Federico Tomasevich, de Puente: “Se tomaron medidas que buscan evitar un mal mayor, un colapso económico”

El presidente de la entidad de servicios financieros habla del plan de Alberto Fernández y de la situación del mercado financiero y de capitales

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Entrevista a Federico Tomasevich, presidente de Puente

“La salida de la administración anterior fue traumática”, asegura Federico Tomasevich, presidente de la empresa de servicios financieros Puente, mientras se acomoda en el estudio de Infobae. En un charla en la que no escatimó adjetivos fuertes para definir el contexto económico que dejó la administración de Mauricio Macri, el joven inversor hizo un repaso por los primeros días de gobierno de Alberto Fernández y sus medidas: ley de emergencia, dólar “solidario”, retenciones y deuda.

“Son las medidas que había que tomar para cambiar la dirección hacia dónde iba Argentina. Un par de meses antes de la finalización del mandato anterior la pregunta era si se llegaba a entregar el 10 de diciembre, por el grado de complejidad y de gravedad de la situación económica que ya estaba afectando lo social. Muchas de las medidas me imagino que van a ser transitorias. No por tres meses, capaz un año, dos o tres. Había que tomar el toro por las astas y cambiar el curso de dirección de esta nave”, asegura.

Son las medidas que había que tomar para cambiar la dirección hacia dónde iba Argentina. Un par de meses antes de la finalización del mandato anterior la pregunta era si se llegaba a entregar el 10 de diciembre, por el grado de complejidad y de gravedad de la situación económica que ya estaba afectando lo social

Tomasevich (43), es presidente y principal accionista de Puente, una compañía con sede en Inglaterra y subsidiarias en Argentina, Uruguay y Paraguay. La compañía es uno de los principales emisores de deuda privada y subsoberana (provincial y municipal) local, tiene 200 empleados y brinda servicios a más de 35.000 clientes (individuos, gobiernos, corporaciones e instituciones). Puente nació en 1915 y su abuelo Alberto Martínez Blanco, fue uno de los fundadores. Su madre, Olga Martínez Blanco, heredó el negocio y se convirtió en una referente de la city porteña en los ’80. Desde 2011, Tomasevich es el principal accionista y controlante de la empresa a la que ingresó a los 17 como trader de la mesa de dinero. Tiene estudios de Alta Dirección en IAE Business School y el en Global CEO Program de Warthon Business School, en EEUU.

El negocio de la compañía, que nació como una casa de cambio y hoy es un banco de inversión de capitales argentinos, el más grande del Cono Sur, se divide en tres: wealth management (administración de USD 3.000 millones en activos financieros), mercado de capitales y ventas y trading, con un volumen total operado de USD 17.000 millones al año y más de 240.000 transacciones registradas.

Tomasevich tiene estudios de Alta Dirección en IAE Business School y el en Global CEO Program de Warthon Business School, en EEUU. (Fotos: Santiago Saferstein)
Tomasevich tiene estudios de Alta Dirección en IAE Business School y el en Global CEO Program de Warthon Business School, en EEUU. (Fotos: Santiago Saferstein)

— ¿Es una buena medida el dólar “solidario”, para atesorar y comprar con esa moneda?

Son medidas de urgencia para evitar un mal mayor. Aumentar la retención a las exportaciones claramente no va a incentivar las exportaciones, pero hay una necesidad fiscal imperiosa. El riesgo país llegó a estar en 2.200 puntos y la realidad es que hoy ronda los 1.800. La tasa de interés estaba en niveles del 85% hace dos meses y roza el 60%. Por supuesto, están la pobreza que siguen muy mal y la inflación, un fenómeno que viene en la Argentina subiendo desde los últimos 15 años que no se puede bajar en dos meses. Se tomaron medidas que muchos argentinos no quisiéramos, pero son para evitar un mal mayor. Argentina iba derecho a un colapso económico. Había salida de moneda extranjera ilimitada y el Central se iba a quedar sin reservas. Tuvieron que poner el cepo de último momento antes de dejar la administración. No es que sólo emitieron mucha deuda para gasto corriente, emitieron y el producto bruto cayó.

— ¿Lo conoce al presidente Fernández?

— Conozco a parte de su equipo. Al Presidente no puedo decir que lo conozco, alguna vez charlamos, pero no tengo trato con él.

