Cuatro individuos fallecieron en diferentes sucesos de violencia ocurridos el lunes 8 de abril en Medellín, capital del departamento de Antioquia. Los hechos, que están siendo investigados por las autoridades, tuvieron lugar en los barrios de San Javier, Manrique y Aranjuez, destacando la preocupante situación de seguridad en la ciudad.
Según datos proporcionados por el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de Medellín (SISC), dichos actos forman parte de una cifra que asciende a 98 homicidios en la ciudad durante los primeros 100 días del 2024, marcando una leve reducción del 3,9% en comparación con el mismo lapso del 2023, lo que representa cuatro casos menos. La diminución de la violencia en esta región se analiza bajo diversos factores, iniciando por las causas de los homicidios que van desde la intolerancia hasta la operación de bandas criminales.
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Con base en lo detallado en el mencionado informa, las zonas con mayor número de casos incluyen La Candelaria (con 15 casos), San Javier (9) y Castilla (9). Aunque los primeros meses del año sugirieron una reducción en la incidencia de homicidios, abril ha visto un incremento en la violencia con 10 crímenes registrados, superando la cifra del 2023 en la misma fecha.
Según se desprende de las investigaciones, la mayoría de los decesos están vinculados a actos de intolerancia (23 casos), seguidos por la actividad de agrupaciones delictivas (17), robos (8), violencia de género (6), y violencia intrafamiliar (2). Desde un enfoque de seguridad, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá señaló que hubo un periodo de notable mejora en las condiciones de seguridad, notándose una reducción considerable en delitos de alto impacto además de los homicidios, tales como extorsiones y robos.
En un contexto más amplio, la concejal y experta en temas de criminalidad, Claudia Carrasquilla, sugirió que este descenso en la violencia es el resultado de un acuerdo entre líderes de bandas, en apoyo al proceso de paz urbano que promueve el presidente Gustavo Petro desde la cárcel de Itagüí. El fenómeno es interpretado como un cambio en la dinámica de la criminalidad en la zona, influenciado por la encarcelación de importantes cabecillas de bandas, lo cual ha incidido en la disminución de homicidios.
A pesar de las cifras alentadoras en cuanto a la reducción de delitos, la comunidad sigue enfrentando desafíos significativos como la extorsión y la explotación sexual comercial, problemas sociales que generan preocupación tanto en autoridades como en ciudadanos. Se menciona también un informe realizado por las universidades Eafit y Chicago, el cual estima que un número considerable de viviendas y negocios están siendo afectados por pagos de protección a criminales, conocidos localmente como ‘vacunas’.
Lunes violento en Medellín
El primer homicidio del 8 de abril se reportó en el barrio Aranjuez, donde Antonio José Silva, de 58 años, fue asesinado con arma de fuego, mientras se encontraba en su lugar de trabajo sobre las 8:00 a. m. De acuerdo con el informe policial, horas más tarde, en Manrique, se encontró el cadáver de un hombre no identificado, de entre 35 y 40 años, con múltiples heridas. Este hecho sigue bajo investigación, ya que la víctima parece ser un habitante en condición de calle de la zona. La Policía hizo el respectivo levantamiento del cuerpo.
Posteriormente, en el barrio Antonio Nariño de San Javier, Edwin David Agudelo, de 41 años, fue atacado en su domicilio por su hijastro tras recibir varias puñaladas. Pese a que el hombre fue trasladado a un centro médico, murió por la gravedad de las heridas. Según las autoridades, el presunto agresor fue capturado. El cuarto hecho de violencia ocurrió sobre las 7:00 p. m. del lunes, cuando otro joven identificado como Manuel Alejandro Ramírez, de 21 años, murió en Belencito, otro sector de San Javier, después recibir múltiples impactos de bala mientras estaba en un parque acompañado de su novia en un parque de la zona.