En el mundo comienzan a dudar de la efectividad del cierre de fronteras para contener la pandemia, por su costo económico y social

El Covid-19 está haciendo estragos en el comercio internacional y profundizando las desigualdades. Se paraliza el intercambio, aún de productos esenciales. La ONU aboga por quitar bloqueos y ayudar a los países

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Los puertos paralizados son una muestra de la desaceleración del comercio internacional
Los puertos paralizados son una muestra de la desaceleración del comercio internacional

La pandemia del coronavirus se expandió por el mundo con la rapidez con la que hoy se difunde la información. Los Estados se mostraron lentos y torpes para hacer frente a un virus que cruzaba mares sin ningún tipo de control por, básicamente, la falta de cooperación y la desconfianza que impera en estos tiempos, como una especie de “grieta global” que muchos vislumbran como el principal conflicto para las decisiones gubernamentales que habrá que tomar el día de mañana en un mundo en el que ya muchos pronostican que será con menos comercio, menos empleo y mayor contracción del PBI, en especial para los países pobres o en vías de desarrollo como la Argentina y que hace 9 años que dejó de crecer en términos reales por habitante.

Nadie puede saber cómo va a salir el mundo de esta pandemia. No es una hecho puntual como puede ser un tsunami que sucede y al día siguiente comienza la reconstrucción sino que el coronavirus le está reclamando a los Estados un esfuerzo sostenido en el tiempo y una mayor cooperación en una época donde reina la desconfianza. Primero para sobrellevar el freno que está sufriendo la economía y, segundo, para su reconstrucción.

El covid-19 es la octava pandemia que ataca al mundo en los últimos 100 años (gripes española, asiática y de Hong Kong, H1N1, SARS, MERS y Ébola), y en todos los casos las consecuencias fueron similares: menos oferta global, más desempleo en muy poco tiempo -la OIT estima que se perderán 25 millones de puestos de trabajo- lo que generará mayor pobreza y una baja en los salarios; y restricciones a la movilidad de las personas –Europa hoy es el mejor ejemplo, pero Argentina y otros países de la región tomaron el mismo camino-.

Los trabajadores portuarios no quieren subirse a los barcos que no hayan tenido 14 días previos de cuarentena, lo que paraliza los puestos locales
Los trabajadores portuarios no quieren subirse a los barcos que no hayan tenido 14 días previos de cuarentena, lo que paraliza los puestos locales

En este contexto es donde “la mano invisible del mercado” de Adam Smith se vuelve aún más invisible, se retira y deja que ahora sean los gobiernos quienes intenten compensar las desigualdades. Pero esos Estados hoy están concentrados en resolver el reclamo de mayor protección y el “vivir con lo nuestro” se volvió credo.

La última decisión de la Argentina fue la de cerrar las fronteras para aquellos no residentes que quieran entrar al país. Pero eso también llevó al cierre total de los puertos porque el temor a un contagio dispuso que los gremios marítimos se negaran a atender a los buques que no cumplieran con los 14 días de cuarentena, lo que significa una virtual paralización de las exportaciones a días de comenzar la cosecha gruesa, el principal valor que tiene hoy la plaza argentina para obtener lo que más necesita para resolver otra de las crisis que atraviesa en paralelo: dólares.

Se produjo la virtual paralización de las exportaciones a días de comenzar la cosecha gruesa, el principal valor que tiene hoy la plaza argentina para obtener las divisas que necesita

Otro segmento que mostró cómo el mundo se cerró y que se replicó en la Argentina fue la decisión respecto de los insumos médicos en donde se estableció que aquellos que son necesarios para atender a la pandemia localmente no pueden ser exportados sin la autorización del Estado. Es decir, primero se tiene que atender la demanda local de alcohol en gel y, sólo si hay excedente se podrá exportar.

Los países menos preparados empiezan a sentir la escasez de material médico para combatir la pandemia porque los países proveedores prohibieron sus exportaciones
Los países menos preparados empiezan a sentir la escasez de material médico para combatir la pandemia porque los países proveedores prohibieron sus exportaciones

En paralelo, mediante la Resolución 118/2020 del Ministerio de Desarrollo Productivo se definió la suspensión de las medidas antidumping que la Argentina había impuesto en noviembre de 2019 a la importación de disoluciones parentales que contengan cloruro de sodio o dextrosa, estériles en sistemas cerrados de infusión originarios de Brasil, México “por el plazo que dure la emergencia pública en materia sanitaria”.

