El aumento del salario mínimo en Colombia, aprobado por el presidente Gustavo Petro, provocó diversas reacciones entre los principales aspirantes a la Presidencia de la República de 2026; este aumento del 23,7% en el salario, que deja el monto en $2 millones mensuales, con el auxilio de transporte incluido, movilizó el debate sobre las consecuencias económicas y sociales de esta medida.
Mientras algunos celebran la medida como un paso hacia la justicia social, otros advierten que podría tener efectos negativos en la economía y el empleo formal, todo en torno a lo que los líderes que quieren llegar a la Casa de Nariño esperan hacer bajo una eventual gestión.
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Juan Carlos Pinzón: preocupación por la informalidad
Uno de los primeros en manifestar su preocupación fue Juan Carlos Pinzón, que aún define su participación en la consulta de la centro-derecha la ‘Gran Consulta por Colombia’. Según el exministro de Defensa, el aumento en el salario mínimo, aunque aparentemente atractivo, podría resultar en un incremento de la informalidad laboral y la precariedad económica.
“El aumento del salario mínimo en un 23% puede sonar bien, pero en la realidad pone en riesgo el empleo formal de millones de colombianos. Con una informalidad que ya supera el 55%, esta decisión puede empujar a más personas a la precariedad. Colombia necesita más empleo formal, no más improvisación”, aseguró el exministro de Defensa.
Para Pinzón, el aumento del salario mínimo es una medida populista que podría causar efectos adversos en el largo plazo, especialmente si no se toma en cuenta la productividad del país.
David Luna: la dificultad de tomar decisiones responsables
David Luna, otro candidato del espectro político de la centro-derecha, también se mostró crítico en relación con la decisión de Petro. A través de su cuenta de X, el exsenador planteó que, aunque la medida busca ayudar a los trabajadores con menores ingresos, puede tener efectos contraproducentes en la economía nacional.
“Así de difícil se ha vuelto hacer política responsable: quien advierte los riesgos queda como un insensible que no quiere que los que menos ganan vivan mejor; y quien toma decisiones irresponsables, aunque aumente la desigualdad y la pobreza, aparece como el héroe que ‘sí se atrevió’”, escribió Luna, al dejar claro su rechazo a lo que considera una política populista.
El candidato considera que el aumento no soluciona el problema de fondo, que es el desequilibrio en la productividad y la inflación, sino que podría agravar las tensiones económicas del país.
Daniel Quintero: “es Justicia, pero es solo el primer paso”
El exalcalde de Medellín Daniel Quintero adoptó un tono más conciliador, pero igualmente crítico en cuanto a los efectos del aumento salarial. Si bien celebró el incremento como un acto de justicia para los trabajadores, también señaló que el aumento solo será efectivo si va acompañado de medidas que controlen la inflación y el costo de vida.
“El Presidente Petro acaba de hacer la mayor subida del salario en la historia de Colombia. 23,7%. Un colombiano ganará mínimo 2 millones de pesos por su trabajo en un mes. Esto es justicia, pero es solo el primer paso. Si el salario mínimo no saca a la gente de la pobreza, la condena a ella”, comentó Quintero.
El exalcalde de Medellín destacó que, aunque el aumento es necesario, no basta con elevar los salarios si los precios de los productos y servicios siguen creciendo sin control.
“Subir el salario es justo, pero es solo el primer paso. No basta con subir el salario si la inflación se come el aumento antes de que llegue a fin de mes”, agregó, al resaltar que el verdadero reto es mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos, no solo aumentar el salario nominal.
Juan Manuel Galán: alertó sobre la falta de productividad y la exclusión
El exsenador y líder del Nuevo Liberalismo Juan Manuel Galán también expresó su desacuerdo con la medida, bajo el argumento de que el aumento del salario mínimo puede tener consecuencias negativas a largo plazo, especialmente en lo que respecta a la productividad nacional y la inclusión social.
