El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 13 de agosto de 2025 en un promedio de $4.711,99, lo que representó un aumento de $53,34 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de +1,14%. A lo largo de la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.716,52 y un mínimo de $4.691,70, evidenciando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.
Si bien no se registraron máximos históricos, el repunte en su valor refleja el impacto combinado de factores internacionales —como las expectativas de política monetaria en Estados Unidos y la volatilidad de los mercados globales— y elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas en el país.
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En los últimos siete días, el euro registra un ascenso 0,22%, de manera que desde hace un año aún mantiene un incremento del 0,67%.
Si comparamos la cifra con días anteriores, sumó dos fechas seguidas en positivo. En la última semana la volatilidad es inferior a los números logrados para el último año (15,2%), mostrándose como un valor con menos alteraciones de lo previsible en las últimas fechas.
Comportamiento del mercado
El comportamiento reciente del cruce EUR/COP muestra un panorama donde el peso colombiano mantiene un desempeño relativamente estable, aunque con ligeras presiones al alza sobre el euro. Este movimiento responde a una combinación de factores internacionales que han fortalecido a la divisa europea y a elementos internos que continúan respaldando la resiliencia del peso.
En el plano internacional, el euro ha superado la barrera de 1,171 dólares, alcanzando su nivel más alto en casi tres semanas. Este repunte está impulsado por la debilidad generalizada del dólar, derivada de datos de inflación en Estados Unidos que han reforzado las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre. Un dólar más débil en el mercado global suele traducirse en un impulso indirecto para el euro, que se ve fortalecido frente a monedas de economías emergentes como la colombiana.
Además, la moneda única europea se ha beneficiado de la estabilidad de la inflación en la Eurozona, que se mantiene en el objetivo del 2%, y de un crecimiento del PIB de 0,1% en el segundo trimestre. Este desempeño, aunque modesto, confirma que la región mantiene cierta solidez económica. El Banco Central Europeo, tras haber ejecutado ocho recortes de tasas en el último año, pausó su ciclo en julio, pero dejó abierta la puerta a una nueva rebaja antes de que finalice el año. Esta combinación de estabilidad inflacionaria y política monetaria menos agresiva ha alimentado el sesgo alcista del euro.
En el frente interno, el peso colombiano sigue recibiendo soporte de un contexto regional favorable, con monedas latinoamericanas que acumulan ganancias y una prima de riesgo país en su nivel más bajo desde febrero, medida a través de los Credit Default Swaps (CDS) a cinco años. Estos factores, sumados a la estabilidad en los precios del crudo, han reducido las presiones de depreciación derivadas de menores ingresos por exportaciones petroleras.
En términos técnicos, el EUR/COP mantiene un comportamiento de consolidación, con resistencias relevantes cercanas a $4.716 y soportes alrededor de $4.691. El rango de negociación previsto en el corto plazo podría fluctuar entre estos niveles, con posibles rupturas dependiendo de la evolución de la política monetaria del BCE y de la Fed. Un avance sostenido del euro frente al dólar, combinado con un dólar globalmente más débil, podría presionar al alza la cotización del EUR/COP, mientras que una continuidad en la fortaleza del peso colombiano limitaría esas subidas.
No obstante, el panorama no está exento de riesgos. Una eventual corrección en los precios del petróleo, tensiones comerciales globales o datos económicos más débiles en Colombia podrían reactivar presiones alcistas sobre el euro frente al peso. Asimismo, si el BCE opta por nuevas reducciones de tasas más agresivas de lo esperado, el euro podría perder tracción, favoreciendo una apreciación del peso.
El cruce EUR/COP se encuentra en una fase de equilibrio dinámico, donde fuerzas externas como la política monetaria europea y estadounidense, junto con factores domésticos como la prima de riesgo y los precios del crudo, determinan la dirección del tipo de cambio. El sesgo actual es moderadamente alcista para el euro, pero con un contrapeso significativo dado por la fortaleza estructural que ha mostrado el peso colombiano en el contexto reciente.