Los precios de los granos retrocedieron con fuerza en el exterior y los contratos de la soja para entregar en noviembre, los más negociados, se hundieron 5,3%, a USD 395,73 por tonelada. Las posiciones para entregar en julio cedieron a 409,03 por tonelada (-4,7%).
La soja se alejó así de sus valores máximos del año, a USD 432,94 por tonelada para entregar en julio, y USD 424,17 para las posiciones a noviembre, alcanzados el pasado 10 de junio en el mercado de granos de Chicago.
Los futuros de maíz y soja bajaron con fuerza el martes en Chicago, después de que fuertes lluvias que cayeron durante el fin de semana en zonas secas de la región central de Estados Unidos mejoraron las perspectivas de cosecha para ambos cultivos.
En cuanto al maíz, las posiciones para diciembre terminaron a USD 170,70 por tonelada, con una caída de 2,6 por ciento.
En cambio, los futuros de trigo se afirmaron por una ronda de compras de ocasión y coberturas de posiciones cortas después de que los precios bajaron a mínimos de varios años. El trigo cerró con mínima ganancia, a USD 158,81 por tonelada para los contratos con entrega en septiembre.
Los precios de los alimentos se mantendrán relativamente bajos en los próximos diez años y se pondrá fin al reciente ciclo de precios altos pese al riesgo de posibles fluctuaciones, señalaron la FAO y la OCDE.
Según su informe conjunto sobre perspectivas agrícolas entre 2016 y 2025, presentado en Roma, la demanda de alimentos crecerá a un ritmo más lento, sobre todo por los menores aumentos de la población mundial y de los ingresos en las economías emergentes.
Estos factores, unidos a otros como la acumulación de reservas, el fuerte suministro de alimentos y el abaratamiento de la energía, influirán en ese periodo en los precios de los principales productos básicos, que ya cayeron en 2015.