El Gobierno de Gustavo Petro definió la fecha en la que comenzará la concertación para el aumento del salario mínimo en Colombia del 2026, un proceso que, según el ministro de Trabajo Antonio Sanguino, buscará equilibrar las posiciones de empresarios y trabajadores.
“Vamos a convocar la comisión de concertación laboral para ese tema. La comisión ya ha sesionado en dos o tres ocasiones este semestre y a partir de noviembre de la primera semana de noviembre instalamos las sesiones para empezar a discutir el incremento del salario mínimo”, afirmó Sanguino en una entrevista con María Jimena Duzán.
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La confirmación de este calendario llega en un contexto de escepticismo por parte de los gremios empresariales. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, expresó que “todo pareciera indicar que el salario mínimo en Colombia del 2026 va a salir por decreto, con base en las declaraciones que ha entregado el presidente Gustavo Petro”, según declaraciones del presidente de Fenalco.
Esta percepción responde a la falta de ambiente propicio para una negociación directa, como han manifestado representantes del sector privado.
No obstante, el ministro Sanguino subrayó que la discusión debe ir más allá de la mera protección del poder adquisitivo. “La discusión debe centrarse no solo en proteger la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores de más bajos ingresos, sino la posibilidad de que tengan más ingresos”, sostuvo Sanguino en el diálogo.
El funcionario remarcó que el ajuste salarial debe considerar las necesidades de 3 millones de personas que actualmente perciben un salario igual o inferior al mínimo legal.
En el proceso de concertación, el Gobierno ha señalado que se tomarán en cuenta los principales indicadores económicos. Sanguino advirtió que “en la discusión se deberán también incluir los indicadores de la economía sobre crecimiento de la actividad económica, así como los mejores resultados del empleo”, según lo dicho por el funcionario en entrevista con María Jimena Duzán.
De no alcanzarse un consenso en la mesa de concertación, la legislación colombiana establece que el presidente Petro podrá fijar el salario mínimo por decreto, con plazo máximo hasta el 30 de diciembre de este año.
Ministro de Trabajo desafía a gremios a debatir ajuste salarial
En un contexto de expectativa y tensiones crecientes entre el Gobierno y los gremios empresariales, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anticipó las primeras señales sobre el aumento del salario mínimo para 2026.
Durante la edición número 35 del Congreso de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) celebrada entre el 22 y el 24 de octubre, el funcionario reveló que la propuesta oficial mantendrá la orientación de los últimos años: “incrementar el poder adquisitivo real de los trabajadores”, aseguró Sanguino.
El ministro subrayó que el ajuste salarial deberá superar el índice de inflación, con el objetivo de garantizar un “aumento real que proteja la capacidad de compra de los hogares colombianos”, explicó el ministro.
La postura del Gobierno se produce en medio de la controversia generada por los anuncios de Fenalco y la Andi. Mientras Fenalco advirtió que no participará en la mesa de concertación, la Andi condicionó su presencia al cuestionar la existencia de un debate genuino.
Ante esta situación, el ministro lanzó un mensaje directo a los líderes gremiales: “Yo les digo que dejen la cobardía y concurran al debate. Le digo a Bruce Mac Master (presidente de la Andi) y al doctor Jaime Alberto Cabal (presidente de Fenalco) que asuman el debate democrático con lealtad ante el país y ante los trabajadores, ante sus propios trabajadores, y que discutamos como se hacía en los anteriores gobiernos”, expresó Sanguino durante su intervención en el evento.
El jefe de la cartera laboral instó a los empresarios a construir consensos a partir de lo que denominó un “egoísmo inteligente”, argumentando que un incremento en el salario mínimo tiene efectos positivos en la economía nacional.
“Al incrementar el salario mínimo de los trabajadores aumenta la demanda de bienes y servicios, y ese aumento de la demanda mantiene, sostiene e impulsa el crecimiento económico y del Producto Interno Bruto. Eso significa más ganancias para los empresarios y más y mejores empleos”, explicó Sanguino.