos y se lanzaron objetos al césped. Una gran pancarta en la grada señalaba "De luto por la justicia deportiva".

EL ÚLTIMO BAILE DE JOAQUÍN

Fue una noche emotiva para Joaquín que no pudo controlar sus emociones en su último partido con el Betis, su último encuentro como profesional. Desde el principio el ambiente fue especial en el estadio Benito Villamarín. Los homenajes se agolparon uno detrás de otro durante el choque. Disfrutó de una ovación justo antes del inicio de la segunda parte de un partido en el que jugó como titular, ante el Valencia. Todo el público coreó su nombre antes de que el balón rodara.

El capitán verdiblanco, que igualó el récord de Andoni Zubizarreta como el jugador que más partidos ha disputado en la historia de Primera, 622 encuentros oficiales, vivió una noche difícil de digerir. Su adiós al fútbol, un estadio entregado que coreó su nombre cada vez que tenía relación con el balón.

Abandonó el campo a la hora de juego. Entregó el brazalete y se despidió uno por uno, con un largo abrazo, de cada futbolista del Betis. Besó el césped y se fue entre los reconocimientos de todo el público, en pie, ovacionado. Y se abrazó con cada miembro del banquillo. Entre lágrimas. También con Rubén Baraja, rival del Valencia, otro de los equipos en los que militó. Un momento muy emotivo en la última jornada.

LA PIÑA DE OSASUNA

En la pelea por la última plaza europea, que otorgaba un billete para la próxima edición de la Liga Conferencia, Osasuna se llevó el gato al agua tras superar 2-1 al Girona. Sus rivales, el Athletic, el mismo Girona y el Rayo Vallecano, se quedaron con la miel en los labios. Al final, los tantos de Ante Budimir permitieron a Osasuna ocupar la deseada séptima plaza.

En cuanto terminó el partido, los jugadores del conjunto navarro se abrazaron en una piña para celebrar el final de un curso exitoso que incluyó una final de Copa del Rey perdida frente al Real Madrid. Esa piña precedió a la fiesta en la que se convirtió todo el estadio, con homenajes para todos sus jugadores y para su entrenador, Jagoba Arrasate, el artífice de los buenos resultados de uno de los mejores equipos del campeonato.

ANCELOTTI Y SUS DESPEDIDAS

Deportivamente, para el Real Madrid, el choque ante el Athletic no servía más que para conseguir un subcampeonato al que se aferró tras empatar 1-1 en un duelo gris, otro más de los muchos con los que el conjunto blanco ha obsequiado a su parroquia esta temporada. Sin embargo, el duelo tenía un trasfondo sentimental enorme. A lo largo de la semana, el club blanco anunció la marcha de Marco Asensio, Karim Benzema, Eden Hazard y Mariano Díaz y el choque ante el Athletic se convirtió en un bolo marcado por el adiós de cuatro jugadores.

Ancelotti sólo permitió a dos de ellos despedirse con dignidad. Benzema y Asensio, dos hombres clave en las últimas temporadas, se fueron del terreno de juego aplaudidos por su público. El primero, tras marcar su tanto número 354. Se fue por Modric, se abrazó al croata, a su entrenador, se llevó la mano al pecho y agradeció a su afición todo el cariño que recibió en su salida. Asensio fue suplente, entró en el minuto 58 y salió en el 92 para recibir otra ovación. De Mariano y de Hazard no hubo noticias hasta después del choque. Ambos fueron manteados por sus compañeros junto a Benzema y Asensio y su intrascendencia estos años fue "castigada" con la indiferencia.

LAS QUEJAS DEL ATLÉTICO DE MADRID Y LAS RISAS DE SIMEONE

El Atlético de Madrid se jugaba el subcampeonato con el Real Madrid. Se enfrentaba al Villarreal en el Estadio de la Cerámica y necesitaba sacar más puntos que el Real Madrid. El conjunto blanco, empató 1-1 frente al Athletic. Una victoria, daba la segunda plaza al Atlético, que sin embargo también firmó tablas (2-2). Pero, de nuevo, como en otras ocasiones del curso, se sintió perjudicado por el arbitraje.

En concreto, por una mano de Aissa Mandi a disparo de Griezmann. El jugador del Villarreal interrumpió con su brazo la trayectoria del disparo del francés cuando la pelota se dirigía a la portería. El árbitro, Ricardo de Burgos Bengoetxea, no pitó nada. El VAR, tampoco avisó al colegiado. Y, desde la banda, las risas de Simeone fueron un modo de quejarse irónico antes de la queja directa: "Cuando creíamos que lo habíamos visto todo, en la última jornada... Sin palabras", escribió el Atlético en Twitter con una imagen de la jugada. El conjunto rojiblanco, se sintió perjudicado una vez más. EFE

jjl-apa/sab