El Ejército de Liberación Nacional informó sobre la realización de un paro armado de 72 horas que comenzará a las 6:00 a. m. del domingo 14 de diciembre y finalizará a las 6:00 a. m. del miércoles 17 de diciembre.
El anuncio incluyó un llamado a la población para evitar desplazamientos por carreteras y ríos navegables durante ese lapso, en medio de advertencias sobre posibles riesgos para quienes transiten por esos corredores.
En el comunicado difundido por la organización armada se señala que la medida se aplicará en territorios donde el grupo mantiene presencia histórica o influencia operativa.
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Aunque el ELN indicó que “respetarán a los civiles y sus bienes”, el mensaje incluyó advertencias explícitas sobre los peligros asociados a la movilidad durante el periodo anunciado, lo que activó alertas institucionales en varias regiones del país.
De acuerdo con análisis de conflicto y mapas de presencia armada, el ELN tiene influencia en más de 200 municipios, distribuidos en al menos 22 departamentos. Estas zonas coinciden con territorios donde se han reportado enfrentamientos con la Fuerza Pública, disputas con otros grupos armados ilegales y acciones que han derivado en restricciones de movilidad en distintos momentos.
Uno de los departamentos con mayor historial de presencia del ELN es Norte de Santander, especialmente en municipios como Cúcuta, Tibú y amplios sectores del Catatumbo. En esta subregión del nororiente colombiano se han registrado confrontaciones armadas, instalación de artefactos explosivos y acciones contra la infraestructura vial, principalmente en áreas rurales y corredores secundarios.
En municipios del Catatumbo como Tibú, Ocaña y La Playa de Belén, los reportes de seguridad han documentado episodios recurrentes de violencia, lo que convierte a las vías nacionales y terciarias que conectan estas localidades en puntos sensibles durante anuncios de paro armado. Las autoridades han advertido que carreteras alternas y caminos veredales suelen ser los más expuestos en este tipo de coyunturas.
El Chocó aparece como otro de los territorios con presencia sostenida del ELN, particularmente en zonas del Pacífico colombiano. En este departamento, el grupo armado ha recurrido en el pasado a paros armados y restricciones de movilidad que han impactado el transporte fluvial, el comercio local y el desplazamiento de comunidades enteras.
En este contexto, los trayectos fluviales por el río Atrato, así como las carreteras que comunican a Quibdó con municipios cercanos, figuran entre los corredores que podrían experimentar afectaciones indirectas, ya sea por presencia armada o por el temor a posibles enfrentamientos durante la vigencia del anuncio.
Asimismo, se han identificado áreas donde el ELN ha buscado influir en rutas asociadas a economías ilegales, como la minería, dinámica que en ocasiones ha derivado en confinamientos y limitaciones al tránsito de bienes y personas. Estas prácticas han sido documentadas en distintas regiones donde confluyen intereses armados y disputas territoriales.
En otros departamentos como Antioquia, Arauca, Cauca y Nariño, también se ha reportado presencia del ELN en municipios específicos, lo que ha llevado a que autoridades locales evalúen posibles impactos del paro armado sobre la movilidad intermunicipal, el transporte de carga y las actividades cotidianas de la población civil.
Desde el Gobierno nacional, el Ministerio de Defensa calificó el anuncio como un “constreñimiento criminal”, al tiempo que informó sobre el despliegue de unidades militares y policiales con el objetivo de proteger a la población civil y garantizar condiciones de seguridad en los territorios priorizados. Las Fuerzas Militares señalaron que se mantendrán operativos de control en vías principales y estratégicas.
Las autoridades también indicaron que se realizará un monitoreo permanente de la situación, con énfasis en corredores viales, rutas fluviales y centros poblados que históricamente han sido impactados por acciones del ELN durante anuncios similares. En paralelo, se reiteró el llamado a la ciudadanía para mantenerse informada a través de canales oficiales.
Según información conocida por Revista Semana, el análisis territorial del paro armado tiene en cuenta antecedentes recientes de acciones armadas, así como reportes de inteligencia sobre la capacidad operativa del grupo en las regiones donde mantiene estructuras activas.
Durante el periodo anunciado, organismos de seguridad y entidades territoriales continuarán evaluando la evolución de la situación, mientras se mantienen activas las alertas tempranas y los mecanismos de coordinación interinstitucional en los departamentos señalados por la presencia histórica del ELN.