El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 19 de agosto de 2025 en un promedio de $4.711,51, lo que representó una subida de $23,27 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de +0,50%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.717,45 y un mínimo de $4.678,71, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.
Si bien no se registraron máximos históricos, la caída en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.
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En los últimos siete días, el euro anota un ascenso 1,3% y desde hace un año aún acumula un incremento del 1,35%.
En cuanto a los cambios de este día respecto de días anteriores, dio la vuelta al dato de la sesión previa donde experimentó un descenso del 0,87%, sin poder establecer una tendencia estable recientemente. La volatilidad de los últimos siete días fue de 8,44%, que es una cifra manifiestamente inferior al dato de volatilidad anual (15,12%), lo que manifiesta que está teniendo un comportamiento más estable de lo normal últimamente.
Así se movió el mercado
La coyuntura internacional ofrece un telón de fondo complejo para el cruce entre el peso colombiano (COP) y el euro (EUR). Aunque la narrativa reciente se ha centrado en la relación peso–dólar, el desempeño frente a la divisa europea está marcado por factores distintos, que combinan la resistencia de la economía de la eurozona, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y la vulnerabilidad fiscal y externa de Colombia.
Hoy el euro se mueve cerca de USD 1.167, nivel relativamente estable, mientras que el peso se mantiene en la franja de $4.000 por dólar. De esta manera, la tasa implícita COP/EUR se ubica alrededor de $4.670 – $4.700 por euro, un rango que muestra la fortaleza relativa de la moneda europea frente al peso, incluso en medio de la debilidad global del dólar.
La dinámica del peso colombiano sigue respaldada por un diferencial de tasas atractivo. El Banco de la República mantiene una política aún restrictiva en términos reales, lo que genera rendimientos positivos frente a activos en otras economías emergentes. A esto se suma la mayor oferta de divisas derivada de las operaciones de deuda del Ministerio de Hacienda, que en el corto plazo ha evitado presiones mayores sobre la tasa de cambio.
Sin embargo, los riesgos estructurales persisten. El crecimiento económico se desaceleró al 2,1% en el 2T25, con un desplome en minería y canteras (-10,2%), sectores claves para el ingreso de divisas. Además, el presupuesto récord de $557 billones para 2026 encendió alertas sobre sostenibilidad fiscal. Estos factores hacen que el peso siga siendo vulnerable frente a episodios de volatilidad global y limitan su capacidad de apreciación frente al euro.
En Europa, la estabilidad del euro se explica en parte por un escenario geopolítico que, aunque incierto, ha mostrado señales de distensión con los recientes diálogos sobre Ucrania. El superávit por cuenta corriente se mantiene positivo —EUR 38.900 millones en junio— lo que refuerza la posición externa de la eurozona y da respaldo a la moneda.
El BCE, por su parte, no ha dado señales de nuevos ajustes en septiembre, lo que aleja la volatilidad en el corto plazo. A diferencia del dólar, que se ve presionado por las expectativas sobre la Fed, el euro goza de un espacio de relativa calma monetaria.
En este contexto, la relación peso–euro tiende a inclinarse en favor de la moneda europea. Mientras que el dólar débil le da cierto aire al peso colombiano, el euro mantiene su fortaleza relativa por los balances externos sólidos y la menor dependencia de movimientos de política monetaria inmediata.
En el corto plazo, es probable que el COP/EUR se mueva en un rango de $4.650 – $4.750 por euro, con posibles extensiones hacia los $4.800 si se materializan episodios de aversión global al riesgo o si la debilidad del sector minero colombiano se acentúa. Solo un repunte significativo en los flujos externos o una mejora en la percepción fiscal podría llevar al peso a ganar terreno frente a la divisa europea.