El atentado contra el líder wayúu Misael Socarrás en el municipio de Maicao, en La Guajira, ha generado un rechazo generalizado y ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos en la región.
Socarrás, conocido por denunciar los impactos de la explotación minera sobre los recursos hídricos y por haber expuesto estas problemáticas directamente ante el presidente Gustavo Petro, fue atacado mientras se desplazaba en su camioneta.
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El ataque dejó como saldo la muerte de uno de los presuntos agresores y heridas de bala en uno de sus escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), identificado como Danilo Bustos.
Diversos colectivos han exigido a las autoridades una investigación rápida y efectiva, subrayando la necesidad de proteger la vida de Socarrás y su familia.
En un comunicado, el representante en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Scott Campbell, condenó el atentado y solicitó el fortalecimiento de las medidas de seguridad para el líder indígena y su entorno familiar.
El texto también recordó que, menos de una semana antes del ataque, Socarrás se había reunido en Riohacha con Campbell y representantes de las embajadas de Canadá, Irlanda y Países Bajos, donde manifestó los riesgos que enfrenta por su labor.
El comunicado señala: “Nos preocupa que hace menos de una semana nos reunimos con el defensor Socarrás en Riohacha y con otras personas defensoras, junto a Scott Campbell y a las Embajadas de Canadá, Irlanda y Países Bajos en Colombia. Allí el defensor expresó sus riesgos por su labor”.
El ataque ocurrió cuando sujetos no identificados en motocicleta abrieron fuego contra el vehículo en el que se movilizaba Socarrás. Según el comunicado, los escoltas intentaron maniobras evasivas para protegerlo, pero al detenerse el vehículo, uno de los sicarios descendió y disparó directamente contra el líder wayúu.
“Los escoltas hicieron acciones evasivas para proteger su vida. Sin embargo, al detenerse el vehículo, uno de los sicarios se bajó y empezó a disparar contra Misael Socarrás, quien fue protegido por uno de los escoltas, el cual resultó herido y su estado de salud es reservado”, detalla el informe.
Por su parte, desde el Ministerio del Interior se rechazó: “el atentado del fue víctima Misael Socarras, líder indígena wayuu, y su familia, en hechos ocurridos en el municipio de Maicao, departamento de La Guajira”.
El Ministerio insistió: “en que ejercer liderazgos sociales y defender los derechos humanos en Colombia no puede significar un riesgo para la vida. De igual forma, respalda y reconoce la importancia de la labor e incidencia de los liderazgos sociales y personas defensoras de DD.HH. para la construcción de paz, la participación ciudadana y el fortalecimiento del tejido social en los territorios".
El Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo (Cajar) y el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) han documentado que Socarrás ha sido objeto de amenazas de muerte desde 2002, así como de múltiples llamadas intimidatorias y seguimientos por parte de grupos armados presentes en la zona.
Estas organizaciones han solicitado a la Fiscalía General de la Nación que investigue y esclarezca los hechos, sancionando tanto a los autores materiales como intelectuales, y que se refuercen las medidas de protección para el líder y su familia. Además, han convocado a las organizaciones defensoras de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, a pronunciarse y denunciar este grave atentado.
Socarrás ha sido una voz crítica frente a la actividad minera en La Guajira, especialmente en relación con la empresa El Cerrejón.
En una intervención pública ante el presidente Gustavo Petro, denunció: “La empresa minera El Cerrejón ha traído des-arroyo, no la palabra desarrollo que nos vendieron para engañar a nuestro mayores. Destrucción de los arroyos y de las fuentes hídricas en La Guajira. Más de 96 cuerpos de agua han sido desaparecidos por la actividad minera de Cerrejón, de los 19 por arroyos intervenidos, 18 hoy son historia”.