Se tomaron medidas que muchos argentinos no quisiéramos, pero son para evitar un mal mayor. Argentina iba derecho a un colapso económico. Había salida de moneda extranjera ilimitada y el Central se iba a quedar sin reservas

— ¿Cómo evalúa las primeras semana de gobierno?

— Hay una conducción bastante clara. Y el equipo ejecuta bajo esas órdenes. Ya eso es un cambio importante frente a la anterior administración. Se toman decisiones rápido. Creo que es un muy buen equipo para esta etapa. Quizás dentro de dos o tres años, con la situación más normalizada, son necesarias personas distintas, con otros perfiles.

— El mercado también parece haber tomado bien las medidas. ¿Por qué?

— Sí, definitivamente. Son mensajes que transmiten tranquilidad. Por eso las acciones subieron más de un 25% y el riesgo país bajó 450 puntos. El Gobierno muestra un interés concreto y serio en tratar de evitar algo que parecía inevitable hasta hace un mes, la cesación de pagos. Está trabajando para evitarlo y plantear un canje antes de que suceda el default. Es muy difícil por los tiempos, pero creo que la Argentina va a pagar, como dice el Gobierno, si hay recursos para pagar.

El ejecutivo en Infobae (Fotos: Santiago Saferstein)
El ejecutivo en Infobae (Fotos: Santiago Saferstein)

— ¿Cómo hay que negociar el pago de la deuda pública?

— El problema más importante de la deuda argentina no es el stock: si Argentina tuviese crédito se rollea ese stock. El problema es la tasa que devenga la deuda, algo que la hace no sustentable en el tiempo. Y sobre todo la que emitió el Gobierno en los últimos dos años a tasas altísimas. O incluso alguna provincia, como Buenos Aires, que emitió casi en dólares a niveles del 10%. Es una tasa que no tiene sentido para un mundo de tasas casi negativas. Esa deuda es la que se tiene que reestructurar, definitivamente. Respecto a extender los plazos, aspiraría a que se “pateen” los vencimientos de capital por dos, tres, cuatro años, y bajen los cupones de interés de la deuda. Y que no toquen vencimientos de capital de bonos que no vencen. Sí se les puede bajar el cupón, pero no tiene sentido reestructurar hoy un bono que vence en el 2026.

— ¿Cree que el mercado está receptivo para este tipo de opciones?

— Sí, está súper abierto. El mercado son los inversores que quieren cobrar. Las tasas de referencia del resto de Latinoamérica son la mitad que las de Argentina. Y los inversores en general son sensatos. Dicen: “A la provincia de Buenos Aires le estamos pidiendo el 9,5% cuando una provincia de un país similar paga el 6. Bueno, negociemos a ver qué se puede lograr”. Lo mismo pasa con el soberano, tenés cupones muy altos.

Hay una conducción bastante clara. Y el equipo ejecuta bajo esas órdenes. Ya eso es un cambio importante frente a la anterior administración. Se toman decisiones rápido. Creo que es un muy buen equipo para esta etapa

— ¿Cuál es el principal tema que les preocupan a sus clientes locales hoy?

— Lo mismo que a nosotros, que las cosas se recompongan. Que el Estado pueda reestructurar la deuda con propuestas razonables y que la actividad económica empiece a funcionar. Se generó mucho estrés sobre todos los argentinos, no sólo sobre los inversores, que en general son dueños de empresas. El nivel de estrés que vivieron inversores, empresarios, empleados y la sociedad en conjunto en el último cuatrimestre fue casi comparable con el 2002. Se fueron más de la mitad de los depósitos en moneda extranjera. Eso no se levanta, es una corrida bancaria importante. Muy importante.

— ¿Cuáles fueron los principales errores del macrismo a nivel financiero?

— No me parece correcto hacer un racconto de qué cosas hizo mal. Pero se puede resumir en qué cosas falló mostrando los indicadores: pobreza, inflación, riesgo país, accesibilidad a los mercados internacionales de deuda. Argentina tenía un default selectivo y terminó casi en default total. Hubo problemas muy importantes, de estrategia y de ejecución. Más de ejecución, posiblemente. La administración anterior apostó a que en un segundo mandato corregía lo que no corrigió en el primero y refinanció el gasto corriente a tasas infinitas. Todos los contribuyentes estamos pagando ese costo financiero.

