En la noche del 28 de diciembre en la localidad de Bosa, en Bogotá, se vivió una noche marcada por la furia y la frustración de sus habitantes ante la creciente inseguridad.
En un hecho que refleja el hartazgo ciudadano, la comunidad incendió la motocicleta de dos presuntos delincuentes, después de que, según testigos, estos sujetos asaltaron a dos ciclistas en la zona.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
La tensión escaló rápidamente y solamente la intervención de la Policía Metropolitana de Bogotá evitó que el episodio desembocara en violencia física contra los acusados, quienes finalmente fueron capturados y trasladados fuera del lugar.
Imágenes difundidas a través de redes sociales mostraron con claridad cómo las llamas devoraron el vehículo, provocando una espesa columna de humo y el olor penetrante a caucho quemado.
Este acto de represalia evidenció la exasperación de un sector barrial que, según los vecinos, se ha visto repetidamente afectado por delitos similares.
Uno de los testigos, entrevistado por Citytv, relató que “los agredidos vienen en bicicleta. Empiezan como una discusión, como a intercambiar insultos, golpes (con los presuntos ladrones) y en medio de eso uno de los agredidos se lanza, lanza gasolina y le prende la moto donde estaban los muchachos”.
La reacción colectiva se desencadenó minutos después del asalto. Los presuntos delincuentes, al verse acorralados por la multitud, dejaron atrás la motocicleta, que fue incendiada con gasolina por un residente, según la versión que recogen otros testigos.
Las voces en el barrio reclamaron una mayor presencia policial ante lo que describen como un incremento de hurtos y episodios violentos.
La policía, por su parte, actuó con rapidez para extraer a los señalados del lugar antes de que la situación generara en agresiones físicas.
Las autoridades aseguraron que su pronta intervención fue clave para evitar que el linchamiento se consumara y reiteraron el llamado a no tomar la justicia por cuenta propia, animando a la comunidad a fortalecer la colaboración con las fuerzas de seguridad en pro de la tranquilidad de Bogotá.
Además, vecinos del sector aseguraron al medio que el sector es bastante peligroso, en especial si no se conoce el sector o se es residente de la zona.
Por otra parte, la percepción de inseguridad en Bogotá ha alcanzado un punto crítico, según el más reciente informe de Bogotá Cómo Vamos.
El estudio, publicado en diciembre de 2025, reveló que el 62% de los ciudadanos en la capital colombiana manifestó sentirse inseguro, cifra que representa el registro más elevado desde 2008, de acuerdo con los datos de la organización.
El análisis demográfico presentado en la encuesta identificó que la inquietud por la seguridad es particularmente intensa entre quienes tienen entre 36 y 45 años, así como entre los residentes de los estratos 3 y 4. En términos de género, el 63,7% de las mujeres expresó sentirse insegura, según el informe divulgado por Bogotá Cómo Vamos.
En el ámbito local, la percepción negativa sobre la seguridad se replicó en los barrios de la ciudad. El informe destacó que el 43% de los bogotanos reconoció inseguridad en su propio entorno, lo que evidencia una desconfianza creciente incluso en los espacios más cercanos.
Entre las principales preocupaciones ciudadanas, los atracos callejeros sobresalieron: el estudio precisó que el 72,7% de los encuestados señaló este delito como el principal motivo de alarma.
Las cifras de criminalidad respaldaron esta tendencia. De acuerdo con el balance presentado en la encuesta, el hurto a personas acumuló 116.469 casos en 2025, superando en 1.310 incidentes los registrados durante el año anterior.
Estas estadísticas refuerzan el panorama de inseguridad y validan la percepción creciente de riesgo entre los habitantes de la ciudad, según los datos recogidos por Bogotá Cómo Vamos.