Boca sufrió en el Mineirao, pero a raíz del 2 a 0 en La Bombonera logró festejar su ansiado pasaje a las semifinales de la Copa Libertadores, donde chocará con Palmeiras, elenco que ya enfrentó en la fase de grupos.
El gol de Cristian Pavón sobre el epílogo para decretar el 1 a 1 fue un desahogo para la delegación xeneize, pero todo estuvo cerca de terminar en un escándalo. Dirigentes y los futbolistas que quedaron fuera de la nómina que confeccionó Guillermo Barros Schelotto celebraron el tanto del cordobés, algo que cayó mal en el conjunto rival.
Cuando Darío Benedetto se dirigía al vestuario visitante tuvo un tenso cruce con un auxiliar de Cruzeiro. Esta persona increpó al delantero y le arrojó una mano que estuvo cerca de golpearlo e iniciar una gresca. Junto al Pipa también se encontraban Leonardo Jara y Bebelo Reynoso.
Gracias a la rápida intervención del personal de seguridad la situación no pasó a mayores.
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