“El salario mínimo debe proteger el ingreso de los trabajadores, sí, pero no puede seguir ignorando una realidad incómoda. Hoy está muy por encima de la productividad de buena parte del país. Y cuando el mínimo se acerca al salario mediano, como ocurre en Colombia, el resultado no es más bienestar, sino más exclusión. Cada aumento sin ancla técnica expulsa a miles de personas del empleo formal”, afirmó Galán.
El político hizo un llamado a un debate más profundo sobre cómo lograr que más personas accedan al empleo formal. “La discusión no puede limitarse a cuánto sube el salario mínimo, sino a cómo logramos que más personas puedan ganarlo en la formalidad. Subir el salario sin un respaldo en productividad es pan para hoy y precariedad para mañana”, agregó.
Mauricio Cárdenas: lanzó una fuerte crítica al populismo económico
Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda y otro de los aspirantes presidenciales, también se unió a las voces críticas. El líder no dudó en calificar la medida como “irresponsable” y alertó sobre sus posibles efectos negativos en la economía, como el aumento del desempleo y la informalidad.
“Es natural que al subir el salario mínimo y el subsidio de transporte a dos millones de pesos, muchas personas que viven con un salario mínimo sientan un alivio. Y va a generar aplausos. Pero la función de un líder no es esa. La función de un líder es hacerlo responsable”, señaló Cárdenas.
El exministro alertó sobre los efectos de este tipo de políticas en la economía nacional: “Al tendero, al empleador, pequeño, mediano o grande, que lo ponen a pagar ese salario, simplemente dice: ‘Mis números no me dan’. Y acaba despidiendo. Muchos trabajadores terminarán en la informalidad, ganando menos del salario mínimo, sin beneficios, sin prestaciones”.
Además, destacó que este tipo de decisiones podrían desencadenar un aumento en la inflación y las tasas de interés. Cárdenas acusó a Petro de buscar únicamente beneficios políticos a corto plazo, en lugar de adoptar políticas económicas responsables que favorezcan la sostenibilidad del empleo formal en Colombia.
Camilo Romero: mostró un respaldo al progresismo
Por otro lado, Camilo Romero, exgobernador de Nariño y candidato del progresismo por el Pacto Amplio, defendió con firmeza la medida, al resaltar los logros económicos del Gobierno de Petro y destacó la importancia de proteger los derechos de los trabajadores.
“Se acaba de dar el aumento más alto al salario mínimo en la historia reciente de nuestro país. Queda con un subsidio de transporte en dos millones de pesos. Mientras el uribismo le quitó derechos a los trabajadores, el progresismo se ha dedicado a rescatarlos y profundizarlos”, expresó Romero.
El líder defendió la medida como un paso hacia el bienestar de los colombianos, haciendo énfasis en los logros de la economía bajo el actual Gobierno: “Después de 21 años tenemos la menor tasa de desempleo en la historia reciente de nuestro país. 770.000 nuevos empleos generados en el último año, y el 70% de ellos en la formalidad”.
Para Romero, los resultados del gobierno progresista demuestran que no solo los trabajadores, sino los gremios y sectores empresariales se han visto beneficiados: “La economía va bien, y el país va bien. No es la carreta del uribismo ni el falso cataclismo de la economía. Es la realidad y contundencia del progresismo”.
Vicky Dávila: anuncia la estrategia del petrismo para las elecciones de 2026
La periodista y candidata presidencial Vicky Dávila también se unió al debate sobre el aumento del salario mínimo en Colombia. A través de su cuenta en redes sociales, comentó que, a pesar de los análisis y las alarmas encendidas, millones de trabajadores se sienten felices por la medida; sin embargo, expresó que la decisión de Petro podría estar motivada por fines electorales.
“Podemos hacer todos los análisis, encender todas las alarmas… pero, millones de trabajadores están felices esta noche. Petro goleó y sigue empeñado en comprar las elecciones de 2026”, escribió Dávila.