Un nuevo cruento hecho de violencia se reportó en la conflictiva región de El Catatumbo (Norte de Santander), en zona de frontera con Venezuela, en la que dos jóvenes fueron asesinadas en zona rural de Tibú, pese a que iban junto con dos niños menores de cinco años, que son hijos de una ellas.
Desde la ONG Asociación por la Reconciliación y la Paz indicaron que las víctimas fueron identificadas como Karen y Tatiana Guillin, quienes fueron ultimadas con arma de fuego, junto con el esposo de una de ellas.
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La nueva masacre se conoció luego de que los cuerpos sin vida de las dos mujeres y el hombre fueron hallados en una vía del corregimiento de Campo tres, en el suroccidente del municipio.
Por el momento no se conoce mayor información del múltiple crimen, ya que se trata de una zona de difícil acceso por lo que las autoridades no han podido realizar los respectivos actos urgentes, señalaron desde la seccional de Norte de Santander de la Policía en el periódico regional La Opinión de Cúcuta.
Entre tanto en la Asociación por la Reconciliación y la Paz señalaron que los menores fueron entregados a la comunidad de la mencionada población, por lo que hicieron un llamado urgente al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) para que puedan restablecer sus derechos.
Los tres adultos asesinados son provenientes del vecino municipio de El Tarra y se movilizaban en un bus intermunicipal, cuando el vehículo fue interceptado por miembros de un grupo armado organizado por establecer que los intimidó y los obligó a descender del vehículo, para que luego de que les revisaran sus teléfonos celulares los asesinaran, destacaron de la información preliminar de la nueva masacre en la emisora Blu Radio.
No cesa la violencia
Desde mediados de enero en la ya conflictiva región de El Catatumbo se desató una sangrienta confrontación entre el ELN y el Frente 33, una de las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc, que se disputan la ruta del narcotráfico por Venezuela que a la fecha ha dejado un trágico saldo de 106 personas muertas, 64.719 víctimas de desplazamiento forzado y 12.913 confinadas, de acuerdo con las cifras más reciente de la Gobernación de Norte de Santander.
Adicionalmente se tiene un total que han perdido la vida 9 miembros de la Fuerza Pública: seis militares y tres policías.
Adicionalmente tres policías resultaron heridos luego de dos atentados diferentes en las poblaciones de Bucarasica y Ocaña durante la mañana del sábado.
Uno de los uniformados afectados fue identificado como el subintendente Jorge Armando Flórez Álvarez que se encuentra en un centro asistencial de alta complejidad en Cúcuta, donde recibe atención médica ante la complejidad de sus heridas con arma de fuego en el abdomen.
Mientras que en la otra localidad nortesantandereana resultaron gravemente heridos otros dos policías, adscritos a la seccional de Tránsito, luego de que fuera activada un artefacto explosivo al paso de la patrulla en la que se movilizaban.
A mediados de febrero, el presidente de la República, Gustavo Petro, decretó el estado de conmoción interior para ese territorio, pero su periodo concluyó hace tres días y el mandatario dejo entrever el pasado jueves que no solicitaría que su prorroga.
“Ha empezado a desmontarse la conmoción interior a su mínimo indispensable. La democracia siempre es solución a los problemas sociales y la democracia es el poder del pueblo [sic]”, señaló desde su cuenta oficial de la red social X.
La cruenta violencia guerrillera en esa zona del nororiente de Colombia inició también con la cruel masacre del sepulturero de Tibú Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán Pacheco y su bebé de menos de un año de edad.