Un operativo conjunto de la Cuarta División del Ejército y el CTI de la Fiscalía General de la Nación permitió la localización de un depósito ilegal de municiones en la vereda La Serranía, municipio de Puerto López (Meta).
En la acción, realizada el domingo 14 de septiembre de 2025, hacia el mediodía, las autoridades incautaron 11.223 cartuchos calibre 5,56 mm que estaban ocultos en una caleta. Según información de inteligencia militar, este material tenía como destino reforzar la capacidad ofensiva del clan del Golfo.
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El hallazgo fue atribuido a la subestructura Gonzalo Oquendo Urrego del clan del Golfo, grupo que ha intensificado su presencia en el oriente del país. Las investigaciones señalan que el depósito estaba bajo el control de alias Juan Carlos, identificado como el principal cabecilla de la organización en el Meta.
De acuerdo con los reportes de inteligencia, la munición incautada iba a ser distribuida entre diferentes comisiones armadas para consolidar la influencia del grupo en la región.
Alias Juan Carlos, de aproximadamente 38 años y originario del Urabá antioqueño, es descrito por organismos de inteligencia como un hombre de confianza de alias Chiquito Malo, el máximo líder del clan del Golfo.
Por instrucciones directas de este último, alias Juan Carlos habría sido enviado al Meta con la misión de liderar la expansión de la organización hacia municipios estratégicos como Puerto Gaitán, Puerto López, San Martín y Mapiripán.
La estrategia del clan del Golfo en el oriente colombiano responde a la importancia de la región del Meta, considerada clave por sus corredores de movilidad y su papel en la articulación de economías ilegales. La llegada de alias Juan Carlos al departamento, confirmada en agosto de 2025, se produjo tras la captura en mayo de ese año de alias 57, otro de los jefes de la organización en la zona.
Desde entonces, la misión de alias Juan Carlos consiste en consolidar las estructuras armadas y coordinar el envío de hombres, armamento y municiones para fortalecer la presencia del grupo.
El objetivo central del clan del Golfo en el Meta es establecer un control territorial efectivo, fortalecer su capacidad armada y disputar los corredores logísticos que resultan vitales para el tráfico de recursos y la operación de otras estructuras ilegales en la región.
Según informes militares, la organización busca implementar en el Meta un modelo de dominio que combine el refuerzo de su poder militar con la ampliación de redes de apoyo, en un esfuerzo por asegurar rutas estratégicas y consolidar su influencia frente a otros actores del crimen organizado.
38 integrantes del Clan del Golfo capturados en operativos simultáneos en la región Caribe y Urabá antioqueño
38 presuntos integrantes del Clan del Golfo fueron capturados en una serie de operativos encabezados por la Policía Nacional y coordinados con la Fiscalía General de la Nación, según informaron las autoridades el vierne 13 de septiembre.
Los operativos se llevaron a cabo en seis departamentos de la región Caribe y el Urabá antioqueño. Esta acción, considerada una de las mayores ofensivas recientes contra la organización criminal, se llevó a cabo pese a los anuncios del Gobierno nacional sobre la posibilidad de diálogo de paz con el grupo armado.
Entre los detenidos, las autoridades informaron que cuatro contaban con notificaciones judiciales en su contra y uno había sido previamente imputado por los delitos de homicidio, concierto para delinquir agravado y tráfico de armas de fuego.
También se destaca la captura de alias Carlos, señalado como encargado de los envíos de narcóticos en varias zonas bajo influencia del Clan, y quien, de acuerdo con la Policía Nacional, también actuaba para obtener información confidencial a través de funcionarios públicos, logrando consolidar hasta seis toneladas de cocaína al mes para su envío a Centroamérica.
En el operativo también fue detenido alias Prasca, identificado como cabecilla financiero de la estructura en el Urabá antioqueño. Según el reporte oficial, “Prasca” gestionaba recaudos por hasta $900 millones derivados de extorsiones contra campesinos, además de operar en sectores de microtráfico, minería ilegal y manejo de compras de explosivos y suministros para el grupo criminal.
La Policía Nacional indicó que entre los capturados hay cinco presuntos sicarios con funciones específicas en la identificación y reclutamiento de menores de edad en instituciones educativas situadas en zonas de alto riesgo social. Se estima que la judicialización de los arrestados permitirá resolver hasta 11 casos de homicidio.
En desarrollo de los allanamientos, las autoridades incautaron $37 millones en efectivo, 58 cartuchos de armamento, 29 teléfonos móviles, tres motocicletas, un arma de fuego, una máquina contadora de billetes y diversos dispositivos electrónicos vinculados a la actividad delictiva del grupo.