La industria de Hollywood presenció un movimiento en el mapa del poder económico con el ingreso de James Cameron al exclusivo grupo de cineastas multimillonarios.
De acuerdo con una estimación de Forbes, el director alcanza un patrimonio neto de USD 1.100 millones. Esta cifra, construida casi únicamente a partir del éxito comercial de su filmografía, sitúa a Cameron en una posición única entre sus pares.
El dato se conoció tras la exclusión de Avatar: Fuego y Ceniza de las principales categorías de los Globos de Oro el 8 de diciembre, a pesar de no haber llegado aún a los cines.
El organismo la ubicó en la categoría de Logro Cinematográfico y de Taquilla, lo que refleja la confianza en una saga central dentro del cine comercial y que, según las previsiones citadas por Forbes, podría superar los USD 2.000 millones en recaudación.
Una fortuna gestada en la pantalla grande
En más de 40 años de trayectoria, Cameron consolidó una carrera singular. Desde Terminator y Aliens en los años 80 hasta Titanic y las dos primeras entregas de Avatar, sus películas alcanzaron aproximadamente USD 9.000 millones en taquilla mundial.
Forbes señaló que la participación directa del cineasta en esas ganancias constituye la base de su fortuna, estimada en USD 1.100 millones.
Este patrimonio lo coloca junto a nombres como George Lucas, Steven Spielberg, Peter Jackson y Tyler Perry, quienes también superaron la barrera de los diez dígitos. A diferencia de otros miembros de este grupo, Cameron arribó a esa cifra sin grandes acuerdos externos a la industria.
Sus ingresos proceden de salarios, participación en utilidades, licencias de parques temáticos y juguetes, y el valor de Lightstorm Entertainment, su productora.
Ante esas cifras, el director suele restar importancia al tema de la riqueza personal. Según una entrevista con el pódcast de Matt Belloni, de Puck, aseguró: “Ojalá fuera multimillonario”, y añadió: “Primero, ser multimillonario implica ciertos acuerdos que no existían, y segundo, que no he gastado ni un centavo en 30 años”.
Del trabajo ocasional al quiebre creativo
El crecimiento patrimonial de Cameron inició lejos de los grandes estudios. Tras abandonar la universidad, trabajó de camionero y luego se incorporó como asistente de producción en New World Pictures, donde percibía USD 175 semanales.
Su debut como director, Piranha II: The Spawning (1981), terminó abruptamente con su despido a las dos semanas y el cobro de solo la mitad del salario acordado.
La consagración llegó en 1984 con Terminator. Para dirigir el proyecto, vendió el guion a la productora Gale Anne Hurd por USD 1. La película recaudó USD 78 millones con un presupuesto de USD 6,4 millones, lanzó la carrera de Arnold Schwarzenegger y dio pie a una franquicia que hoy suma más de USD 2.000 millones en taquilla mundial.
Grandes presupuestos y éxitos sobresalientes
La constante en la carrera de Cameron fue el equilibrio entre presupuestos elevados y éxito comercial. Terminator 2: El Juicio Final (1991) pasó a la historia como la producción más costosa de su tiempo, con un presupuesto superior a USD 90 millones, y finalizó como la película más taquillera de ese año, con ingresos globales por encima de USD 500 millones.
Este logro derivó en un contrato de USD 500 millones por cinco años con Fox para Lightstorm Entertainment. Luego, True Lies superó los USD 100 millones de presupuesto y generó USD 378 millones. Respecto a su método, el cineasta de 71 años declaró a Entertainment Weekly: “Para mí, el deseo de crear la mejor película posible siempre triunfa”.
El hito de Titanic
El máximo desafío entre riesgo creativo y presión financiera se evidenció con Titanic (1997). Con un presupuesto que superó los USD 200 millones, Cameron ofreció devolver su salario y su participación en utilidades.
La película generó USD 1.800 millones en su exhibición original y vendió 58 millones de cintas VHS. De acuerdo con Forbes, Fox le otorgó el 10% de las ganancias, lo que representó cerca de USD 150 millones antes de impuestos.
Respecto al estilo de trabajo de Cameron, Josh McLeglen, primer asistente de dirección, señaló a Forbes: “Trabaja al límite de lo posible, y luego lo supera”.
El fenómeno Avatar y las próximas cifras
Con Avatar (2009), redefinió el blockbuster moderno. La película alcanzó casi USD 3.000 millones en taquilla mundial y Forbes calculó que el director obtuvo más de USD 350 millones por el film, además de ingresos recurrentes por licencias y atracciones en parques temáticos.
La secuela, El Camino del Agua (2022), sumó USD 2.300 millones y Cameron, con un contrato que le genera cerca del 20% del primer dólar bruto, percibió aproximadamente USD 250 millones.
De cara a Fuego y Ceniza, Forbes proyecta que podría sumar al menos USD 200 millones adicionales a su fortuna, bajo la expectativa de que la película repita el éxito asociado a su nombre.