A pesar de lo que dice el Gobierno, temen por obra pública porque subirían las tasas en dólares para financiarla

El balance de una jornada en la que la mayoría de los inversores actuó como si todas las empresas estuvieran envueltas en el escándalo de los cuadernos

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Se otorgaron seis corredores viales con la modalidad PPP
Se otorgaron seis corredores viales con la modalidad PPP

Como una conspiración perfecta se combinó la escalada del conflicto entre Estados Unidos y China y el escándalo de los cuadernos. El miércoles negro se vio en el nuevo derrumbe de la Bolsa que atemorizó a los inversores que salieron a dolarizar sus carteras. Ellos quieren que el final de esta historia, que recién comienza, los encuentre con billetes norteamericanos en sus cuentas del exterior o locales o en cajas de seguridad.

La crisis del exterior, que hizo que haya aversión a todo lo emergente, se transformó en una fuerte ola de ventas de todo lo que tuviera que ver con la Argentina.

Otra muestra de la preferencia de los billetes sobre los bonos en dólares, se vio en la licitación de Letes, donde el Gobierno renovó 54% de los vencimientos y pagó una tasa de casi 5%

Los chinos le comunicaron a Estados Unidos que van a grabar USD 16.000 millones de importaciones norteamericanas desde el 23 de agosto. En ese combo entran los combustibles, el acero, los autos y equipos médicos. La lucha es golpe por golpe. China respondió con la misma dureza a las sanciones que anunció el día anterior Donald Trump. No subió la escalada, pero responde simétricamente. Los inversores norteamericanos temen que la situación se agrave. En Wall Street el Dow Jones bajó 0,18% y la tasa del Tesoro de los bonos a 10 años subió a 2,98%. También avanzó el oro y cayeron levemente las bolsas de Europa.

Cuando pase la tormenta, los bonos argentinos van a ser una oportunidad porque rinden más de 8% en dólares. Pero cuando hay miedo nadie mira los rendimientos

Todas las monedas de emergentes cedieron ante el dólar

Con este escenario, en los últimos días, los fondos del exterior, que hacían operaciones de contado con liquidación (venden sus bonos argentinos en Buenos Aires a quien tiene cuenta en el exterior y le transfiere los dólares correspondientes, sin pasar por Argentina), venían marcando un precio más alto que el dólar billete. Ese margen, se redujo en la rueda del miércoles.

"La tenencia de bonos argentinos es un problema para los fondos extranjeros porque no encuentran compradores. Esto sucede con otros países emergentes, pero la diferencia es que en esos lugares no hay tantas urgencias para venderlos como las que impone la realidad argentina", señaló Juan Miguel Salerno, de Compass Group. "Cuando pase la tormenta los bonos argentinos van a ser una oportunidad porque rinden más de 8% en dólares. Pero cuando hay miedo nadie mira los rendimientos", agregó.

El dólar subió 20 centavos a $28,23 (Adrián Escandar)
El dólar subió 20 centavos a $28,23 (Adrián Escandar)

Por eso los que pudieron salir de sus bonos en dólares compraron billetes. Esto explica por qué el "blue" fue a contramano y perdió 40 centavos al cerrar en $27,90. No hay clientes en este mercado marginal, porque los compradores de dólares son los vendedores de bonos. Como el origen del dinero es blanco, deben comprar en el mercado blanco para no quedar descalzados ante la AFIP. De allí que el dólar en bancos y casas de cambio haya subido 20 centavos a $28,23 y en la plaza mayorista, 22 centavos a $27,62. Esta vez el monto de negocios en la plaza mayorista fue elevado: USD 628 millones, 40% por encima de lo que se venía operando en los días previos. Pero en la plaza minorista, la demanda siguió por debajo de los niveles de la precrisis cambiaria.

Los títulos de la deuda negociaron $17.348 millones, 30% por sobre el día anterior. El Bonar 2024, el bono en dólares de referencia, subió 0,34%, contra 0,80% que subió el billete. La caída de la paridad y la suba de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, disparó al riesgo país 20 puntos (3%) a 613 puntos básicos, y superó los 612 puntos que se alcanzaron el 26 de agosto de 2015. En el peor momento del día tocó 619 puntos.

Reservas, tasas y ADR

Las reservas no se vieron afectadas. Bajaron USD 73 millones a USD 57.584 millones. En ese monto están incluidos los USD 50 millones del Tesoro que se licitaron a $27,51, veintisiete centavos por encima de la licitación anterior.

La suba del oro ayudó a que se ganaran USD 10 millones en el exterior. A los organismos internacionales y a Brasil se les pagaron USD 10 millones.

Por supuesto, la tasa de Lebac más corta, la de 6 días, subió 0,70 puntos a 50,50% anual. Las demás quedaron sin cambios.

Otra muestra de la preferencia de los billetes sobre los bonos en dólares, se vio en la licitación de Letes, donde el Gobierno renovó 54% de los vencimientos y pagó una tasa de casi 5%. Meses atrás, la demanda de estos títulos excedía largamente los vencimientos y el Gobierno pagaba 3%.

La Bolsa porteña
La Bolsa porteña

La gran muestra del cambio de carteras se dio en la Bolsa, que con casi $700 millones negociados, perdió 3,99%.

El inversor actuó como si todas las empresas estuvieran envueltas en el escándalo de los cuadernos. No aparecieron siquiera los compradores de oportunidad. Los papeles más afectados fueron los de las empresas de energía. Temen que detrás de las tarifas subsidiadas en la anterior gestión se oculte algún problema. Metrogas encabezó las bajas (-9,56%), seguido por Distribuidora de Gas Cuyana (-7,99%) y Transener (7,58%).

Fuente: Rava
Fuente: Rava

En el exterior la ansiedad de fondos e inversores de deshacerse de acciones argentinas hizo que en Wall Street, los ADR, certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares, siguieran en baja. Solo Tenaris (+1,82%) e IRSA Propiedades Comerciales (+0,78%) cerraron en terreno positivo. Las caídas más importantes fueron las de Macro (-8,24%), seguido de Edenor (-7,05%) y Banco Supervielle (-6,60%). El problema que debe superar el mercado financiero es la gran oferta de bonos y acciones que hacen los fondos del exterior.

Se aguardan las palabras de empresarios destacados que expliquen la situación de sus empresas y también se teme, a pesar de los anuncios del Gobierno, que la situación paralice la obra pública porque no se consiga financiamiento del exterior y si se consiguiera las tasas serían impagables.

Para el sistema de Participación Público Privada (PPP) que se presentó para las licitaciones de trenes y de 7.200 mil kilómetros de rutas, podría complicarse el negocio. Porque el costo del financiamiento no tiene relación con la renta que pueden obtener de los emprendimientos. Por otro lado, el Gobierno les entregará como pago por las obras bonos a 10 años. Es difícil percibir el futuro cuando no se domina el presente.

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