Corbatta: el futbolista que creaba, el hombre que huía

Fanático de Racing, su ídolo era Bochini. No se llamaba Orestes Omar, ni Omar Orestes. Su fútbol fue arte, su vida un suplicio. Alejandro Wall lo cuenta en su reciente libro, “Corbatta, El Wing”. El autor habló de su obra en una entrevista con Infobae

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Un día de estos, en un corte de mi jornada laboral, bajé los cuatro pisos que separan la redacción de Infobae del nivel del mar. Pasé por la recepción, saludé a los chicos que allí trabajan y uno me advirtió que había algo para mí. "Lo busco a la vuelta", le dije.

Al regreso, efectivamente, me hice de lo mío. Eran dos libros. El primero me resultó muy atractivo. Del otro, el segundo, vi la tapa y lo hice a un lado casi de manera despectiva. Hablé con una representante de la editorial para intentar entrevistar al autor del primero. Me dijo que sí, que no había problema, pero agregó:

¿Y no habrá posibilidad de hacer a Wall? Es tan lindo el libro…

(Walter Silva – fotomontaje)

Wall es Alejandro y es el autor del segundo libro (y otros como ¡Academia, Carajo! o El último Maradona). A nuestra intermediaria le dije que sí porque sentía un compromiso por las muchas veces que me había ayudado en mi trabajo: fue uno de los mejores sí que dije porque Corbatta, El Wing (Aguilar), es así, tal y como me lo dijo: tan lindo.

Corbatta nació en Daireaux el 11 de marzo de 1936. Murió el 5 de diciembre de 1991

En la entrevista que me concedió, Alejandro Wall contó a Corbatta con emoción y admiración, pero también con crudeza. Lo siente cercano desde que su padre le contó que había existido ese arlequín del fútbol que jugaba con las medias bajas, sin canilleras y que fue para muchos el mejor de la historia argentina en su puesto, el de wing derecho.

Pero Corbatta tuvo una vida afuera de las canchas y esa secuencia fue acaso lo que hizo del hombre una leyenda. "Fue un futbolista que vivió como un boxeador", consideró el autor sobre su ídolo. "La vida fue muy cruel con Corbatta y él fue muy cruel con su vida, la dos cosas valen", agregó al ser consultado por la marchita situación en la que terminó el protagonista.

El 22 de noviembre de 2015, en Benito Juárez, una ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires, apareció un muerto. Sin saber que estaba ante una revelación, Marcela Correa leyó en voz alta el nombre que figuraba con el orden 001 en el padrón de votanes:

-Corbatta, Oreste O.

Así comienza el libro que nos reunió para charlar sobre el jugador nacido en Daireaux (pese a que él decía que su origen estaba en La Plata). Aquella situación irregular durante las elecciones presidenciales hizo que Wall tomara el impulso para terminar de contar la historia en la que había comenzado a trabajar mucho tiempo antes: "En 2012 empecé a seguir sus pasos y se convirtió en una especie de obsesión. Hice prácticamente una reconstrucción en cero de su vida, incluso de su propio nombre, que no es ni Orestes Omar ni Omar Orestes sino Oreste Osmar, tal como acredita su partida de nacimiento".

“El Loco” Corbatta jugó en Racing, Boca, Deportivo Independiente Medellín y San Telmo, entre otros

A ese y otros documentos accedió Wall en su búsqueda que comenzó en Daireaux (Deró, en su pronunciación), la ciudad de la provincia de Buenos Aires donde nació el futbolista. Allí vivió un tiempo con su numerosa familia y en absoluta humildad. El autor siguió el derrotero del futbolista y recorrió la mayor parte de los lugares donde el protagonista estuvo. Donde conoció a sus esposas, donde tuvo a sus hijos, donde se convirtió en ídolo de Racing y de la Selección, donde disimuló su analfabetismo, donde vivió sus épocas de gloria, donde sufrió la indigencia más absoluta, donde lo encontraban tirado en la calle, abandonado, donde murió (en 1991, a sus 55 años), y en tantos otros lugares en los que encontró partes de la historia del escapista.

En la vida, como en la cancha, Oreste Osmar se escapaba de quien lo obstaculizara (de sus rivales, sí, pero también de sus esposas, de sus hijos, de su historia). En el campo de juego lo suyo era todo un arte. En la vida, un recurso para no hacer frente a sus obligaciones. El alcohol fue su compañero de ruta desde muy chico, cuando su padre le convidaba, luego en dupla con el tabaco. Ambos se convirtieron en la causa de su triste final. Pero Corbatta fue, es y será, ante todo, "un jugador mitológico del fútbol argentino. El más emblemático en su puesto, que era del wing derecho", según Wall, quien coincide con quienes compartieron el Racing de fines de los 50 y principios de los 60 donde se convirtió en leyenda.

El fútbol fue su mejor manera de escapar de la vida

Corbatta, El Wing, es un libro que recorre la vida de un jugador que triunfó en su época pero también un hombre que sufrió su existencia hasta el hartazgo, hasta su autodestrucción. Una obra que traspasa la piel, que hace pensar qué hacemos con nuestra vida, con nuestros seres queridos y con las oportunidades…

Con el texto de Wall que no tenía en mis planes abordar aprendí de Corbatta y de Racing. Ratifiqué que toda decisión tiene una consecuencia y que, por lo tanto, más vale pensar bien antes de actuar. Sé, ahora, que nunca conviene descartar un libro por la tapa, sin leerlo. No sabés las historias tan lindas que podrías perderte.

Un documental imperdible de Oreste Osmar Corbatta