El macrismo "dinamitó el mercado de capitales", según Tomasevich (AP Photo/Natacha Pisarenko)
El macrismo "dinamitó el mercado de capitales", según Tomasevich (AP Photo/Natacha Pisarenko)

— ¿Ese contexto dejó un mercado de capitales muy golpeado?

— Sí, el gobierno de Macri dinamitó el mercado de capitales. Reperfilaron deuda en moneda propia. Es un caso de estudio no pagar deuda contraída en tu propia moneda cuando ya tenés niveles de inflación del 40%. Generás más problemas no honrando esa deuda que emitiendo. Es algo de sentido común que generó grandes problemas no sólo en las tesorerías de compañías que no pueden pagar los sueldos, proveedores, ni impuestos, sino en personas que tienen sus ahorros en plazos fijos. Por eso es determinante que el riesgo país baje, para que muchas empresas puedan refinanciar sus deudas. Está el caso de Celulosa, Medanito y otras. Las provincias, las más importantes, también van a plantear reestructuraciones. También se dinamitó el mercado de fondos comunes de inversión, que debe estar al 50% de lo que era hace seis meses en términos de activos bajo administración.

El nivel de estrés que vivieron inversores, empresarios, empleados y la sociedad en conjunto en el último cuatrimestre fue casi comparable con el 2002. Se fueron más de la mitad de los depósitos en moneda extranjera

— ¿Cree que vendrán tiempos de posturas más confrontativas de las autoridades para el mercado financiero en general?

— No creo que sean posturas confrontativas, es sentido común. La administración anterior les pagaba a los bancos a través de Lebac y Leliq el doble del costo de fondeo que tenían. Entonces, para qué necesitás prestarle la plata a un privado y asumir riesgos. El mejor negocio es prestarle la plata al Banco Central: único caso en el planeta. Es sentido común: cortar con eso no creo que sea atacar al mercado financiero.

Puente abrirá su filial en EEUU en enero (Fotos: Santiago Saferstein)
Puente abrirá su filial en EEUU en enero (Fotos: Santiago Saferstein)

— ¿Los bancos tienen también algo de responsabilidad por ese esquema?

— Los bancos aprovechan la oportunidad. Si el gobierno o el Banco Central anterior te daban esa oportunidad y tenés un banco, por qué no vas a tomarla. El que pone las reglas es el Central, no los privados. Tu costo de fondeo es 40 y te pagan el 80, ¿por qué le vas a prestar la plata a una pyme al 50? Eso es lo que hay que cambiar y se está atacando en la inmediatez. Y por eso se ve un fuerte cambio de expectativas.

— En este contexto, ¿cómo está Puente?

— Cerrando un año intenso. Somos la banca privada más grande de Uruguay, de Paraguay y en Argentina tenemos una operación muy grande. También el principal emisor de deuda en Paraguay y en Argentina en 2018 emitimos casi 110 transacciones en el mercado de capitales por algo así como 3.500 millones de dólares, un comprador grande.

La administración anterior les pagaba a los bancos a través de Lebac y Leliq el doble del costo de fondeo que tenían. Entonces, para qué necesitás prestarle la plata a un privado y asumir riesgos. El mejor negocio es prestarle la plata al Banco Central: único caso en el planeta

— ¿A cuánto bajaron este año esas operaciones?

— A menos de la mitad. El único que siguió emitiendo fue el soberano. Tenemos además un negocio de trading muy grande y estamos abriendo la operación nuestra en Estados Unidos, que va a tener una escala muy grande. Abrimos en enero con activos bajo administración por arriba de los mil millones de dólares el primer día de operación.

— ¿Cuál es el foco en Estados Unidos?

— El primer año, servicios de banca privada para Sudamérica. Después se le sumará el negocio de trading internacional de activos latinoamericanos, especialización en el sur de la región. También acompañar a los clientes de los tres países en las emisiones internacionales, pero con una entidad propia.

— Hace dos años estaban buscando un socio en el exterior y analizando comenzar a cotizar. ¿En qué quedaron esas opciones?

— El contexto cambió radicalmente. Seguimos consolidando la operación de manera tal que estamos abriendo nosotros en forma independiente en Estados Unidos. Nuestro negocio está lo suficientemente maduro, pero tiene todavía bastante por crecer. Tenemos recorrido antes de ponernos de vuelta un objetivo de tener un socio internacional. En varios años eso puede volver a ser discutible, pero en este momento no.

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