Hasta la última semana, 24 países de Europa y Asia pusieron restricciones a las exportaciones de equipos médicos y se incrementaron barreras arancelarias y complejidades aduaneras en todos los mercados lo que impactará en una reducción de 10% del comercio global y, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, en la región que es el principal mercado de la Argentina, la caída alcanzará al 20 por ciento.

Comercio y derechos humanos

Estas medidas en el comercio global hoy están teniendo su primera cara visible en una profundización de las desigualdades para hacerle frente a la pandemia poniendo en riesgo derechos humanos básicos.

Así lo entiende la Alta Comisionada en Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, quien instó a los líderes mundiales a “garantizar que se respeten los derechos fundamentales en todas las medidas para hacer frente a la pandemia, con estrategias centradas en las personas”.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió rever sanciones comerciales
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió rever sanciones comerciales

Este punto es fundamental cuando se empiezan a revisar las medidas que se fueron tomando en estos tres meses desde que apareció el primero de los casos de coniv-19 en China y se fue extendiendo a todo el planeta. El mundo reaccionó cerrándose y cortando el comercio. Y esto no sólo tiene consecuencias en las cuentas públicas sino también en los derechos humanos.

El mundo reaccionó cerrándose y cortando el comercio. Y esto no sólo tiene consecuencias en las cuentas públicas sino también en los derechos humanos

El presidente Alberto Fernández sorprendió diciendo que había solicitado a los presidentes del G20 que observaran las sanciones económicas y los bloqueos a Cuba y Venezuela. “No es un tema ideológico, es humanitario. No digamos que nos interesa la vida del hombre si los condenamos a semejante orfandad. Frente a una pandemia tenemos que ocuparnos de esos pueblos que por una decisión política están sometidos a un bloque que no les deja llegar ni comida ni remedios, eso traté de advertir en el G-20″, sentenció.

En la misma línea, Bachelet había dicho que “las sanciones sectoriales de amplio espectro que se aplican a países que se enfrentan a la pandemia del coronavirus deberían ser objeto de una reevaluación urgente, en vista de su posible repercusión negativa sobre el sector de la salud y los derechos humanos”.

“En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países. En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos”, agregó.

Alberto Fernández dijo que le pidió al G20 que levante las restricciones sobre Cuba y Venezuela por una cuestión humanitaria
Alberto Fernández dijo que le pidió al G20 que levante las restricciones sobre Cuba y Venezuela por una cuestión humanitaria

Salidas

Parte de la solución a la profundización de las desigualdades que podría generar esta nueva pandemia podría llegar de cómo los países, en especial los centrales, encaren el día después de mañana.

La mayoría de los especialistas en comercio sostienen que la salida a la crisis económica que dejará la pandemia será a través de mayor intercambio pero que para eso hace falta una mayor coordinación entre los países y reglas claras.

Los especialistas en comercio entienden que la salida a la crisis que dejará la pandemia es con un incremento del intercambio comercial y con reglas claras
Los especialistas en comercio entienden que la salida a la crisis que dejará la pandemia es con un incremento del intercambio comercial y con reglas claras

Según escribieron Fabrizio Opertti, gerente de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y Mauricio Mesquita Moreira, Economista Jefe y Coordinador de Investigación del Sector de Integración y Comercio del BID, la posible salida se encuentra en “aumentar la coordinación entre países e impulsar la integración, con el fin de sino también para facilitar una recuperación rápida, liderada por el comercio y la inversión extranjera directa”.

Para los especialistas el camino es en dirección contraria a las que ahora se fueron adoptando, ya que proponen “desincentivar la adopción de restricciones a las exportaciones de equipos médicos, medicinas y sus insumos” ya que eso crea “desincentivos de medio-largo plazo a la producción interna por la incertidumbre de poder acceder a los mercados externos. Además, crean riesgos de retaliación y ponen en peligro los esfuerzos de cooperación regional y multilateral”.

Tanto Opertti como Mesquita Moreira destacaron en el blog del BID que la opción que entienden como la mejor para el día después de mañana es la de “impulsar acuerdos comerciales regionales y multilaterales para facilitar la coordinación de las medidas de prevención y mitigación de pandemias; y evitar que medidas unilaterales produzcan costosos conflictos comerciales y diplomáticos que retrasen la recuperación y comprometan el crecimiento de largo plazo”.

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