Tendrán que quitar las placas que el fiscal Barbosa hizo poner en su honor: tribunal ordenó desmontarlas

El Tribunal Administrativo sienta un precedente sobre la interpretación del decreto que prohíbe el homenaje a funcionarios del Estado

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La Fiscalía tiene 10 días para retirar las placas en honor a Barbosa - crédito red social X
La Fiscalía tiene 10 días para retirar las placas en honor a Barbosa - crédito red social X

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió una directriz obligando a la Fiscalía General de la Nación a remover las placas conmemorativas dedicadas al exfiscal general Francisco Barbosa Delgado.

Estas placas, que se encuentran dispersas en distintas localidades del país, fueron criticadas por presuntamente violar el marco legal vigente representado por el Decreto 2759 de 1997.

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La sentencia estipula explícitamente la prohibición de erigir placas o monumentos en honor a funcionarios aún en ejercicio de sus cargos, a menos que exista una autorización específica por parte del Congreso. La decisión se basa en argumentos firmes que enfatizan el cumplimiento de la ley y los principios de transparencia e imparcialidad en la administración pública.

La controversia se originó tras una acción de cumplimiento presentada por ciudadanos preocupados, lo que eventualmente llevó al Tribunal a deliberar sobre la adecuación a la normativa. }

En su fallo, el Tribunal resaltó la importancia de adherirse a dichas normas con el fin de preservar la integridad y la neutralidad en la ejecución de obras públicas, evitando acciones que pudieran interpretarse como autopromoción o exaltación indebida de un servidor público en funcionamiento.

La sentencia se da luego de que los ciudadanos se mostraran preocupados por las placas en la Fiscalía - crédito Tribunal Administrativo de Cundinamarca
La sentencia se da luego de que los ciudadanos se mostraran preocupados por las placas en la Fiscalía - crédito Tribunal Administrativo de Cundinamarca

“El estricto cumplimiento del Decreto 2759 de 1997 se establece como prioridad”, subrayaba el comunicado oficial, poniendo de manifiesto la necesidad de adherirse a las normativas legales diseñadas para garantizar la equidad y la transparencia.

Esta medida no solo implica el retiro físico de las placas instaladas en honor a Francisco Barbosa Delgado pues también abre un debate más amplio sobre las prácticas y tradiciones en el reconocimiento público a los funcionarios gubernamentales en Colombia. La discusión trasciende el caso específico para cuestionar cómo y cuándo se debe honrar a los servidores públicos, especialmente aquellos que todavía ocupan cargos oficiales, sin contravenir los principios éticos y legales que rigen la función pública.

“RETIRE las placas destinadas a recordar la gestión del señor Francisco Barbosa Delgado, como Fiscal General de la Nación que se encuentren en las sedes, direcciones o búnker de la entidad, en un plazo de diez (10) diez días siguientes a la notificación de esta providencia”, dice la sentencia.

Adicionalmente, este caso pone de relieve la función de los tribunales administrativos como mecanismos de control y aseguramiento del cumplimiento normativo dentro del aparato estatal. Al establecer un precedente importante, se envía un mensaje claro sobre la importancia del respeto a las disposiciones legales vigentes y la necesidad de evitar cualquier forma de glorificación prematura que pudiera interpretarse como una falta a la neutralidad y objetividad requeridas en la gestión pública.

La decisión se da dentro del Decreto 2759 de 1997 - crédito Tribunal Administrativo de Cundinamarca
La decisión se da dentro del Decreto 2759 de 1997 - crédito Tribunal Administrativo de Cundinamarca

En su esencia, la resolución adoptada por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca resuena como un llamado a la reflexión sobre los valores que deben guiar la conducta de los funcionarios públicos y las formas en que la sociedad elige reconocer sus contribuciones. Al margen de la polémica que desató la instalación de las placas conmemorativas, este episodio invita a profundizar en el debate sobre la ética pública, la responsabilidad de los representantes del Estado y el papel de la ciudadanía en el monitoreo y la exigencia del apego a la legalidad y la transparencia en todas las esferas del gobierno.

La decisión del Tribunal se da en un contexto en que la sociedad colombiana demanda cada vez más integridad, transparencia y rendición de cuentas por parte de sus líderes y representantes. Situaciones como esta no solo destacan la vitalidad del marco legal colombiano y su capacidad para adecuarse y responder a las preocupaciones ciudadanas, también reflejan la evolución de las expectativas públicas en torno a la gestión y el comportamiento de sus servidores.