Un intento de incursión armada del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio de Villanueva, en el sur de La Guajira, se convirtió en uno de los hechos más graves registrados durante el reciente paro armado decretado por ese grupo ilegal.
El ataque, ocurrido en la noche del martes 16 de diciembre, generó pánico entre la población y obligó a las autoridades a reforzar de inmediato las medidas de seguridad en esta zona del departamento.
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De acuerdo con información del medio regional Guajira News y medios regionales, hacia las 7:30 p. m. integrantes del ELN abrieron fuego contra una base militar ubicada en Villanueva.
Los centinelas del Ejército respondieron de manera inmediata con sus armas de dotación, logrando repeler la agresión y evitar que los atacantes tomaran posiciones dentro del casco urbano.
Aunque preliminarmente se habló de un presunto herido entre los insurgentes, esta versión no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.
Tras el enfrentamiento, la Policía Nacional decretó el acuartelamiento de su personal en Villanueva y ordenó el refuerzo de la seguridad ante el riesgo de nuevas acciones violentas.
La tensión aumentó aún más durante la noche, cuando habitantes del municipio reportaron la presencia de un objeto no identificado sobrevolando la zona. Según testimonios difundidos en redes sociales, podría tratarse de un dron o una aeronave, hecho que incrementó la preocupación entre la comunidad.
Imágenes de este sobrevuelo circularon ampliamente y son materia de verificación por parte de las autoridades.
En la madrugada del miércoles 17 de diciembre, el presidente Gustavo Petro se refirió a lo ocurrido y confirmó que el Ejército enfrentó un intento del ELN de tomar el municipio.
Mientras tanto, las Fuerzas Militares mantienen un monitoreo permanente de la situación y evalúan el desarrollo de los hechos en Villanueva y otros puntos estratégicos del departamento.
El episodio en este municipio guajiro se dio en el contexto del paro armado anunciado por el ELN, que comenzó el domingo 14 de diciembre y que ha provocado una serie de ataques y acciones violentas en distintas regiones del país.
En La Guajira, además de lo ocurrido en Villanueva, se reportó un ataque en la vía que comunica a Cuatro Vías con Uribia, donde una tractomula fue interceptada, incendiada y abandonada. En el lugar, las autoridades hallaron una bandera alusiva al ELN y un cilindro que está siendo examinado para determinar si contiene material explosivo.
En el municipio de Arauquita, en Arauca, se denunció la quema de un vehículo en una zona cercana al oleoducto Caño Limón–Coveñas, una de las principales infraestructuras petroleras del país. Aunque no se han confirmado daños mayores en el oleoducto, las autoridades adelantan labores de verificación para establecer si hubo afectaciones adicionales en la zona.
Como respuesta al paro armado, el Ejército y la Policía intensificaron los operativos de control y vigilancia en varios departamentos. El comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, informó que tropas de la Segunda y la Tercera División neutralizaron artefactos con posibles explosivos hallados en vías de Norte de Santander y Cauca.
Unidades especializadas se desplazaron a los puntos donde se registraron las amenazas para asegurar las carreteras y prevenir afectaciones a la población civil.
El presidente Petro rechazó públicamente el paro armado del ELN y reiteró la orden a la Fuerza Pública de mantener la ofensiva contra los grupos armados ilegales.
“La orden del presidente es que en Navidad no se mata”, afirmó el mandatario, al tiempo que insistió en que se deben garantizar la movilidad y la seguridad de los ciudadanos en las regiones afectadas.
Desde el inicio del paro, las primeras acciones atribuidas al ELN se concentraron en departamentos como Norte de Santander y Cauca, donde fueron instalados artefactos explosivos en carreteras estratégicas. La rápida intervención del Ejército permitió neutralizarlos y habilitar corredores viales, evitando daños mayores.